< Previous10SOFÍA MIRELES GAVITOEl fin de semana del 9 al 11 de febrero del 2018 fui con dos compañeras cronistas de Tuxtla Gutiérrez a la localidad de Rosamorada y al Puerto de San Blas, Nayarit. El objetivo era asistir al III Encuentro biestatal de cronistas e historiadores de Sinaloa y Nayarit para promover la crónica infantil y juvenil, además de participar con una ponencia sobre la relación del patrimonio cultural con el turismo.Salí de Tonalá el viernes 9 de febrero a las 7 de la mañana en un splinter de la compañía Ómnibus Cristóbal Colón rumbo a la capital Tuxtla Gutiérrez para encontrarme con las cronistas: Rutila Mejía Gutiérrez y Sara Martínez Rincón, quienes tienen la comisión de crónica infantil y juvenil en la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas; de ahí nos llevaron al aeropuerto “Ángel A. Corzo” el esposo de la Profra. Rutila, ya que salíamos rumbo a Guadalajara a las 12:50 horas. Llegamos a la bella ciudad de Guadalajara como a las 14:55, y luego tomamos un taxi con la finalidad que nos llevará a la terminal de autobuses que salen a Tepic, Nayarit. Saldríamos a Tepic una hora y media más tarde. Ahí, el Antrop. Raúl Andrés Méndez Lugo, Secretario de La Crónica de Nayarit, A.C., nos fue a recoger y nos llevó a una combi que nos trasladaría a Rosamorada, junto con otros compañeros cronistas de Nayarit. Llegamos a nuestro destino como a las 8:30 de la noche. Nos dieron una bienvenida muy emotiva y alegre con la Banda “Hermanos Galván Jr”, de Rosamorada, que dirige el Señor José Luis Galván Piña, quienes nos deleitaron con música norteña y tropical, logrando que las esposas de algunos cronistas sinaloenses bailaran con gran algarabía. Posteriormente, nos sirvieron unos ricos tacos. Después de la cena de bienvenida, el anfitrión nos trasladó al hotel Catalina a los compañeros cronistas de Sinaloa, y a las tres cronistas chiapanecas. Al día siguiente sábado fuimos al auditorio Municipal para empezar a las 9 de la mañana con la presentación del libro: Fundación de pueblos de Sinaloa y Nayarit, cuyos comentaristas fueron: Mtro. Pedro Luna Jiménez, Profesor de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) y el Dr. Jorge Briones Franco, Presidente de La Crónica de Nayarit, A.C. El Mtro. Pedro Luna hablo del gran trabajo que es la fundación de los pueblos y ciudades, sus procesos de cambios y transformación; y felicitó el esfuerzo del Dr. Jorge Briones y los cronistas de Sinaloa y Nayarit que hicieron posible este libro. El Dr. Jorge Briones nos explicó la labor que implicó editar el libro, empezando con la corrección de estilo, que tuvo que hacerse tres veces la revisión; luego, conseguir los recursos económicos para su impresión, los apoyos que dieron cada uno de los 16 cronistas que participaron en esta obra, lo que aportó el Archivo Histórico del Estado de Sinaloa, etc. El libro de 133 páginas está muy bien acabado, con gran calidad de fotos, portada y papel. Después de la presentación del libro, vinieron las mesas de trabajo. La mesa Número 1 estuvo moderada por el Lic. Miguel Ángel Gradilla Vizcarra, donde leyeron sus trabajos: Rosendo Romero Guzmán, cronista honorario de Culiacán, Sinaloa con el tema “Marcial Ordoñez, el último bohemio de los Mochis; Sofía Mireles, que leyó su trabajo sobre “Relación entre Patrimonio Cultural y turismo”; y Carlos Ramón Cital García, cronista de Topolobampo con el tema “Álvaro Obregón y los generales de Sinaloa”. Se continuo con la mesa número 2, que coordinó el Señor Pedro Alfonso Castañeda Dueñas, participando en ella: Ricardo Santos Aldana, con el tema de “Patrimonio Cultural y turismo: el caso de Cosalá, Sinaloa; el Mtro. Bernabé Alatorre Ríos, cronista de Habalito del Tubo, Mazatlán, Sinaloa con el tema “Los Tepehuanos al margen del río Las Cañas. Una cultura que se resiste a morir”; y el Mtro. Rodolfo Pérez Rosales, cronista de Tequilita, San Pedro Lagunillas, Nayarit, que comentó sobre “Un brote de polio en Tequilita en el verano de 1970”. Después de la mesa número 2, se dio paso a la inauguración VIAJE A ROSAMORADAY SAN BLAS, NAYARIT11del III Encuentro Biestatal de Cronistas e Historiadores de Sinaloa y Nayarit con la presencia del Sr. Fernando Martí Brito, Cronista de Cancún, Q. Roo y Presidente de la Asociación Nacional de cronistas de Ciudades Mexicanas 2017 – 2018, del representante del Presidente Municipal y del Dr. Jorge Briones Franco. El Dr. Briones dio la bienvenida; Fernando Martí hablo de la Asociación Nacional de cronistas, de sus objetivos y actividades, invitó a que se integren a ella; además hablo de las ventajas de ser miembro activo de la Asociación nacional, ya que pueden tener sus libros en la Biblioteca digital de la crónica que se situará en la página electrónica que se tiene; además del proyecto de la Biblioteca Nacional de la Crónica en la ciudad de Cancún, que albergará 32 colecciones bibliográficas, una por cada entidad federativa. Después de la inauguración siguió la mesa número 3 con la crónica infantil y juvenil; en la cual participaron 8 niños y jóvenes asesorados por la maestra Ana Figueroa Salazar. Esta mesa 3 estuvo coordinada por la Profra. Rutila Mejía. Finalmente, nos llevaron a comer y disfrutar unos ricos platillos. En la tarde, se dio la mesa cuatro, donde participaron: el Lic. Jaime Félix Pico, con el tema: “El papel del cronista en el desarrollo del turismo cultural”; posteriormente, se leyó un trabajo muy interesante del Dr. Martín Sandoval Bojórquez, de la Universidad Autónoma de Sinaloa, quién hablo de “La Arquitectura vernácula, una alternativa de expresión”; otra ponencia fue la de Juan A. Camacho Becerra, que desarrollo el tema “La Restauración del templo guadalupano en Barranca del Oro, Nayarit”; igualmente, se leyó el trabajo del Dr. J. Benito Guerra Prado, cronista adjunto de El Fuerte, Sinaloa que nos habló sobre el juego tradicional prehispánico: el Ulama; por último, expuso el Profr. Ignacio Palomino González, cronista de Tecuala, Nayarit, un tema muy interesante sobre “Las amenazas al Patrimonio del pueblo de Tecuala”. El domingo 11 de febrero, poco después del desayuno, las compañeras cronistas de Tuxtla Gutiérrez, el Señor Fernando Martí y yo, alquilamos un taxi para ir a conocer el Puerto de San Blas. Llegando a San Blas, le pedimos al taxista nos llevará al edificio del Fuerte de “La Contaduría”, en el Cerro de El Basilio, lugar donde se luchó por la independencia el cura José María Mercado de Luna. Luego nos dirigimos a comer un rico pescado, para regresarnos a Tepic, y agarrar un autobús a Guadalajara.Llegamos a esa ciudad a las 10 de la noche, quedándonos a dormir en un hotel, para poder salir temprano al aeropuerto, pues los boletos de salida rumbo a Tuxtla Gutiérrez, estaban a las 10: 25 horas. Aterrizamos en el aeropuerto “Ángel A. Corzo” de Tuxtla Gutiérrez a las 12: 25 horas; ya nos estaba esperando el esposo de la Profra. Rutila, quién nos trasladó a la Cd. de Tuxtla Gutiérrez, y a mí, me llevó a la terminal de autobuses de la Cristóbal Colón. Vine llegando a Tonalá hasta las 6 de la tarde. Toda una aventura, pero valió la pena ir, conocer otros lugares y personas dedicadas al oficio de escribir crónicas de sus pueblos o ciudades. * Cronista de Tonalá, Chiapas.12JUAN DIEGO GONZÁLEZEl club de lectura “Vino con Elena” cumple su primer aniversario este próximo 8 de marzo de 2018. Además de la necesidad de leer, el club surge como iniciativa para promocionar la obra de Elena Poniatowska entre los habitantes de Todos Santos, BCS. Esto debido a la inauguración de la biblioteca que lleva el nombre de la destacada escritora. En noviembre del año pasado, en una de las charlas con Elena, le comenté sobre el ciclo de lecturas a punto de finalizar: “Ya terminamos La noche de Tlatelolco e iniciamos Hasta no verte Jesús mío. Para enero lo concluimos… ¿con quién nos recomienda seguir?” A lo cual, Elena contestó muy contenta: “Sigan con mis amigos, por ejemplo José Revueltas, Carlos Fuentes, Octavio Paz”.Aceptamos la sugerencia y decidimos continuar con el club de lectura. Nos propusimos avanzar con José Revueltas. Y ahora sí, como dice el refrán, aquí es donde la puerca torció el rabo. Es casi imposible conseguir un libro del duranguense. Como coordinador del club me aferré a no continuar con la cultura Xerox, nada de copias. En la librería Educal de La Paz apenas si hay oído de Revueltas, “¿Cómo dice que se llama el escritor? Debe ser nuevo porque no me suena”. Aquí en Todos Santos hay una pequeña librería “El Tecolote”, cuya dueña Kate Lewis hace todo lo posible por promover la lectura. “No te preocupes Juan Diego, just tell me the author and the book’s name”. Ella buscó en Gandhi, en Mercado libre, en Amazon. Consiguió 5 ejemplares de “Dormir en tierra”. Bendito sea Dios pensé.A leer, a disfrutar, reflexionar, a sufrir con la propuesta de Revueltas. En México –estarás de acuerdo conmigo lector, lectora- esto de los libros y la lectura es una peregrinación de rodillas a la cima del Popocatépetl, de rodillas entre los huizaches y los nopales. ¿Por qué el gobierno sigue empecinado en evitar la lectura en general y en particular, la lectura de José Revueltas? Vamos el hombre ya está muerto. Es cierto, el 2014 con motivo del Centenario de su natalicio se hicieron algunas actividades como proyección de películas de sus guiones o lecturas de fragmentos de su obra en algunos puntos del país, la publicación de sus obras. Pregunto de nuevo ¿El tiraje de cuántos volúmenes fue? ¿Llegaron a todas las librerías del país? ¿El precio era accesible?.Incluso, tengo en mis manos una antología hecha por JOSÉREVUELTAS,EL FANTASMA DE LAS LETRASMEXICANASla SEP para ser distribuida entre los docentes del país. Me topé con una caja –literalmente me tropecé- en una biblioteca de secundaria. Las autoridades escolares sabían mediante oficio que esos libros eran para los maestros. Sin embargo por una razón desconocida para mí, la bibliotecaria los mantendría en la caja o en los estantes, sin derecho a préstamo fuera de la biblioteca. Investigué en otras tres secundarias, en una echaron la caja en una bodega y se mojó, en otra, estaban en la sección más oscura y arrinconada de la biblioteca, junto a 54 volúmenes de “El Quijote”, llenos de polvo, telarañas y cagadas de ratón. En la tercera, tenían el oficio pero no los libros.Pasó el 2014, las discursos, las películas y los cohetes. De nuevo, José Revueltas se ha convertido en el fantasma de las letras mexicanas. Es más fácil encontrar libros de Harry Potter o The maze runner que las obras de 13* Docente y autor Sonora/ BCSRevueltas. Es cierto, en los círculos literarios se habla de él, su vida, el activismo político, anécdotas. Hasta yo tengo una, cuando ni siquiera tuve la fortuna de conocerlo. Alonso Vidal me contó alguna vez que lo visitaba en su casa. Eso fue cuando Alonso vivió en la Ciudad de México (hoy horrible CDMX). “En las tardes pasaba por él. Decíamos en su casa que íbamos por pan. En la primera cantina que veíamos nos poníamos a beber y platicar. Poquito Alonso, porque estoy enfermo”, le decía Revueltas a Alonso. Después regresaban a buscar pan, para cubrir sus pasos.Varias veces le pregunté a Alonso ¿cómo era Revueltas? “Fuera de serie, no lo puedes comparar con nada ni nadie. Hablaba con una firmeza y tranquilidad al mismo tiempo. Las palabras lo poseían, parecían que no hablaba por la boca sino por todo su cuerpo, como si las palabras salieran por cada poro de su piel. Palabras claras, nítidas, luminosas, a uno se le caía la baba de escucharlo. Luego guardaba silencio y respiraba despacio. Te miraba para atravesarte la carne, los huesos, el alma. Uno le contestaba cualquier cosa. Y entonces, las palabras del cosmos, del universo volvían a él y salían como chorros de agua para cubrirlo todo y purificarlo”.Bueno, entonces, basta de recuerdos y anécdotas, de biografías y quejas. A leer la obra de José Maximiliano Revueltas Sánchez (Santiago Papasquiaro, Durango, 20 de noviembre de 1914 – Ciudad de México, 14 de abril de 1976). Nosotros en el club de lectura “Vino con Elena”, los miércoles de 5:00 a 6:00 pm, en un rinconcito que nos presta el restorán “Los Adobes” en Todos Santos, BCS, ya empezamos. Si alguna vez nos visitan, los esperamos. Ya tenemos un año y pensamos seguir. La idea es leer al menos tres o cuatro obras de Revueltas y luego seguimos con Carlos Fuentes. Aquí una muestra de lo que Alonso me contaba:“Hubiese querido romper algo, destrozar algún objeto, alguna materia eterna, resistente hasta la eternidad, pero que él podría convertir en polvo a puñetazos, a dentelladas; la embarcación misma. Se detuvo, jadeante, del lado de la banda de estribor y volvió la vista hacia el muelle. Algo como una fascinación aplastante le hizo sentir que todos los músculos del cuerpo se le aflojaban con una especie de frío repulsivo, lleno, de precisión fisiológica. Ahí estaba el infeliz, ahí estaba el desgraciado. Ahí estaba, en el muelle, aquel niño inverosímil y espantoso, quieto como desde un principio, como desde hacía tres o cuatro horas, igual que una estatua, sin apartar la mirada muda que salía de sus dos grandes ojos atónitos de la figura del contramaestre, fijos sobre él como los de un pájaro disecado que lo persiguiera completamente sin expresión”. (Revueltas 2013. Dormir en Tierra. Editorial Era. 13ª reimpresión. México. Página 113. Primera edición Universidad Veracruzana, 1960).14Es que la capacidad que tenían era impresionante… La valentía en el trazo, la sencillez de la línea y el discurso multisignificativo eran impresionantes…---De acuerdo, pero no nada más hablaríamos del arte prehispánico entonces, se haría necesario mencionar a lo que plasmaron en épocas prehistóricas… Ahí tienes por ejemplo las cuevas de Altamira en España o las cuevas de Chauvet en Francia que son verdaderamente impresionantes…---Desde luego, pero están directamente vinculados… De hecho en México mismo tenemos arte prehistórico en muchos sitios… Los llamados murales de San Jerónimo en Baja California Sur son un claro ejemplo. Lo importante en este caso es hacer conciencia de que el arte mexicano es verdadera escuela mundial y, desde luego, no comienza cuando llegan a México los Maestros Pellegrin Clavé y Villalpando para conformar los primeros vestigios de lo que algunos han dado en llamar la escuela de pintura mexicana. Es necesario considerar que gran parte de las manifestaciones en el arte mexicano han recibido, por fortuna, una gran influencia del arte prehispánico… Y de hecho en muchos trabajadores del arte en el mundo…---Otra vez vas con tu eterna intención de magnificar lo nacional… ---De ninguna manera… Lo nacional no necesita ser magnificado para tener el lugar de respeto y admiración que tiene ante todos en cualquier rincón de la Tierra… Y aquí cabe recordarte que, por ejemplo, Jackson Pollock, uno de los más admirados pintores contemporáneos por gente como tú comprenderás jajajajajajajajaja, fue alumno… Sí, alumno de David Alfaro Siqueiros y el Maestro Siqueiros, muestra esa capacidad de síntesis que tenían en su arte nuestros antepasados…---Calmado, yo no tengo nada contra el nacionalismo, por el contrario, pero hacerte enojar siempre resulta en dinámicas interesantes jajajajajaja… Sea como sea, la gran México-Tenochtitlan siempre tendrá sorpresas para propios y extraños…---Desde luego, es una ciudad maravillosa porque entre otras cosas tiene la mejor oferta cultural del mundo entero y te lo digo con sobrada razón antes de que empieces a cuestionarme a riesgo de llevarte una muy seria y sonora mentada de madre…---¡Jajajajajajaja… Te digo que tus estallidos siempre son interesantes… O simpáticos…! Anda, vamos a disfrutar la exposición.Hace ya más de 5000 años, lo que se conoce como cuenca del Valle de México, comenzó a poblarse… Las primeras manifestaciones poblaciones y los primeros vestigios de agricultura… Lógicamente, toda manifestación creativa que pueda ser considerada artística, se vincula a etapas arcaicas de la organización de los grupos humanos y nuestro territorio no fue la excepción. Tlatilco, Cuicuilco, Azcapotzalco, Mixcoac, Tula y Teotihuacan, florecieron y con ellas las manifestaciones culturales y artísticas. Ya para el siglo XIII, alrededor del año 1200, el centro de nuestro país, léase hoy Ciudad de México, contaba ya con una población de un millón de personas… Intentemos imaginar la impresión que fue para los europeos el contamplar tal magnitud poblacional y todos sus rasgos artísticos y culturales. Su imponente arquitectura, sus murales, los multicolores de muros a cal y canto, su música etc. Todo ese brío, ese impacto, esa magia que la gran ciudad, ya desde entonces la más grande del mundo, tenía, causaba el asombro de los europeos… Se hace necesario considerar que España estaba en pleno Renacimiento, ese movimiento cultural surgido en Italia en el siglo XV y en apogeo en toda Europa en el siglo XVI. De este modo, la amalgama entre las culturas amerindias y las que llegan de Europa con los españoles, fue de tal intensidad que apenas en tres siglos ya había dejado Universidades, Ciudades, Catedrales, vías de comunicación, con un nivel tal que estaban por encima de muchas ciudades Europeas. Surgieron obras y movimientos culturales y artísticos de primera magnitud desde luego vinculadas a la monarquía católica cuya hegemonía en ese entonces era prácticamente universal. Así que, la Ciudad de México, la gran México-Tenochtitlan, ya desde entonces, fue considerada por derecho propio, como el emporio de las artes y el faro cultural de la monarquía católica. En nuestra ciudad, se pintaba, se escribía, se esculpía, se producía arte en general y se exportaba y comerciaba a nivel de cualquier centro cultural, artístico y de poder en general en cualquier lugar del mundo. Parte del extenso y complejo Imperio Español incluída la península. Por eso si bien ya era respetada, conforme pasaba el tiempo, la Ciudad de México fue siendo centro de todo movimiento artístico y cultural del no menos importante territorio mexicano hasta llegar a nuestros días. Desde luego, no se trata de soslayar o minimizar el arte y la cultura de otras ciudades de nuestro país, no. Pero por una u otra razón, todo era manejado y/o derivado a la ciudad de México desde aquellas épocas de la colonia. De aquí se exportaba LA CIUDAD DE MÉXICO EN EL ARTEALBERTO ÁNGEL "EL CUERVO"15* Pintor, autor, intérpretearte pictórico, platería, maques, laqueados, una música excelsa, en fin, arte y cultura que se enviaba a la Corte o casas de gran prestigio comercializadoras del arte en general. Todo ello, fue causando un cierto escozor que motivó el ataque de los habitantes de la provincia a los que habitaban la Ciudad de México por el sólo hecho de habitarla y sobre todo de haber nacido en ella. Los “chilangos” eran criticados en todos los puntos cardinales de México a todo nivel. Sin embargo, miles y miles de jóvenes provincianos, acudimos a esa la “Capital” a buscar una preparación. Llegado el momento de entrar a la escuela preparatoria o secundaria incluso, no había otro camino que el emigrar a la Ciudad de México para ingresar a la UNAM, al IPN, al Conservatorio Nacional de Música, a la Academia de Artes de San Carlos, etc. Y en cada período vacacional de regreso a nuestros lugares de origen, todos aquellos que por una u otra razón no tenían el privilegio de irse a preparar a la capital, buscaban la charla que les hacía viajar por medio del narrador acerca de toda la magia que la Ciudad ofrecía a sus emigrantes… Las jóvenes esperaban el regreso de “los estudiantes” de la capital para una posible relación que les permitiera ser conquistadora del conquistador de la hoy CDMX, posibilidad que conllevaba un cierto prestigio en la dama que lograra la atención del interpelado estudiante. Claro, con todo ello, vino una especie de resentimiento por parte de los que se “quedaban” en provincia y comenzó el ataque a los “chilangos” a diestra y siniestra por el sólo hecho de ser chilangos. Los que habíamos emigrado a la capital, casi obligadamente comentábamos: Vivo en la Ciudad de México, pero no soy chilango, nací en Veracruz, en Morelia, en Querétaro, etc. Se llegó hasta la ignominia como en el caso de algunos lugares en los que comenzaron a fabricar y distribuir impresos con la leyenda: “haz patria, mata un chilango”. Por fortuna, poco a poco fue cobrándose conciencia de que el habitar la Ciudad de México era tanto motivo de orgullo como habitar Guadalajara o Morelia o Veracruz o Mérida o cualquier lugar de nuestro México amado pluricultural por antonomasia y así comenzaron a surgir movimientos en pro de la cultura y el arte por cada rincón del país… Y esta maravillosa publicación en la que colaboramos, La Voz del Norte, es un ejemplo. Cuando comento con alguien que escribo en el único periódico totalmente dedicado a la cultura, la pregunta obligada es: ¿cómo se llama, dónde se publica? Y al responder que en Culiacán, el gesto de sorpresa es inevitable dada la fama de violenta que tiene la región. Por eso me siento orgulloso de colaborar este movimiento que ha contribuído incluso en la transformación de lugares como Tijuana. Cada vez más, es común hablar y oir hablar de festivales culturales de gran importancia en diversas ciudades de la República Mexicana. Ciudades como Guadalajara, Morelia, Querétaro, Guanajuato, por nombrar algunas, son ideales para prepararse, para trabajar, para contribuir al arte y la cultura de exportación. La Feria Internacional del Libro en Guadalajara por ejemplo, es cada vez más importante en el mundo entero… Con todo esto, la fobia por los chilangos y la capital, fue diluyéndose por fortuna. Y la Ciudad de México, cuna de tantos y tantos trabajadores del arte, depositaria de edificios milenarios, museos, escuelas, foros, etc. Sigue siendo la ciudad más grande del mundo no nada más en cuanto a número de habitantes (en este rubro ya hay otras ciudades que le rebasan, lo cual no es nada halagüeño) sino en cuanto a la oferta cultural se refiere. Aquí, vinieron a estudiar, a prepararse, a forjarse un camino gente como Orozco, Rulfo, Ponce o Amado Nervo y Jorge Negrete y el mismo Charro Avitia… Aquí encontraron apoyo y fortuna Julián Carrillo y Nicolás Urcelay y Miguel Lerdo de Tejada y Pepe Guízar y quien usted me nombre de los grandes de la enorme cultura y arte de nuestro país. Aquí, llegó José Alfredo a buscar fortuna y la consiguió. Aquí encontró su plataforma ideal David Alfaro Siqueiros, y Juan Arvizu el tenor de la voz de seda… Y muchos más. En la ciudad de México puede dedicarse cada día del año a disfrutar el arte y la cultura en diversas exposiciones, obras, conciertos y no repetir ninguno… Por eso la exposición que el bellísimo recinto del Museo de la Ciudad de México ofrece, “La Ciudad de México en el Arte. Travesía de Ocho Siglos”, es un gran ejemplo de la oferta cultural de cdmx, la capital, “chilangolandia” amada para quienes nacieron en ella o quienes arribamos con los sueños bajo el brazo y encontramos su calor y su cobijo… Aquí, Silvestre Revueltas encontró el camino, Goitia y muchos más siguen permanentemente alimentando la oferta cultural de la Ciudad de México. Por eso la amo, porque es hoy por hoy, la ciudad con la mayor oferta cultural del mundo.16CARLOS LAVÍN FIGUEROALos protocolos internacionales indican una bandera izada al revés por los habitantes de un país, es símbolo de protesta, además de una señal de auxilio. Y si el invasor es quien la iza de cabeza entonces significa que la plaza ha sido tomada y que esta rendida. El evento se repitió – pero no se publica- en varias ciudades de México, por lo que se puede decir que no han sido errores, sino protestas, incluso ante el presidente de la nación mexicana en la conmemoración 197 de nuestra enseña en el propio Campo Marte y por las mismas Fuerzas Armadas, lo que ha dado mucha tela de donde cortar. Desde 1934, año en que se expide la Ley sobre las características y uso del Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, cada 24 de febrero se celebra oficialmente el Día de la Bandera mexicana. En memoria de la proclamación del Plan de Iguala por Agustín de Iturbide el mismo día de 1821, enarbolando la bandera de las tres garantías, considerada como el primer lábaro patrio de México. El 24 de febrero de 1984 entra en vigor la nueva Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, cuyo artículo 10 a la letra estipula: “El 24 de febrero se establece solemnemente como Día de la Bandera. En este día se deberán transmitir programas especiales de radio y televisión destinados a difundir la historia y significación de la Bandera Nacional. En esta fecha, los poderes de los tres órdenes de gobierno realizarán jornadas cívicas en conmemoración, veneración y exaltación de la Bandera Nacional”.El estandarte de la Virgen de Guadalupe fue utilizado como bandera insurgente a partir del 16 de septiembre de 1810, cuando Miguel Hidalgo decidió tomarla de la parroquia de Atotonilco. Sin embargo, semanas después de iniciada la guerra de Independencia la imagen fue capturada por las tropas realistas en la batalla de Aculco el 6 de noviembre de 1810. La bandera llamada “del Regimiento de la muerte” o “Dolientes de Hidalgo”, en la cual la imagen de una calavera con cuatro huesos descansa sobre una cruz negra y un paño rojo, fue enarbolada, a partir de 1811, por el el cura José María Cos. “Los dolientes de Hidalgo”, como se hacían llamar los miembros del regimiento, tenían como consigna hacer “la guerra a muerte y sin cuartel a los tiranos opresores” pero fueron completamente derrotados por las fuerzas realistas el 2 de enero de 1812, en Zitácuaro.Está plenamente comprobado que en 1847, Juan Escutia no tomó la bandera mexicana que ondeaba sobre el Castillo de Chapultepec, ni se envolvió en ella para luego arrojarse desde lo alto del entonces Colegio Militar. La bandera fue arriada por las tropas estadounidenses y se le regresó a México hasta el sexenio de José López Portillo. El 8 de septiembre de 1847, durante la batalla de Molino del Rey contra las tropas norteamericanas, el capitán Margarito Zuazo, miembro del batallón Mina, se quitó la chaqueta y envolvió su cuerpo con el pabellón mexicano antes de regresar al combate final para caer atravesado por las bayonetas estadounidenses. La bandera ensangrentada se encuentra en el Museo Nacional de Historia.Aunque varios artistas pintaron a Madero llevando la bandera en mano, durante la “marcha de la lealtad”, el día que comenzó la Decena Trágica (9 de febrero de 1913), lo cierto es que las fotografías muestran que nunca la cargó. En una mano lleva la rienda del caballo y en la otra su sombrero. En octubre de 1914, para sellar el pacto que debía surgir de la Convención Revolucionaria de Aguascalientes, antes de iniciar los trabajos, los principales jefes -Villa, Obregón, Ángeles, Villarreal, entre otros-, firmaron sobre la bandera nacional. Durante la Convención de Aguascalientes, Antonio Díaz Soto y Gama, representante del zapatismo, tomó la bandera entre sus manos e intentó romperla señalando: “Creo que la palabra de honor vale más que la firma estampada en ese estandarte, ese estandarte que no es más que el triunfo de la reacción clerical encabezada por Iturbide… Estamos aquí haciendo una gran revolución que va expresamente contra la mentira histórica, y hay que exponer la mentira histórica que está en esta bandera”. El presidente Luis Echeverría rescribió la historia, lanzando un decreto que señalaba a Vicente Guerrero, como el verdadero consumador de la Independencia y negándole su participación a Iturbide. Por lo tanto, también el significado original de los colores de la bandera cambió.Si en 1821, el blanco significaba la pureza de la religión católica; el verde la independencia y el rojo la unión de todos los habitantes de la Nueva España, hacia la segunda mitad del siglo XX, el sistema político mexicano, a través de la historia oficial cambió su significado: el verde era la esperanza; el blanco, “las nieves de nuestros volcanes” y el rojo la sangre derramada por los héroes de la patria. Curiosamente los símbolos patrios que hoy se veneran, la Bandera, el Escudo y el Himno Nacional, fueron realizados por instrucciones de dos de los más terribles “villanos” de la historia oficial: Iturbide que ordenó la confección de la bandera y posteriormente del escudo y Santa Anna, quien durante su último gobierno (1853-1855) convocó a un concurso para componer la música y la letra del himno nacional. Finalmente diré que los colores de la Bandera tienen su origen en la mitología prehispánica y significan las tres Eras anteriores de la humanidad, colores que después se toman para las alas del ángel que sostiene a la Virgen de Guadalupe y que representa al pueblo mexicano levantando a la Virgen Guadalupana.P. D. Hasta la próxima* Historiador y cronista de Cuernavaca LA BANDERANACIONALFUEIZADAAL REVÉS17LETRASPARA VIVIRSYLVIA TERESA MANRÍQUEZMás allá de este lugar de cólera y lágrimasdonde yacen los horrores de la sombra,sin embargo, la amenaza de los añosme encuentra, y me encontrará sin miedo.No importa cuán estrecho sea el camino,cuán cargada de castigos la sentencia,yo soy el amo de mi destino,soy el capitán de mi alma.Fragmento de “Soy el amo de mi destino” de Nelson MandelaCreo firmemente que la literatura abre puertas, crea caminos, permite soñar en mundos conocidos y guardados íntimamente, permite relatar los sueños que nos están esperando. Ya sea en la ciudad, con los amigos o en el mar, entre cuatro paredes o desde una ventana azul, los sueños, los recuerdos, lo añorado, está ahí, está aquí, reclamando su derecho a ser narrado a través de sus escritos. Fue la presentación de “La ciudad, los amigos, el mar”, escrito por mujeres internas en el Cereso de Hermosillo, Sonora. Tuve el honor de presentarlo y compartir con las autoras el gusto por ver las letras desarrollarse al interior de un reclusorio. Agradezco al escritor y periodista Carlos Sánchez porque sin él no habría sido testigo de la solidaridad en que se vuelven las letras en un lugar así, le agradezco su trabajo en los talleres de creación literaria, que se convierta en una especie de guardavías para las letras de quienes se encuentran recluidas en los Ceresos. Se agradece la voluntad de autoridades que ven en estas manifestaciones algo positivo y las permiten, que celebran cuando las letras germinan y nace un libro entre esas paredes. No es fácil decidirse a escribir y menos hacerlo de conocimiento público. Ellas lo hicieron, nos ofrecen sus relatos, sus historias, esa parte de su vida, real o inventada que nos dejan conocer en este libro.Perder la libertad es parecido a quedarse sin aire. Se sigue viviendo, respirando, latiendo, con una extraña necesidad de decir, escribir, compartir, gritar, enseñar. Las letras se vuelven refugio y compañía, una nave formada de recuerdos que se habita para sobrevivir lo mismo que en un refugio. Y aunque la vida no es fácil en un Cereso, ellas hablan de amores, nos enseñan que el cielo y los ojos tienen gran similitud. En “La ciudad, los amigos, el mar” leí sobre decisiones que les gustaría no haber tomado, de adicciones y tatuajes, de una agüita de coco que nos enfrenta al dolor. Leí que el tan temido Alzheimer puede ser en realidad un aliado para borrar malos recuerdos. Las letras de estas mujeres me permitieron volver a ver aquellas estrellas que observé en * Autora y productora de radio Sonorala infancia, desde mi catre tendido en el patio, y el temor que me daban las sombras entre las copas de los árboles. ¿Quién no conoce las cosquillitas en el corazón al oír un claxon conocido? Ese motor de tráiler que promete conjurar la soledad. Quién no guarda esperanzas en el lucero de la noche… En esta vida loca todas tenemos momentos que quisiéramos cambiar. La lluvia con recuerdos nostálgicos de semillas, de abuelas con olorosas tazas de café, abuelos que nos esperan en el cielo, sonrisas soltadas al viento a pesar de los malos tiempos.Leí sobre la radio, algo importante para mí, al que he entregado más de 30 años de mi vida. Levantarse cada mañana con una rola, recordar a alguien en cada canción; la radio como compañera, proveedora de sueños. Me encontré el sentir de las autoras respecto a la radio, ese aparato por el que mi voz, mis palabras y mensajes lleguen a ellas. “La ciudad, los amigos, el mar” es un libro especial porque inesperadamente somos testigos de cómo estas mujeres se apropian de su libertad para escribir, sin saberlo, de todos nosotros. Cierto que la vida es libre hasta que deja de serlo y bien pueden ellas dar testimonio en todas estas historias que les permitieron conocer una nueva libertad: la de escribir y ser leídas. Felicito a mis colegas escritoras, que forman parte de un gran colectivo de mujeres reclusas de todo el país y del mundo, que alzan las letras para demostrar que en ese lugar –los Ceresos- la vida continua y exige ser narrada y compartida, hay mucho que decir, que late con fuerza y exige ser contado. Recomiendo la lectura de “La ciudad, los amigos, el mar”, letras para vivir la libertad de recordar y soñar. 18Emancipándonos de lademocracia (y de Rancière). FRANCISCO TOMÁS GONZÁLEZ CABAÑASTodo lo que no expresamos, se constituya, tal vez, en lo que nos incordia, en lo que nos compone sin que sepamos muy bien porqué, desde cuándo o desde dónde. El giro, al articular palabras, que por lo general, rebaten, contrastan, reconvierten esos conceptos subyacentes, eso con lo que convivimos, como una suerte de herencia, un remolino de vocablos performativos, axiomáticos, peticiones de principios, harto condicionantes, se articulan en una actitud libertina o libertaria, en donde el regurgitar, el articularlo como lenguaje, nos sitúa en una especie de lugar, como de tiempo distinto, fácilmente caemos en la conclusión de que por dejar fluir, dejar correr, hacer pasar esta reacción, automática o automatizada, nos termina de transformar en seres que escogemos ejercitar una de las facultades mayores de la humanidad, ser libres, en tal habla, de esas estructuras que nos pretendían determinar. ¿Pero no existe nada más que esto? Es decir ¿nos conformaremos con este modo de ser, de ejercitar nuestra libertad de pensar en el mundo?.Parece, al menos para gran parte del mundo académico-intelectual, como del intelectual-mediático y de todo los que estas grandes estructuras terminan de influenciar, que debemos estar satisfechos con esta mecánica de lo humano en donde orbita, funge, cumple su cometido la inercia del pensar.Subsiguientemente, ciertos ropajes, etiquetas, prejuicios, de los que luego, oportunamente, quién las usufructúe, cuando no les sirvan más, las denunciara como arrogantes, pedantes e infames, servirán para travestir este automatismo, esta razón instrumental, para edulcorar la misma, para hacer pasible y admisible, una suerte de producto o de resultante de lo humano, de la más alta interacción de esa humanidad con su ambiente, el razonamiento intelectivo, la intuición existencial, el señoreo sobre las posibilidades y los límites mismos. No será lo mismo, sí lo que se dice, proviene de una mente alemana o francesa, que de cualquier otra aldea, sea esta occidental o de otro lar. Esta mirada, lisa, ramplona, casi etérea, se sostiene en toda y cada una de las investigaciones que se puedan hacer en la amplia como en la corta historia de la intelectualidad. Hacernos cargo de que le damos este valor, a este disvalor, cuasi racista como xenófobo, nos sitúa a todos y cada uno de los que no reaccionamos en una suerte de sana rebeldía a esto, como cobardes, o lo que es peor, como cómplices.Seguir creyendo aún, con argumentos más o menos, que la humanidad pudo haber alcanzado una mayor extensión en su comprensión o en la comprensión de lo humano, por tener la posibilidad de elegir sí vestir un pantalón, una pollera o un taparrabos, de color distinto todos los días diversos, no nos sitúa como militantes, seguidores o adscriptos de una idea social, política, antropológica o filosófica, nos determina básicamente en nuestra grandilocuente estupidez.Desde ya que todos formamos parte del fango, del que no podemos escapar. Algunos, tenemos cierto deseo de evadirnos, de salirnos, de emanciparnos del mismo. No 19* Autor y filosofo argentinonecesariamente, debemos por ello, el tratar de convencer a otros, que sientan o que pretendan lo mismo o algo semejante. Sin embargo, nos asiste el derecho, de brindar la mirada, la perspectiva, de que esos otros, amuchados, asardinados, ensortijados en la dinámica automatizada de creer que son libres, reaccionando, estentóreamente a lo que los determina, no podrían tener el deseo, de salirse también de ello, de esa imagen que describimos como fango. Es decir no apuntamos ni a tener ninguna fórmula mágica, elixir metódico y ciencista incontrastable, siquiera verdad o verosimilitud en que salir de tal lugar pueda resultar positivo o aprovechable. Sólo soslayamos, tímidamente, que tal vez, algunos otros puedan tener ese mismo deseo que nos asiste, de allí a querer o poder llevarlo a cabo, será toda otra cuestión en sí misma en la que no podemos ni queremos intervenir.El caso puntual, para graficarlo, para hacerlo más asequible, más equiparable con todo lo que pueda estar sucediendo colateralmente, bajo estas mismas referencias, es el autor francés J. Rancière y algunas consideraciones marginales de su obra. Partir de su origen ya es toda una complejidad en sí misma, dado que su condición de francés, excede ya la noción del estado-nación territorial, el hombre nació en África. Pese a la barbarie de los imperialismos, culturales e intelectuales que tuvieron origen en ocupaciones o conquistas bajo fuego, la reconversión que realizan de esta historicidad es excelsa. Nosotros los Latinos (término que nos define también desde esa “francesidad”) sin embargo, en vez de considerarnos, parte de la Europa de ultramar (lo cual nos significaría pertenecer a tal recinto del privilegio) nos negamos en tal condición, y nos compramos las revueltas o revoluciones, de facciones de nuestros antecesores que por disputas vanas de poder, se apoderaron del significante de patria, de la américa nueva, independizada de Europa. Tal vez sin preguntarnos, nos quedamos con esa herencia, de ese sector que triunfó en tal entonces, pero que hoy se expresa en un fracaso rotundo. Es decir, si revaloráramos nuestra pertenencia Europea, nos deberían como mínimo indemnizar o darnos el lugar para que nuestros ciudadanos tengan la posibilidad de tener una vida de estándares europeos actuales. Sin embargo, y gracias también, a esta conquista que padecemos desde la intelectualidad, los que podrían pensar, lo hacen bajo este automatismo, les regalan a sus conciudadanos, a sus compatriotas, la idea de la patria independiente, que pese a estar transida, sufrida en hambre y marginación, sigue discutiendo bajo parámetros, europeos y por ende dominantes.Prueba de esto mismo es que deben ser contados, los intelectuales que negadores de nuestra europeidad, y envalentonados en ese ideal falso de la independencia, se mostraron incólumes a entablar diálogos europeizantes, a disputar conceptos, para en el fondo negociar, migajas de reconocimiento como de adulación, cultural-académico-intelectual, en algún rincón de una facultad de Europa o al menos de un café en donde se departe, tras la máscara de ese cacao que se extrae en basurales de lo humano, mediante el trabajo infantil y esclavo de africanos que no tuvieron la suerte de nacer en la parte francesa.Transportándonos a lo textual, y sin entrar en otros aspectos novelescos (no queremos preguntar sí en su obra “La lección de Althusser” su maestro le brindo perspectivas acerca de que representaba la mujer como género, dado que seguramente lo hizo antes de haber sido internado en un psiquiátrico tras matar a su esposa) tanto en “La emancipación del espectador”, como en “El odio a la democracia”, la circularidad, como el maridaje de conceptos antagónicos, contrapuestos y agonales, funciona, funge, como si lo humano se redujese a un algoritmo propio de un producto de la inteligencia artificial.El significante extenso en que convierte a lo democrático, desnuda al autor en su pretensión, siempre imperial, que por intermedio de tal formulismo, la política, la libertad y el pueblo, se expresen siempre en tal nombre, bajo el respaldo, de intelectuales que brillen desde el opúsculo donde aleccionan y nos someten en este juego de palabras, del que ya Platón hubo de encontrar la salida, con la participación, como tercero en discordia que desplaza los planteamientos binarios o antagónicos.El poder emanciparnos, desembarazarnos de lo democrático, es precisamente, el salirnos de este frontón, de este peloteo, de este fango en donde sólo existen dos caminos, entrar o salir. La propuesta, desde este no lugar en el que expresamos, es la de escuchar el deseo de poder hacer otra cosa. La etiqueta, el corset, la democracia como estructuración nos determina en lo anterior, en lo subyacente que debemos ir en busca o al rescate.Tampoco en lo político, debemos acudir a la reacción, a la contrastación con eso otro, a lo que reaccionamos o lo que creemos elegir reaccionar. Lo acabamos de hacer en este artículo, apartándonos de la acción de reaccionar ante la incomodidad, la insatisfacción que nos genera el actual sistema político, fuimos a la búsqueda de responderle a otro (en este caso Rancière) que hubo de pensar en tales términos (la de la reacción, el juego de antagonismos) bajo la argucia de que desarrollamos nuestra más alta facultad como humanos, la de pensar en libertad.Como vemos, como sentimos, como padecemos u observamos, esto no alcanza, ni tampoco alcanzará para que bajo términos, nociones o sentimientos democráticos, los millones que no comen hoy lo puedan hacer.Si no nos emancipamos de conceptos, de sentimientos, de formulaciones, de etiquetas como de etiquetadores, difícilmente podamos ejercer nuestra facultad de constituir un mundo, o una aldea mejor, o al menos en donde todos, o casi todos puedan comer, dándole el nombre que fuese o habiéndola pensado previamente la persona que fuere.Todo lo que queremos, como lo que no, expresar es que, lacónica como agónicamente, el tiempo de las palabras parecen ir perdiendo espacio como posibilidad, ante el hambre desesperante de tantos, lo peor que podemos hacer es darle sentido a quiénes juegan, con los vocablos para llenar sus necesidades espirituosas, dado que las otras la tienen sobradas (las básicas) y sobre todo, alertar de su complicidad a los que, mecánica, como autónomamente, los aplauden.Next >