Flora de Sinaloa: El tabachín silvestre.

Por Luis Antonio Martínez Peña*

El tabachín silvestre como su nombre lo indica es un arbusto que crece de manera espontánea a la orilla de los caminos y en el monte de las costas calurosas de Sinaloa. Maximino Martínez en su Catalogo de nombres vulgares y científicos de las plantas mexicanas le da al tabachín silvestre también el nombre de “tabachino”, su nombre científico el de “Caesalpina pulcherrima” es leguminosa, pues da su fruto en vainas pequeñas y planas, le adjudica una gran dispersión geográfica por el territorio nacional, pero sobre todo, crece en climas cálidos y semidesérticos y en lugares de selva seca caducifolia como es nuestro caso en las costas de Sinaloa.

Este arbusto aunque lo veía plantado en distintas partes de Mazatlán pasaba desapercibido. Llamó mi atención un ejemplar que vi en El Fuerte, durante el mes de junio de 2011. Fue en una de las calles de aquella vieja villa que aspira a pueblo mágico y a vivir de la actividad turística donde vi plantado un tabachín en una banqueta y estaba muy bien cuidado, cerca de la puerta de entrada a una casa señorial, aquel arbolillo no alcanzaba los dos metros de altura, por esa razón en algunas partes lo conocen también como “tabachin enano,” pero es esa característica lo que lo convierte en atractivo, pues es un arbusto que lo puedes ver a plenitud y disfrutar de cada una de sus partes , su tallo es leñoso y tiende a torcer, su follaje verde y ramificado con hojas pequeñas y ovaladas dispuestas de manera alternada y de forma palmeada para hacer más eficaz su estrategia de captar la luz solar; su floración era extraordinaria , en grandes espigas de flores de color rojo con amarillo , muy vistosas como los gallitos del tabachín, pero más pequeñas y de colores vivaces. Entre las flores revoloteaba en incansable labor de recolección de néctar un colibrí. Así como el colibrí, también yo quedé enamorado de aquél arbusto y me propuse plantar algunos en la época oportuna.

No pude hacer colecta de semilla de aquel ejemplar, porque caminaba con un grupo de personas que en ese momento teníamos otros intereses y el tiempo no se me dio. Además cuando el árbol que atrae nuestra atención es de un particular hay que pedir permiso y a veces entrar en conversación para conocer el cuándo y el cómo de la plantación y cuidado se lleva su tiempo. Conocer esa información es necesario para alcanzar el éxito si vamos a plantar arbolitos o plantas de cualquier tipo, pero además es interesante entablar conversación e iniciar con nuevas amistades en base a intereses comunes.

El pasado mes de abril cuando me disponía a entrar a las instalaciones de ciudad universitaria de la UAS descubrí un par de hermosos ejemplares de tabachín silvestre en plena floración y con sus vainas, pequeñas de café oscuro de unos ocho centímetros reventando y esparciendo sus semillas por el suelo. En espera de las condiciones propicias de humedad para germinar y convertirse en nuevas plantas. Corté algunas vainas y me las llevé a casa; de ellas obtuve dos docenas de semillitas planas de color café claro y las planté en algunos envases de tetrapack rellenos de tierra y hojarasca. No pasaron muchos días cuando empezaron aparecer y en estas fechas de mediados de mayo cuento con una docena de arbolitos de tres o cuatro pares de hojitas en pleno crecimiento. Lo que sigue es muy importante puesto que buscaré donde plantarlos. Hace un año que vi el arbusto en El Fuerte y hoy tengo los suficientes para sembrar en algún camellón o parque de la ciudad. Nada más esperaré que caigan las primeras lluvias del verano y a plantarlos para que crezcan con los beneficios del agua que cae del cielo.

*Facultad de Ciencias Sociales,