SARA AVILÉS GAXIOLA
El jengibre es una planta nativa del sudeste asiático. Su rizoma, o tallo subterráneo, se caracteriza por un sabor picante y un aroma muy particular. El uso del jengibre fue reportado por primera vez en China e India hace alrededor de 5000 años. Estas poblaciones utilizaban el jengibre como saborizante en los alimentos y además como planta medicinal, haciendo principalmente infusiones, mismas que fueron empleadas en el tratamiento de diversas dolencias. Estas mismas infusiones fueron documentadas en manuscritos de medicina tradicional iraní, donde se especificaba el uso de tónico de jengibre como una solución para “expulsar viento” del estómago e intestino, lo que conocemos actualmente como inflamación o colitis 1.
En el siglo I, comerciantes llevaron el jengibre a otros lugares como la región mediterránea y no fue hasta el siglo XI que su uso se expandió por Europa hasta llegar a Inglaterra. Precisamente, a la reina Isabel I se le atribuye la invención de las galletas de “hombre de jengibre”, que posteriormente se convirtieron en un regalo navideño popular en este país. En cuanto a México, el jengibre fue traído por los españoles poco después de la conquista.
Actualmente esta planta es cultivada no solo en Asia, sino también en África, Australia y América latina, donde además se ha popularizado el consumo de otras plantas medicinales pertenecientes a la misma familia, como la cúrcuma y el cardamomo.
El jengibre está compuesto por carbohidratos, proteína, fibra y minerales en un 58.21, 11.65, 8.30 y 7.45%, respectivamente. Los principales minerales son potasio, calcio y fósforo y las vitaminas más abundantes son las pertenecientes al complejo B, reconocidas por ser esenciales en numerosos procesos de función cerebral, y la vitamina C, potente antioxidante y necesaria para la síntesis de colágeno. Entre los principales compuestos bioactivos del jengibre, y responsables por su sabor picante, destacan las cetonas, especialmente los gingeroles, a los cuales se les atribuye principalmente los efectos benéficos de este tallo.
Esta larga y establecida historia del uso medicinal del jengibre, ha estimulado la realización de ensayos clínicos con el fin de evaluar científicamente su efectividad como terapia adyuvante o como medicina complementaria y alternativa en una serie de enfermedades, especialmente enfermedades gastrointestinales. A continuación, se resume lo encontrado en estudios recientes.
Dispepsia
La dispepsia se define como un trastorno digestivo que se manifiesta después de la ingesta de alimentos. Los síntomas más frecuentes son pesadez, dolor estomacal, ardor y flatulencia. Esto puede ser ocasionado por ingesta excesiva de alimentos o por intolerancia a alguno de ellos. Se ha encontrado que el jengibre favorece la disminución de la generación de gases en el tubo digestivo, disminuyendo síntomas asociados a colitis. Además, disminuye calambres intestinales e inflamación abdominal. Tras un estudio clínico, se determinó que lo anterior se logra tras el consumo de 2 gramos de jengibre fresco 3. En otro ensayo clínico se determino que este mismo efecto es logrado tras consumir té de jengibre 4.
Nauseas y vómitos
Las náuseas y vómitos pueden presentarse en cualquier persona a cualquier edad. Sin embargo, estos síntomas se caracterizan por afectar al 80% de las mujeres embarazadas durante el primer trimestre. El impacto del consumo de jengibre como alternativa para aliviar las náuseas y los vómitos durante el embarazo, ha sido ampliamente investigado en ensayos clínicos durante al menos 30 años. Los estudios han demostrado que 1 g de jengibre fresco al día es efectivo disminuyendo significativamente estos síntomas durante el periodo de gestación. Una de las ventajas reportadas es que no se generan efectos secundarios 5.
Por otro lado, es bien sabido que posterior a cualquier cirugía y provocado por la anestesia, se producen nauseas en los pacientes. Para esto, se recomienda el consumo
de 500 mg de jengibre fresco. Esta misma dosis se indica a atletas y personas que realizan actividad física de moderada a alta para aliviar las nauseas provocadas por el esfuerzo.
Síntomas del síndrome premenstrual
La mayoría de las mujeres en edad reproductiva tienen molestias físicas desde una semana previa a la menstruación. Los síntomas a menudo son leves, pero pueden ser lo suficientemente graves como para afectar sustancialmente las actividades diarias.
Mediante un ensayo clínico se determinó que la ingesta de 750 a 2000 mg de jengibre durante 3 días previos al periodo menstrual y durante el mismo, disminuyen la gravedad de los síntomas físicos, mejorando también el estado de ánimo de quienes lo consumieron 6.
Conclusión
A pesar de que su uso no es tan común en la cocina mexicana, el jengibre se puede incluir de la siguiente manera: masticando una rodaja de jengibre unos minutos antes de cada comida, agregándose fresco a bebidas, aderezos y platillos y la forma más común, mediante la elaboración de infusiones. Para esto, se añade un trozo de jengibre en agua hirviendo y tras dejarse unos minutos, el agua es consumida como té. El jengibre podría considerarse una opción alternativa, inofensiva y efectiva para las mujeres que sufren los síntomas de náuseas y vómitos durante el embarazo, así como la sintomatología del síndrome premenstrual. Además, el jengibre contiene propiedades antiinflamatorias que lo convierten en un remedio casero para aliviar problemas musculares y articulares. Muchos de estos efectos se asocian a los componentes activos en el jengibre como gingerol, shogaol y paradol.
1-Khodaie, L., & Sadeghpoor, O. (2015). Ginger from
ancient times to the new outlook. Jundishapur journal of
natural pharmaceutical products, 10(1).
2-Ajayi, O. B., Akomolafe, S. F., &Akinyemi, F. T. (2013).
Food value of two varieties of ginger (Zingiber officinale)
commonly consumed in Nigeria. ISRN nutrition, 2013.
3-Micklefield, G., Redeker, Y., Meister, V., Jung, O.,
Greving, I., & May, B. (1999). Effects of ginger on
gastroduodenal motility. International Journal of Clinical
Pharmacology and Therapeutics, 37(7), 341–346.
4-Ghochae, A., Hekmat Fshar, M., Amin, G., Ali Vakili,
M., Eshghi Nia, S., Sanagoo, A., & Joybari, L. (2013). The
survey of the effect of ginger extract on gastric residual
volume in mechanically ventilated patients hospitalized
in the Intensive Care Units. Advances in Environmental
Biology, 7(11), 3395–3400.
5-Giacosa, A., Morazzoni, P., Bombardelli, E., Riva, A.,
Bianchi Porro, G., & Rondanelli, M. (2015). Can nausea
and vomiting be treated with ginger extract. European
Review for Medical and Pharmacological Sciences,
19(7), 1291–12960
6-Kashefi F, Khajehei M, Alavinia M, Golmakani E, Asili J.
Effect of ginger (Zingiber officinale) on heavy menstrual
bleeding: a placebo-controlled, randomized clinical
trial. Phytother Res. 2015;29(1):114-119. doi:10.1002/
ptr.5235
Estudiante del Doctorado en Ciencias
en el CIAD-CONACYT en Culiacán, Sinaloa