MARÍA TRINIDAD LÓPEZ LARA
Mayo es el mes de la Madre, y el de María, pero también un mes muy popular para casarse razones suficientes para celebrar, porque es en este mes también, cuando hay un jardín en cada prado lleno de flores, pero este 10 de Mayo de 2020 “Día de las Madres”, ha sido afectado en su tradicional festejo por un virus llamado COVID-19 que tuvo su origen en los últimos días del 2019 en Wuhan, China, y poco a poco se fue extendiendo a lo largo del mundo, considerado una pandemia el coronavirus llega a nuestro país y el primer caso confirmado se presentó en la Ciudad de México en el mes de febrero y se trató de un mexicano que había viajado a Italia y presentaba síntomas leves; pero para marzo ya se daba el primer fallecimiento por esta enfermedad. A partir de ahí, la Secretaría de Salud ha implementado una serie de medidas para prevenir y controlar los contagios en el país, entre las cuales se incluyeron la extensión del período vacacional de semana santa en todos los niveles educativos, la restricción de eventos masivos y la recomendación de resguardo domiciliario a la población en general, sumando las medidas básicas como el lavado frecuente de manos, etiqueta respiratoria, saludo a distancia uso de cubre bocas, en fin una serie de reglas a acatar ya que la fase más crítica se espera a partir del 09 al 29 de mayo, ocasionando con ello una serie de medidas para quedarnos en casa y evitar salir solo hacerlo para actividades esenciales. Así llega el 10 de mayo con una celebración diferente ya que el Covid-19 puso en cuarentena a muchas mujeres que son madres, siendo las más vulnerables las mayores de 65 años, y en esta fecha se tendrá que respetar el #QuédateEnCasa.
La celebración del Día de las Madres en México es tan significativa como una fecha histórica o los festejos decembrinos. Pero ante la emergencia sanitaria que vive el país a causa del COVID-19, esta no podrá realizarse como todos los años. No habrá festivales en las escuelas, ni “Las mañanitas” en vivo, y tampoco la posibilidad de celebrar en algún restaurante. Esto debido a las medidas de distanciamiento social implementadas por los gobiernos y las autoridades sanitarias para evitar la propagación del nuevo coronavirus. Con estas noticias y acontecimientos del orden mundial y local, es que escribo este artículo para las Madres, lo hago con temor, tristeza y mucha preocupación sobre la situación de riesgo sanitario que vivimos que parece ya una eternidad el confinamiento que llevamos y ¿qué nos espera? quizás un futuro incierto ya que depende de las decisiones gubernamentales y de los acatos sociales para la reincorporación a un estilo de vida diferente, se dice hasta hoy que a partir del primero de junio podremos vivir esa etapa de reincorporación a nuestras actividades cotidianas, pero lo cierto es que con esto que está ocurriendo vemos una fragilidad en el mundo entero por una pandemia. Este riesgo de salud, nos acerca a la oración para no tener miedo y si mucha fe y esperanza, la oración puede sacarnos del torbellino del temor, y ser una influencia sanadora y tranquilizadora para nosotros. La Virgen Santísima vivió la fe en una existencia plenamente humana, la de una mujer corriente. Durante su vida terrena no le fueron ahorrados a María ni la experiencia del dolor, ni el cansancio del trabajo, ni el claroscuro de la fe, aquella mujer de pueblo, que un día prorrumpió en alabanzas a Jesús exclamando: «bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te alimentaron», el Señor responde: «bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica». Era el elogio de su Madre, por eso la Virgen es la mejor maestra, pues siempre se mantuvo en una actitud de confianza, de apertura y de visión de Madre, recuerdo las ofrendas florales en este mes dedicadas a María, todas las niñas vestidas de blanco y sus flores blancas, jazmines, gardenias o las más tradicionales que son las azucenas; significando la pureza y su virtud, un homenaje y una acción de gracias dedicadas a María, en ello está la Maternidad, donde todo amor comienza y termina, un triunfo de la vida, un viaje mágico que lucha por seguir un camino correcto, un vínculo de sangre entre la madre y el hijo. Gracias a ese vínculo hemos ido desarrollando nuestras emociones, nuestros sentimientos y nuestra capacidad de comprendernos. Por eso, y por darnos la vida, el legado de una madre es el más esencial de nuestra existencia. El amor de una madre es único y no existe en el mundo alguien que nos pueda amar igual a como lo hace la mujer que nos dio la vida. Por ello a continuación les escribo un relato de un Rey sabio y justo, que tenía una forma muy clara de aplicar la justicia.
El Rey Salomón y el Juicio de las dos Madres.
Cuentan que durante el reinado de Salomón, dos mujeres entraron en la sala para ser juzgadas. Ambas aseguraban ser la madre de un bebé.
Lo cierto es que una de las mujeres había perdido a su hijo. Había aplastado a su propio bebé mientras dormía. Y ella, al descubrirlo, había enloquecido, robándole el bebé a otra madre que vivía en su misma casa.
Pero… ¿cómo podía saber Salomón cuál de ellas decía la verdad y qué madre estaba mintiendo?
No le haga caso, gran rey Salomón-decía una- ¡Está mintiendo! El bebé es mi hijo.
¡No! ¡Es ella quien miente! ¡No escuchéis sus lamentos, porque son falsos!- decía la otra- Me robó el bebé y ahora dice que es suyo. ¡Y el suyo murió!
El rey Salomón no podía saber cuál de las mujeres mentía, así que tras un rato de reflexión, se levantó de su asiento, y con voz fuerte dijo:
Soldado, trae una espada y parte al bebé en dos. Así cada mujer tendrá una parte.
Entonces, la madre verdadera sintió un terrible dolor en su corazón y gritó:
¡No! ¡Por favor, no hagáis eso! ¡Dádselo a ella! ¡Es suyo! Pero no le hagáis daño al bebé.
La otra mujer, por su parte, murmuró:
Pues ni tuyo, ni mío. Así no será de ninguna. Que lo partan en dos, pues. Y antes de que el soldado llegara hasta el bebé con la espada, el rey Salomón dijo:
Detente, soldado, ya no hace falta. Y entrégale a esta mujer que llora su bebé. Ahora sé que es ella, porque una madre preferiría entregar a otro a su hijo antes de ver cómo le hacen daño.
En esta fecha tan especial el festejo será de manera virtual para que las madres lo puedan disfrutar desde casa, guardando la sana distancia, se harán video llamadas, y algunas otras actividades, pero se hace una invitación a posponer la celebración del Día de las Madres al 10 de julio debido a la emergencia sanitaria que se vive por el coronavirus.
Hay personas que amo.
Pero la distancia hasta el cielo me impide hacerlo, pero hoy, las abrazo con mis oraciones.
Dedicado a mis dos Madres ya fallecidas
Mamá Inesita y Mamá Triny