SANTOS LÓPEZ LEYVA
El profesor Juan Valdés nació en el Jalón (Progreso), Mocorito, Sinaloa, el 21 de agosto de 1928, allí estudió hasta tercero de primaria, porque era el máximo nivel de estudios que había en dicha comunidad, para completar este nivel educativo se trasladó al pueblo de Mocorito, donde se encontró con profesores de la calidad de Antonia (Toñita) Velarde, María del Refugio (Cuquita) Velázquez y Constancio Rodríguez, este ciclo educativo lo terminó en 1944. El 2 de mayo de 1945 se inició como profesor en la comunidad de Caitime, que en ese tiempo pertenecía al municipio de Mocorito. Era una escuela unitaria, es decir de un solo profesor. En esa comunidad también tuve mis inicios en la carrera magisterial, pero veinte años después, el 3 de noviembre de 1965, para esta fecha, la comunidad de Caitime ya pertenecía al municipio de Salvador Alvarado, la escuela contaba con un nombre, Benito Juárez y trabajábamos en ella dos profesores.
Después de casi cinco años de trabajo en la anterior comunidad lo cambiaron a Rosa Morada, donde había un escuela a nivel de primaria elemental, es decir llegaba hasta el cuarto grado, allí fue director e impartía el cuarto año, en tanto que otros tres profesores impartían los grados restantes. En esa comunidad pasó dos años, para cambiarse al pueblo que lo vio nacer, El Jalón.
En septiembre de 1953 fue ascendido a maestro “A” de primaria con plaza en la escuela Benito Juárez de la cabecera municipal. Estando en Mocorito se le despertó el deseo por estudiar la carrera de maestro normalista, inscribiéndose en el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio (IFCM), institución que había fundado don Jaime Torres Bodet con la finalidad de preparar al magisterio mexicano y de la cual egresamos muchos profesores, ya que teníamos la facilidad de trabajar y estudiar. Durante cinco ciclos escolares tuvo a su cargo el cuarto grado, pero al avanzar en sus estudios en el IFCM se le confirió la responsabilidad de atender el sexto grado, donde varios alumnos que lo habían tenido como profesor en el cuarto grado lo volvieron a tener como maestro.
Docencia fuera de Mocorito
Con la finalidad de que sus hijos pudieran estudiar en la universidad, el profesor Juan Valdez solicitó su cambio a Culiacán, pasando primero comisionado al Departamento de Estadística de la Dirección de Educación, después a la escuela Gral. Álvaro Obregón, el siguiente puesto fue como director a la escuela Agustina Ramírez de Tierra Blanca, pero donde sentó sus bases fue en la escuela vespertina “Gral. Ángel Flores”, de la cual expresa gratos recuerdos, siendo director de esa escuela se jubila en 1980. En Culiacán también desempeñó su labor académica en otras instituciones, tales son los casos de la Preparatoria Central de la Universidad Autónoma de Sinaloa, escuela secundaria “Profr. Rafael Ramírez”;en la “Webster”, que era un instituto comercial y secundaria, y finalmente, en la Escuela Normal de Sinaloa, en la mayoría de los casos impartiendo la materia de Geografía.
Después de su jubilación cambia su residencia a la ciudad de Guadalajara, pero como él dice en su autobiografía… me di cuenta de la falta que me hacía trabajar; sentía una angustia y los días se me hacían eternos…, por lo que buscó trabajo y empezó su cátedra de Geografía el 6 de agosto de 1980, en la preparatoria de varones de la Universidad Autónoma de Guadalajara.
En lo familiar
El profe Juan fue hijo de Rosa Inzunza Castro y Simón Valdés Rivera, se casó con Elvira Jiménez Bojórquez, con quien procreó siete hijos: Max Gamaliel, Saulo Javier, Juan Amílcar, Joel, Jesús Iván, Rosa Elvira y Dulce Karín. Con su esfuerzo logró que todos terminaran una profesión, meta que siempre tuvo presente, lo cual, para él, constituyó en gran orgullo.
Muchos mocoritenses fuimos alumnos de este mentor, en lo particular, fui su alumno en sexto grado en el ciclo lectivo de 1961-1962, fue un profesor preocupado por desarrollar su actividad de la mejor manera, responsable con su grupo buscando siempre que sus estudiantes aprendiéramos lo más posible. Se podía detectar su interés por la enseñanza de la geografía, de sus clases aprendí mucho acerca de esta temática. Recuerdo que siempre estaba dibujando y pintando mapas, hicimos un planetario con madera, alambres y los planetas eran esferas de papel periódico mojado y molido. Era un maestro que siempre se preocupaba por la preparación de material didáctico para sus clases, brindaba mucha importancia a este tipo de recursos didácticos; pero además, siempre mostró mucho ingenio para la elaboración y mística en el uso de este material. En la actualidad, a pesar de la intensificación del uso de las nuevas tecnologías en la educación, no debemos olvidar que la utilización de material didáctico es un elemento que fortalece el proceso de enseñanza aprendizaje.
De Juan Valdés tenemos que rescatar su mística, su entrega al trabajo, la atención a los estudiantes, su apego, amor y responsabilidad familiar, y la preocupación por hacer de la escuela y el salón de clases un lugar placentero, limpio y acogedor.
El autor agradece al matrimonio de doctores María del Rosario Soto y Joel Valdés Jiménez por la información proporcionada.
Profesor de la Facultad de Economía y Relaciones
Internacionales de la Universidad Autónoma de
Baja California