Por: Sofia Mireles Gavito
Después de ser tomada Puebla por los franceses en junio de 1863, el Gral. Porfirio Díaz regresó a Oaxaca a fines de octubre de 1863 para instalar su Cuartel General de Cuerpo de Ejército de Oriente con jurisdicción en los estados de Oaxaca, Veracruz, Chiapas, Tabasco, Yucatán, Campeche y posteriormente Puebla y Tlaxcala, organizando una nueva brigada de infantería que puso al mando del General Cristóbal Salinas. La brigada la integraban los batallones: Morelos, al mando del teniente coronel Rafael Ballesteros, Batallón Juárez, al mando del coronel Joaquín Terán y el batallón Guerrero, al mando del teniente coronel Rómulo Pérez.
Al conocer Porfirio Díaz que en Chiapas el conservador chiapaneco Juan Ortega, junto con el fraile franciscano Víctor María Chanona se pronunciaban a favor del Imperio con el plan de Yalmutz de fecha 5 de abril de 1863; y que a pesar de la derrota sufrida ante las fuerzas liberales del coronel Salvador Urbina el 21 de octubre de 1863 en la Heroica Chiapa, el Gral. Juan Ortega seguía causando problemas al Gobierno chiapaneco, pues se había reconcentrado en San Cristóbal y desde ahí mandó a su gente a Palenque, con el objeto de hacerse de recursos económicos para su tropa. Fue en estas circunstancias, que Porfirio Díaz mando en auxilio de Chiapas “…una columna de 800 hombres a las órdenes del Gral. Cristóbal Salinas, formada del batallón Juárez,…Al llegar el General Salinas a Chiapas se le incorporó el escuadrón Porfirio Díaz, que estaba organizando en Chiapas el comandante Don Diego M. Guerra. La fuerza de Salinas salió de Oaxaca el 12 de diciembre de 1863. El 4 de enero de 1864 batió a los imperialistas en Ixtapa, y el 11 de enero los sitió en San Cristóbal y tomó la plaza el día 22 de enero de 1864.”(Díaz, Porfirio, 2003:191). Las fuerzas conservadoras de Ortega, al saber que pronto serían atacadas, se fortificaron en el Convento de Santo Domingo de la ciudad de San Cristóbal.
Las fuerzas militares de Oaxaca al mando del Gral. Cristóbal Salinas con el apoyo de los chiapanecos: Comandante Miguel Utrilla y el Teniente Coronel Julián Grajales Castillejos y sus 200 hombres, lograron acabar con las fuerzas imperialistas del Gral. Juan Ortega y restablecer el orden constitucional en Chiapas.
El Sitio de San Cristóbal de las Casas duró 12 días, desde el 11 de enero de 1864 a las 5 de la tarde hasta la madrugada del 22 de enero al evacuar los rebeldes. El sitio tuvo éxito después de derrotar a los imperialistas en cinco acciones (los días 13, 14, 15, 16 y 20 de enero), dando como resultado 127 muertos rebeldes y 3 muertos por parte de los liberales, más de 9 heridos por parte de los rebeldes y 16 heridos liberales; además de 7 rebeldes hechos prisioneros.
La estrategia militar que hizo el Gral. Cristóbal Salinas en este sitio de San Cristóbal, fue ir cercando día con día al Convento con trincheras en las calles cercanas, e impidiendo la entrada del refuerzo del traidor Ramón Vicente Chambó con 150 hombres que estaban a 2 millas (3.218 Kms.) del Convento, en la Ranchería Ojo de Agua. Así, Salinas logró, en la noche del día 21 de enero, tener totalmente cercado el Convento de Sto. Domingo. Finalmente, el día 22 de enero de 1864 huyen en la madrugada los rebeldes. Estas personas estaban hambrientas, desmoralizadas, y ante la perspectiva de no recibir auxilio de ninguna parte, evacuan protegidos por las sombras de la noche a través del barrio de Mexicanos, atravesando las heladas aguas del río Amarillo, ascienden con dificultad el talud de la margen opuesta, se aventuran por las fangosas charcas de la ciénaga que se extiende por Milpoleta, no sin dejar sumergidos a muchos infortunados compañeros. La columna de imperialistas se divide, unos agarran camino a Chenalhó, y otros se dirigen a Jonuta.
La marcha desordenada de 6 leguas (33 Kms), fue diezmando a los imperialistas por la deserción, de tal manera que de 500 hombres que eran al salir de San Cristóbal, llegaron a San Pedro Chenalhó alrededor de 200 hombres. El otro grupo, en el cuál, se encontraba el Gral. Juan Ortega, emprendió su marcha por San Pablo, Pantelhó, Chilón y Yajalón con rumbo a Palenque, luego internarse por Catazajá y establecerse en Jonuta, Tabasco. Con Ortega, iban el fraile Chanona, Vicente Chambó, José María Álvarez, Francisco Vela, Manuel Bonifaz, Alfonso Zambrano, Mariano García, Jorge Robles, Octavio Molina, Benigno Astudillos y unos 70 hombres de tropa.
CONSECUENCIAS DEL SITIO DE SAN CRISTOBAL.
Como las fuerzas imperialistas se desbandaron en su fuga, muchos desertores y dispersos, acosados por el hambre y la miseria, asolaban poblados y haciendas de los alrededores de San Cristóbal, por lo cual, el Gral. Salinas decretó el 24 de enero de ese año un indulto para todos aquellos que se presentaran y depusieran su actitud. Con esta medida, se consiguió la adhesión del Soconusco al Gobierno, más no fue lo suficiente para evitar las tropelías. (Trens, Manuel B., 1999, T.III: 606) .
Una vez restaurado el orden constitucional en Chiapas, las tropas de Oaxaca se retiraron del Estado. Salen el 9 de marzo de 1864 de Tuxtla Gutiérrez y llegan a Oaxaca el 12 de abril de ese año, “… quedando como Jefe político y Comandante Militar de San Cristóbal el coronel Miguel Utrilla al mando de una fuerza reclutada en la propia ciudad.” (Blasco López, J. Miguel, 2005: 151).
Una consecuencia importante del sitio a la ciudad de San Cristóbal fue que decenas de edificios quedaron en ruinas, entre ellos, el Convento de Santo Domingo; se perdieron muchos objetos de valor, y a lo largo del año se padeció una epidemia de tifo. Además el gobierno estatal castigo a los sancristobalenses al no otorgarles apoyo económico alguno para reparar los daños a los edificios, y por lo mismo, no había dinero para pagar salarios a los funcionarios municipales, todo ello ocasionó una gran inseguridad en la ciudad. Otro punto fue que se traslado el poder a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, regresando a San Cristóbal hasta 1872. La intención del gobierno era acabar con la influencia que ejercía San Cristóbal sobre las poblaciones indígenas.
BIBLIOGRAFÍA.
Díaz, Porfirio. (2003) Memorias de P. Díaz. Tomo I. CONACULTA.
México, Pp:
191-192.
Mecott Francisco, Mario. (2005) Historia del Istmo de Tehuantepec.
1821-1867. CONACULTA. Culturas Populares. Oaxaca. Pp:
88, 134- 144.
Trens, Manuel B. (1999) Historia de Chiapas. Vol. III. CONECULTA.
Pp: 605-606.
Blasco López, Juan Miguel. (2005) “San Cristóbal de las Casas
1864-1872. Radiografía de una ciudad en crisis.” Revista Liminar.
UNICACH. Vol. III. Núm. 1. Junio 2005. Pp: 149- 165.
* Cronista de Tonalá Chiapas