Por Sofía Mireles Gavito*
La poesía de la negritud se inicia con los poetas antillanos y africanos, estudiantes en París, que en el año de 1932 publicaron una pequeña revista titulada: “Legítima Defensa”, en la cual se critica a la poesía antillana por imitar a los poetas franceses y la cultura blanca, y reivindican la imaginación del temperamento negro. El escritor debe asumir su color, su raza, asumir su negritud. Ese era el mensaje de Legítima Defensa que el senegalés Leópold Sédor Senghor, a quién se le ha llamado el “Padre de la negritud”, junto con el martiniqués Aimé Césaire y el guyanés León Gortrand Damas fundan el movimiento de la negritud.
La revista Legítima Defensa sólo tuvo un número, pero sembró la semilla que produjo varias reacciones, entre ellas: que varios jóvenes africanos y antillanos fundaran el periódico “El Estudiante Negro” en 1934, cuyo mérito fue reunir a todos los estudiantes negros en París. Esto provocó, a la vez, una verdadera revolución cultural tanto entre los intelectuales africanos, como sobre los antillanos.
Mientras esto se daba en París, en Cuba, el poeta Nicolás Cristóbal Guillén Batista (1902-1989) publica sus libros: Motivos de Son en abril de 1930, Sóngoro Cosongo en 1931. Obras que lo lanzan a la fama, pero de amplia resonancia popular.
Nicolás Guillén viaja a México el 19 de enero de 1937 para participar en el Congreso organizado por la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios de México. Aquí se relaciona con artistas como Silvestre Revueltas, José Mancisidor, Diego Rivera, Alfaro Siqueiros y otros. Entre esos otros, estaba el poeta chiapaneco Armando Duvalier (1914-1989), originario de Echegaray, Municipio de Pijijiapan.
Armando Duvalier, cuyo verdadero nombre es Armando Cruz Reyes, conoce al poeta Nicolás Guillén en la casa de la pintora y poetisa mexicana Aurora Reyes, en la que se reunían Juan de la Cabada, José Revueltas, José Muñoz Cota, Efraín Huerta, Renato Leduc, entre otros. Duvalier, de ascendencia negra, recibe gran influencia del cubano Guillén.
Con el tiempo, el poeta Armando Duvalier introduce la poesía negra en Chiapas por el año de 1961 al organizar el Primer Recital de Poesía Negra Americana en el Paraninfo del Instituto de Ciencias y Artes de Chiapas ( ICACH) el 6 de septiembre de ese año; al iniciar el recital, el poeta Armando Duvalier dirigió unas palabras y expresó: “Por lo que respecta a México, la poesía negra llega hasta que conocemos la Antología de la poesía negra del poeta cubano Emilio Ballagas, publicada en 1935, la Antología de poesía negra americana, del uruguayo Ildefonso Pereda Valdés, que apareció en 1936 en Santiago de Chile. Así, como la estancia breve en 1937 del poeta Nicolás Guillén”.
También nos dice Duvalier: “…los elementos de la poesía negra son la plástica y la música. La coloración tropical y la onomatopeya existen en toda la poesía negra. La savia que se retuerce en la vegetación de la selva, la eclosión de la sangre en el cuerpo del hombre y de la fiera,…, la reverberación de las playas y los mares, la alegría marinera de los puertos, se halla en los versos del romancero negro. Asimismo, la musicalidad onomatopéyica existe en sus más variadas expresiones.”
De este recital, siguieron otros tres más, porque gustó mucho; el 2º recital se presentó el 14 de octubre en la Preparatoria de Comitán; el 3er Recital se presentó el 15 de octubre en la Escuela de Leyes de San Cristóbal y el 4º recital fue el 25 de noviembre en el Centro Social “Francisco I. Madero” de Tuxtla Gutiérrez.
El poeta Armando Duvalier, en ese año de 1961 dio a conocer la poesía negra en Chiapas con su poema: “¡Vámonos al Vudú!”:
¡VÁMONOS AL VUDÚ!…
(Fragmento)
Vicente Azul está triste
Porque ha contemplado el mar…
Vicente Azul está triste
Y entre sus labios murmura
(náñiga, fárfara, ¡helás!
(náñiga, fárfara, ¡helás!)
Una canción en patúa.
….
Vámonos ya,
Vámonos, Vicente Azul,
Vámonos al mar;
Vámonos, Vicente Azul,
Vámonos al vudú
Que está sonando el tam-tam.
….
¡Ay de ti, Vicente Azul
Porque te ha embrujado el mar!
Otro ejemplo de versos de poesía negra de Duvalier , que tiene color y música, es el dedicado a la Marimba.
MARÍMBULA, MARIMBULÉ.
(Fragmento)
La mar,
La mari, mari,
La marimbá,
Canta en las tierras de Chiapas;
Marimba, marímbala, marimbulá.
….
Sueña la marimba
La merimba, merimbela,
Murimbela, mirimbela.
Armando Duvalier nació el 26 de agosto de 1914 y muere el 14 de julio de 1989. Fue considerado en 1948 como el hermano mayor de la 2ª generación de poetas chiapanecos, y la primera del siglo XX, entre los que descollaron: Mariano Penagos Tovar, Romeo C. Zebadúa, José Falconi Castellanos, Rosario Castellanos, Óscar Bonifaz, Jaime Sabines, Enoch Cancino Casahonda y otros.
En este 2014, se cumplen 100 años de su natalicio y 25 aniversario de su fallecimiento; y tratando de hacer un pequeño homenaje al bardo de Pijijiapan, cerramos con otro poeta chiapaneco, originario de Huixtla, Roberto López Moreno (1942- ), quién también ha escrito poesía negra, y así lo vemos en sus libros: Négridas(1998) y “E=mc2” (2011); quién ha comentado: “Armando Duvalier abrió las puertas a la poesía negra en Chiapas en 1961 y nadie quiso seguirle; entonces, me sentí con la responsabilidad de cerrar esas puertas y concluir el ciclo”. Fue un movimiento con dos extremos: Armando Duvalier y Roberto López Moreno, los cuáles recibieron el Premio Chiapas en artes, Duvalier en 1986 y López Moreno en el 2001. Un ejemplo de la poesía de López Moreno es:
¿EN DÓNDE ESTÁN?
(Fragmento)
Angus, las Angus,
¿en dónde están las Angus?
¿En dónde las Angus prendieron tambor?
¿De dónde hasta Huixtla?
¿De Huixtla hacia dónde?
Congo morongo
Negro colocho
Congo colocho negro bocón,
Huesos de marimba,
Lumbre sobre el suelo,
lumbre sobre el suelo
Huesos de marimba
Tambo que se cimbra
Tamba del tambor.
Congo morongo
Congo colocho
Lumbre sobre el suelo
Negro bocón.
….
Angus, las Angus
¿En dónde estás las Angus?
¿En dónde las Angus prendieron tambor?
¿De dónde hasta Huixtla?
¿De Huixtla hacia dónde?
Tam-bambamar,-tam.
Tom- bombo – tom
Vienen del mar,
Crecen la flor.
Tam – bamba – tam.
Tom – bombo – tom,
Sombras de allá,
Vienen y voy.
*Cronista de Tonalá, Chiapas.