Estatal

Vieja conversación interrumpida

Por domingo 5 de junio de 2011 Sin Comentarios

Por Fred Jorge Miett Valenzuela*

Los olores que la tierra trae
son ecos lejanos del tiempo que se ha ido
hablan de la niñez que naufragó en la lluvia
y de cuando los ojos se vestían de campo.

De hierbas y rocío el sabor de la mañana
junto con el repicar de las campanas
despertaban mis primeros años
que inseguros median la longitud del mundo
que no llegaba mas allá de los límites de mi pueblo.

Los ocres colores de las tardes me adormecían
en el regazo de mi madre,
instantes de amor grabados
al compás de la vieja poltrona
y canciones de cuna.

Los veranos se teñían de rojo al crujir de la sandía
y las palomas en desbandada huían del infantil júbilo
que aún no sabía de ausencias.

Noches de bohemia embriagadas de mango y guayaba,
con la nostalgia a cuestas mi padre desgarraba la guitarra
sus ásperas manos gestaban la poesía en cada rincón de la casa,
melodías que se perdían en el viento.

Y la partida se hizo inminente con el pasar de los años,
El niño se hizo hombre y cargó a cuestas su destino de
crecer.

Tras la espesa estela de humo del vagón de la memoria,
el dolor nació de dentro rodeado de silencios,
vació de lágrimas sus recuerdos
y partió para cambiar de vientos.

Tierra prometida que del mar que trajo
rumores de esperanzas
envolviendo de sal los sentidos ,
y puso el corazón a distancia,
conjuros que se esparcieron en el tiempo
trayendo a rastras el ayer.

Frágil como el centellar de una estrella entre millones,
la humanidad transita borrando las heridas en la arena,
me convertí en marino de tierra adentro que olvidó su oficio,
esencia y barro de esta raza astral de
mirada tímida y voz enmudecida por la duda.

Vieja conversación interrumpida
que de pronto se escucha al volver
a la morada del pasado,
el arcano señala el origen que nunca se olvida,
plena la mirada de melancolía
enmarcan lo vivido entre el canto de los ruiseñores
y el agobio oloroso de las magnolias.

El hogar revive de sus cenizas
y las almas se encuentran,
ahí donde reinaba la añoranza
la ausencia se lava con lagrimas,
¡he vuelto buscando mi ombligo
donde lo sembraron mis padres!

* Primer lugar en cuento, poesía, canción inédita
y relato en los Juegos Florales del Magisterio Sinaloense

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