Vamos entonces ahora a la parte de la música ¿no?
–Así es, mi Nacho, para allá vamos… Pero era necesario dejar muy claro que el impresionismo en el arte parte justamente de la plástica, de la pintura y muy concretamente de una pintura del maravilloso Claude Monet cuando un crítico, a manera de burla, menciona a todos sus compañeros como los impresionistas partiendo sarcásticamente del título de ese cuadro: Impresión.
–Sí, eso está totalmente claro, mi Cuervo… Vamos pues a todos esos grandes de la música impresionista. Recreación en la sonoridad… Lo que puede trascender es la proyección del estado anímico humano y se logra con armonía básica, acordes de quinta lo importante es la emoción, no el efectismo… el efectismo nunca lo ha logrado… Y el efectismo es lo que caracteriza al impresionismo musical…
–¿Estarías diciendo que en el impresionismo musical no se logra la emoción profunda?
–Así es… Para la encontrar la emoción profunda en la música, hay que regresar a la armonía básica, acordes de quinta, por ejemplo… Por eso Bach trasciende emocionalmente y no se puede comparar a los impresionistas…
–Sin embargo, así como hubo un Bach, también hay un Debussy… Cuya proyección emocional en su obra impresionista es maravillosa…
–Nunca como en un Bach… ¿estás de acuerdo?
–Pues, no… Si algo me mueve de Debussy, es precisamente la emoción… Además de lo descriptivo…
–Precisamente es la descripción, el paisaje, la naturaleza lo que caracteriza a los impresionistas en la música…
–¿Pero entonces, piensas que en la naturaleza no hay emoción…?
En ese tenor, giraba la charla con mi gran amigo y maestro Ignacio Gutiérrez… Y es que cuando se trata de conceptualizar el arte a niveles profundos, es como hablar de política o religión… Es imposible conciliar todos los puntos de vista de una manera absoluta… Pero vayamos a la consideración académica de los impresionistas musicales.
Fue en el año de 1887, cuando surge el llamado impresionismo musical. Tal vez fue el movimiento más tardío del impresionismo considerando las otras artes. Y se da cuando Claude Debussy, quien es considerado el Monet de la música, o sea algo así como el padre del impresionismo musical, regresa de su estada en Roma y se establece de nueva cuenta en París. Debussy, comienza a preocuparse más por los tintes y matices que por la forma al igual que los pintores que buscan más la emoción de la primera impresión luminosa que perciben. No obstante lo anterior, si analizamos la obra de Debussy, nos daremos cuenta que la forma permanece en una “subestructura formal” muy hábilmente trazada. La fuente y la expresión dramática de autores anteriores, se ve reemplazada en la obra de Debussy que más parece aludir que afirmar… Y haciendo un nuevo parangón, podríamos decir que su música se acerca mucho a los poetas simbolistas como Verlaine y Mallarmé. Así como los pintores impresionistas, buscan esa emoción que da la luz sobre la forma, esa emoción que permite al espectador incluso el terminar la historia narrada en la obra, la música impresionista tiene un paralelo en la música de Claude Debussy, en el uso de la escala en tonos enteros, intervalos de cuartas y quintas paralelas de Debussy y Ravel que no son más que elementos que vienen a contribuir para que el impresionismo musical se vea envuelto en esa vaguedad, en ese efecto brumoso, en ese sentir atmosférico que todo el impresionismo tiene en todas las artes.
Además de Debussy y Ravel, quienes deben ser considerados como los grandes impresionistas de la música, existen muchos otros compositores ingleses, italianos y españoles que son grandes expositores del impresionismo. Respighi en Italia y Falla en España, por ejemplo. Pero en nuestro caso, hay algo que debemos señalar porque justamente tiene que ver con nuestra cultura, nuestra historia, nuestra música. Hace muchos años, concretamente en 1885, nació en León Guanajuato, Joaquina De La Portilla y Torres. Sus padres, decidieron que ella naciera en León, dado que en la Hacienda de Otates, perteneciente a San Juan de Los Lagos, Jalisco, no había los servicios médicos ideales. De esta manera, doña María Joaquina nació en León para de inmediato ser llevada de regreso a San Juan De Los Lagos. Creció en un ambiente de contacto con la naturaleza y con la música, desde muy pequeña comenzó a estudiar el piano y su telento era tan grande, que su padre decidió enviarla a Francia a estudiar piano, armonía y composición. Muchos mexicanos cruzaron el mar para realizar estudios avanzados en el arte, pero María Joaquina, fue a estudiar precisamente con el padre del impresionismo musical, el gran Claude Debussy. Años más tarde, al casarse con el Ing. Leon Grever, nuestra María Joaquina se inmortalizaría en el mundo entero como María Grever… Dado que estudió con Debussy, su música se nutre del impresionismo…
–María Grever es extraordinaria… De una calidad incomparable, elegante y su proyección emocional es exquisita… En su música encontramos ternura, pasión y drama de una manera magistral…
–De acuerdo, mi querido Nacho… Pero entonces, necesariamente estamos hablando de una de las representantes del impresionismo musical en México dada su escuela… ¿no?
El Maestro Gutiérrez, entonces, hizo un compás de espera buscando la reflexión… Y después de que dejó ver la fuga que se produjo en esa reflexión, dijo: Sí, así fue formada, pero la manera en que María Grever manejó la música es completamente fuera de serie…
–Pues, nos faltó tiempo nuevamente, mi querido maestro…
–Así es, porque la parte del impresionismo en la literatura, se antoja también muy interesante…
Y para coronar, la extraordinaria charla con mi amigo y maestro, abrimos este vino traído desde Colmar, Francia (cuna del impresionismo) y que en este momento degustamos brindando a la salud por los lectores para compartir la emoción incomparable que las artes, impresionistas, expresionistas o formales, nos dejan en el alma de manera permanente y deliciosa.
*Cantante, compositor y escritor.
