Comunicado de la UNESCO
Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, la danza se desarrollaba al aire libre. Las personas se reunían en claros del bosque, plazas de pueblos, delante de iglesias, para disfrutar bailando durante horas y horas. Hoy en día, la danza, en su mayoría, tiene lugar en salones de baile, discotecas, estadios, teatros, pasillos de la escuela, o academias.
Este año nos proponemos dar un paso hacia la naturaleza con la celebración del Día Mundial de la Danza en espacios abiertos: calles, plazas, parques, estadios, playas, estacionamientos, bosques… en cualquier lugar bajo el cielo.
La pasión por la danza es un impulso natural, los bailarines conectan con el universo y sienten verterse la naturaleza dentro de sí mismos.
Durante todo el año, damos o tomamos clases de danza, ensayamos, y actuamos entre cuatro paredes. En este día especial dedicado a la danza, vamos a marcar la diferencia mediante la práctica, la enseñanza o la actuación a la vista de todos. Puede hacer frío y llover, y ciertamente sobre un suelo no lo suficientemente bueno, con un viento que lleve la música a distancia, pero la belleza de los movimientos y el júbilo en los rostros alegrarán los corazones de ese espontáneo público que conforman los transeúntes.
Alkis Raftis
Presidente del Consejo Internacional de la Danza CID. UNESCO, París