La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) instituyó el 23 de abril para la celebración del Día Mundial del Libro.
El origen del día del libro se remonta a 1930. Recordando en esa misma fecha la coincidencia de tres acontecimientos importantes: las muertes de Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega.
Por este motivo, esta fecha tan simbólica para la literatura universal fue la escogida por la Conferencia General de la UNESCO para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, y estimular a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores al progreso social y cultural.
México sí es un país de lectores, sin embargo, hay mucho por hacer, por lo que se debe impulsar más la lectura, crear más programas y trabajar más unidos.
Por lo que durante abril, no solamente el día 23, se celebrarán numerosas actividades promovidas por diversos organismos gubernamentales y de la sociedad civil en plazas públicas, bibliotecas, salas de lectura, parques y explanadas de muchos lugares del país, lo cual constituyen magníficas oportunidades para compartir y abrir las puertas de la lectura y del libro con una comunidad cada vez más amplia, haciendo de los libros una compañía extraordinaria y una fuente inagotable de imaginación.