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UNA NAVIDAD ATÍPICA, PERO FASCINANTE

By martes 15 de diciembre de 2020 No Comments

«UN PARÉNTESIS DEL PERDÓN, UN TRIBUTO A LA INFANCIA»

MARÍA TRINIDAD LÓPEZ LARA

La palabra Navidad viene del latín “Nativitas” o “nativatis” que significa “nacimiento”, se dice que en el principio de todos los tiempos la Navidad tuvo un carácter humilde y campesino, pero a partir del siglo VIII comenzó a celebrarse con la pompa litúrgica que ha llegado hasta hoy, creando progresivamente la iluminación y decoración de los templos, plazas, centros comerciales y hogares de todo el mundo, en México es una tradición arraigada que se celebra como la Nochebuena en la media noche del 24 de Diciembre una festividad cristiana que conmemora la víspera en que nació Jesús.

Navidad es una época que nos roba un trocito de nuestro corazón y nos lleva a disfrutar de su magia y fantasía todo esto ocurre en medio de un ambiente festivo, de luces, árboles navideños, nacimientos, posadas, santas, compras, ponches de fruta, galletas de jengibre, buñuelos con miel, mucho frío, nieve en algunos lugares y como corolario: el amor de la familia, son tiempos de dar y de recibir, ese amor que parece intensificarse en esta época hasta vibrar en el aire y guardarlo como el más preciado tesoro.

Desde niña siempre me gustaron las maravillosas historias que se cuentan con la imaginación e inspiración de los personajes que viajaban desde el Polo Norte o el recorrido de los Reyes Magos, nos hacían vivir plenamente estas fechas sin que la comercialización corrompiera ese espíritu, ahora que soy abuela he podido comprender que es a través de los cuentos que logramos estimular la imaginación y alimentar la fantasía que hay en cada niño. Estas narrativas fascinantes que son concebidas como una descripción de situaciones que reflejan la realidad vital del ser humano, ya que dan sentido de pertenencia, de identidad, nos dicen cuáles son los valores de nuestra sociedad y por ende de nuestra familia, en esta fecha lo más importante no es el regalo, sino la oportunidad de estar juntos en sana armonía y convivencia.

Sin embargo en la actualidad ante las inauditas condiciones presentadas a raíz del Covid-19 que arrastramos desde marzo, harán que recordemos una Navidad atípica, pero siempre habrá la forma de compartir nuestra comida, nuestras tradiciones y revivir que es una noche perfecta llena de felicidad donde los villancicos, los cuentos, los regalos y saber que tenemos salud nos regocija y nos dibuja una sonrisa perpetua durante días que son un sueño. Existen muchas tradiciones y costumbres que suelen acompañar a la Nochebuena como los nacimientos, belenes o pesebres navideños que en Mi Casa Grande es toda una tradición y que hasta ahorita es inmune a la pandemia, es una de los arquetipos de esta época más importante para recordar el día en que Jesús llegó al mundo, estos tienen su origen en los montajes vivientes que recreó San Francisco de Asís quien en el año 1223 decidió celebrar una Nochebuena diferente y revivir este hecho histórico para que la gente comprendiera un poco mejor el significado de ese momento.

La representación de este nacimiento se realizó con personas y animales vivos, y gustó tanto que comenzó a hacerse tradición; con el paso del tiempo se cambiaron las personas por figuras de madera o barro, se coloca, a partir del día 8 de diciembre que es el Día de la virgen de la Inmaculada Concepción Patrona de Mocorito, nuestro Pueblo Mágico. El nacimiento tiene seis elementos esenciales que jamás deberían faltar: María, José, los Reyes Magos, pastores, pesebre y el Niño Dios o Jesús, aunque hay otros elementos como los animales, diablo, el ángel y la estrella que no faltan y complementan esta representación bíblica.

María, la madre de Jesús, representa comprensión, bondad, fidelidad y amor a Dios. Ella, siendo una mujer humilde, aceptó ser la madre del Hijo De Dios y dio a luz en el sitio más pobre de todos. Los niños pueden aprender de ella es que no importan las adversidades, siempre se puede ser feliz y salir adelante con paciencia y cariño.

José, obediencia y fortaleza. También era muy paciente y trabajador, recordándonos que el trabajo duro y el esfuerzo, son las mejores herramientas que puede tener el ser humano.

Los Reyes Magos, oro, incienso y mirra que le regalaron a Jesús representan su naturaleza real y divina, al igual que el sufrimiento y la muerte.

Pastores, la humildad, la ayuda y la alegría.

Pesebre, la humildad y la sencillez.

Niño Dios, además del amor, representa la luz en una época de oscuridad. Se dice que aunque Jesús era el rey de los judíos, él eligió nacer en un sitio humilde para recordarnos que la felicidad no está en las cosas materiales, sino en nuestros valores y en el amor que mostramos por los demás.

Ángel, que con sus enormes alas y su color etéreo representa al mensajero que enviaron a María para decirle que iba a nacer el Salvador.

Diablo, es el símbolo de los 7 pecados capitales.

Estrella, es la luz inagotable que ilumina nuestro camino, disipa las tinieblas para darnos esperanza. También conocida como la estrella de Belén, fue la señal que anunció el Nacimiento del Niño Dios y guió a los Reyes Magos hasta su pesebre. Es un símbolo de la fe, de la luz en la que necesitamos creer para cumplir nuestros sueños y no darnos por vencidos hasta llegar a la meta. Me gusta que se coloque en el lugar más alto de nuestra casa para generar esa ilusión de ser la guía astral, la estrella más grande y brillante que tenía una misión relevante en el cumplimiento de la gran profecía del Nacimiento del Hijo de Dios.

Un renacer de sí mismo ya que cada una de ellas tiene un lugar y reconstruye la historia de la noche en que nació Jesús. Cada 24 de Diciembre en punto de las 12 sale nuestro Niño Dios al Barrio Alameda para ser adorado con una gran devoción recibiendo ofrendas de cada hogar a donde llega, ahora hay que valorar esa actividad por la situación del coronavirus, debiendo revisar las indicaciones que emita la propia Secretaría de Salud, pero eso si este año 2020 ese recorrido quizás sea solo en nuestro hogar con la adoración de la familia seguidamente se procede a acostarlo en el sitio que le corresponde en el Nacimiento, siempre lo hace un niño o niña de la familia, después de pedirle con fervor que nos bendiga ante las dificultades de la vida y nos consuele en los momentos de aflicción.

Simultáneo al Nacimiento arreglamos el Árbol de Navidad y contamos la historia que dio origen a esta tradición ya que desde tiempos inmemoriales los árboles han sido símbolo de fertilidad y regeneración el cristianismo adoptó y transformó estas costumbres paganas ante la imposibilidad de erradicarlas, cuenta la leyenda que en el siglo VIII había un roble consagrado a Thor en la región de Hesse, en el centro de Alemania. Cada año, durante el solsticio de invierno, se le ofrecía un sacrificio. Un misionero llamado Bonifacio taló el árbol ante la mirada atónita de los lugareños y, tras leer el Evangelio, les ofreció un abeto, un árbol de paz que representa la vida eterna porque sus hojas siempre están verdes y su copa señala al cielo, para nosotros es un pino el que adornamos y al colocar las esferas y las luces seguimos platicando que el primer árbol estuvo adornado con manzanas y velas que fueron reemplazadas por muchos adornos y cintas de colores pero este árbol significa indudablemente el símbolo de la gracia divina y su punta de triángulo simboliza a la Santísima Trinidad, este lo mantenemos hasta el día 6 de enero a la llegada de los Reyes Magos. Aquí es importante considerar la cartita de Santa que los niños y mis nietos Alexyto y Santiago escriben pidiendo sus deseos, para este personaje tan conocido y las dejan en el árbol y también para los Reyes Magos, aunque en estos tiempos de tanta tecnología ahora se puede chatear o hacer video llamadas con Santa Claus o con sus majestades los Reyes Magos es una emoción al máximo haciendo estas aplicaciones tan sorprendentes, pero en todas versan del buen o mal comportamiento de los niños y lo creyentes que son a través de esta auténtica magia de la tecnología.

Otra de las costumbres familiares aproximadamente como a las 10:00 horas p.m. ya que estamos todos reunidos degustamos de una deliciosa cena Navideña con el tradicional pavo, los Aztecas lo llamaban guajolote que en náhuatl significa payaso de la selva o payaso de agua, de acuerdo a una investigación que publicó la revista México Desconocido, pude darme cuenta de que hay una historia que dice; que los antiguos pobladores de México lograron no sólo domesticar al guajolote, sino que tenían en alta estima su sabor combinado con algún mole. De esta manera, cuando los conquistadores llevaron a cabo la evangelización, en sus celebraciones religiosas sobre todo las importantes cocinaban pavo para ofrecerlo a su congregación y al ser la Navidad otra celebración religiosa, pues empezó a ponerse en la mesa como el platillo principal.

Y cerramos esa gran noche con el gran Abrazo de Navidad, a las 12 campanadas nos levantamos con algarabía y decimos FELIZ NAVIDAD y entre todos abuelos, tíos, hermanos, sobrinos, nietos, hijos, familia política como un círculo de vida, nos damos un abrazo energético que como el árbol de la vida nuestros brazos son las ramas que se expanden y se elevan al cielo de una manera espiritual como una esencia de vida, como un talismán portador de energías positivas, una comunión del amor en la familia, se refleja la alegría, o bien abrazar a quien en un momento tuvimos alguna diferencia y se acompaña con un «PERDÓN». Hoy, vivamos estas fiestas en paz y armonía con nuestros seres queridos. Haciendo de nuestros hogares un espacio de encuentro y celebración, el espíritu navideño nos hace sentirnos más cercanos a los demás y recuperar ese espíritu infantil que dejamos a un lado el resto del año. Y qué mejor forma de hacerlo que reunir a toda la familia para celebrar el nacimiento del niño Jesús, la llegada de Santa Claus o el Día de Reyes. A pesar de la situación tan difícil por la pandemia, no perdamos el optimismo, la esperanza y la fé ya que deben formar parte de esa gran celebración, de unión, paz y amor.

Mi deseo es que la alegría llegue a su corazón y nos haga dichosos esta Navidad.

P.D. Como un gran regalo se ha anunciado que la llamada Estrella de Belén, estrella de la navidad o la estrella de oriente será visible esta Navidad por primera vez en 800 años. A partir del 21 de diciembre y durante toda la semana será posible ver una rarísima alineación que algunos astrónomos consideran que es la misma estrella de la historia de los Reyes Magos.

¡¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!!!

* Directora UR Guamúchil de la UA de O

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