SARA AVILÉS GAXIOLA
La jamaica, de nombre científico Hibiscus sabdariffa, es una planta que se caracteriza por una flor atractiva a la vista por su intenso color rojo. La jamaica es originaria de India y Malasia y fue posteriormente llevada a África. Actualmente se cultiva en otros lugares, esto debido a su alta aceptación y demanda y a que la planta es capaz de crecer en diversos suelos, aunque estos tengan pocos nutrientes y poca humedad. En México se cultivan alrededor de 18 mil hectáreas, concentrándose la producción en los estados de Guerrero y Oaxaca. En México normalmente se consume el té proveniente de la flor de jamaica, ya sea frio o caliente y normalmente es endulzado. Sin embargo, en otras culturas como la sudanesa, se cocina con cacahuate y cebolla y en India esta flor se usa como un ingrediente más de ensaladas. Por otro lado, la flor de jamaica ha sido parte de la medicina tradicional de algunos países, principalmente Tailandia, Nigeria, China e India, donde se usa para la curación y prevención de diversos padecimientos (1).
Propiedades nutricionales
Las flores de esta planta son ricas en carotenoides, antocianinas, vitamina C, niacina y riboflavina, y presentan altas concentraciones de minerales como calcio, potasio y hierro. Además, se caracterizan por sus altos niveles de proteína (8%) y fibra (35%), así como muy bajo contenido de grasa (2). Para aprovechar al máximo la composición nutrimental de esta flor, se recomienda consumirlas en su totalidad, pudiendo ser incorporada como parte de ensaladas. Por otro lado, después de que se hace infusión (té o agua de jamaica), la flor residual puede ser aprovechada al consumirse en forma de botana agregándole un poco de picante y limón, un excelente snack. Otra sugerencia es cocinarla como parte de los vegetales que se agregan cuando se cocina pollo o res. Por ejemplo, en fajitas. En el caso de las personas que no consumen carne o que se han propuesto a reducir su consumo, existen recetas de “tinga” de flor de jamaica, así como enchiladas de flor de jamaica. Por otro lado, como las famosas quesadillas de flor de calabaza, se ha sugerido el consumo de quesadillas de flor de jamaica. También existen recetas de repostería que incluyen a esta flor como parte de su formulación. Lo anterior, por mencionar algunas ideas.
Beneficios a la salud
A continuación, se describen los beneficios a la salud particularmente del té o agua de flor de jamaica que se genera tras hervir la flor. Esta agua, es altamente consumida en México. Un punto importante es que los beneficios a continuación mencionados, fueron observados tras el consumo de infusiones no endulzadas. Esta es la forma en que se recomienda su consumo. Sin embargo, su sabor puede ser mejorado al utilizar edulcorantes no calóricos de origen natural. Tras diversos estudios, se ha establecido que este té tiene propiedades antioxidantes tanto en modelos celulares como en modelos en humanos y se ha determinado que su consumo ejerce efectos como hipocolesterolémico y antihipertensivo.
En estudios en humanos, se determinó que tras consumir té de flor de jamaica durante 6 semanas, se reduce la presión sistólica y diastólica sin importar edad o género. Estos resultados sugieren que el consumo diario de té o agua de jamaica, en una cantidad que se incorpore fácilmente a la dieta, reduce la presión arterial en adultos pre y levemente hipertensos y puede resultar en un ingrediente eficaz de los cambios dietéticos recomendados para personas con estas afecciones. Otro estudio clínico donde se suministraron 250 ml (1 taza pequeña) de té de flor de jamaica durante dos semanas a un grupo de adultos, también confirmó esta información, recomendando su consumo para la reducción de accidentes cardiovasculares. Se ha documentado, que los efectos generados por la ingesta de té o agua de jamaica, disminuyen tres días después de dejar de consumirlo de forma diaria. Otras investigaciones han mostrado que el consumo diario de esta bebida influye favorablemente en los perfiles lipídicos, principalmente en la reducción del colesterol total y los triglicéridos. Las antocianinas que se encuentran en abundancia en las flores de jamaica generalmente se consideran los fitoquímicos responsables de los efectos antihipertensivos e hipocolesterolémicos. Sin embargo, también se ha proporcionado evidencia del papel de otros compuestos como los polifenoles y el ácido de hibisco (3).
El consumo de té de flor de jamaica durante seis semanas, redujo el estrés oxidativo de atletas de alto rendimiento, disminuyendo los daños musculares generados durante el entrenamiento y asociados al consumo adicional de oxígeno durante la actividad física. El efecto antioxidante de este te, fue similar al de la te verde. En cuanto a su potencial antioxidante, este extracto acuoso, ha mostrado actividad antigenotóxica, impidiendo que los radicales libres dañen el material genético de diversas células del cuerpo humano (4).
Otro efecto encontrado para esta agua es la reducción de peso corporal, grasa corporal y relación cintura-cadera en adultos, el cual se atribuye principalmente a los polifenoles.
Otra investigación reveló que el ácido protocatecuico, uno de los componentes principales del té de flor de jamaica, generó una potente actividad antiviral, por ejemplo, ante el virus de la influenza (5). Un beneficio más, y este es de conocimiento popular, es su capacidad diurética. Es decir, su estimulación para promover la orina y mediante esta la eliminación de sal del sistema, lo cual también promueve la disminución de la presión arterial. Lo anterior, ha sido comprobado en diferentes estudios. Los compuestos responsables de este efecto son principalmente el ácido clorogénico y otros flavonoides.
Contraindicaciones
Si se desea ingerir el té de forma diaria, debido a sus efectos en la reducción de presión sanguínea y a un posible efecto en cuanto a la reducción de glucosa en sangre (aun no probado), es conveniente consultarlo con el médico en el caso particular de personas que se encuentren bajo prescripción con fármacos específicos para disminución de glucosa o presión. Esto, para evitar una baja de presión extrema o una baja de glucosa extrema. Por otro lado, si usted padece baja presión de forma natural, el consumo diario del té, podría tener este mismo efecto. Si se le consume sin tomar medicación de este tipo y sin sufrir baja presión, no existen problemas. Por otro lado, es importante tener en cuenta que, si se consume el analgésico acetaminofén, la jamaica favorece su rápida eliminación del cuerpo, disminuyendo su efecto.
La flor de jamaica es altamente nutritiva y tiene efectos benéficos probados. Al ser una materia prima natural de bajo costo, puede ser adquirida por la mayor parte de la población. Con la información aquí sintetizada, podría ser de interés comenzar a incluirla en diferentes platillos de la dieta. Lo realmente importante es mejorar poco a poco los hábitos de alimentación y eventualmente estos cambios se reflejarán en la salud.
Referencias
(1) Patel, S. (2014). Hibiscus sabdariffa: An ideal yet under-exploited candidate for nutraceutical applications. Biomedicine & Preventive Nutrition, 4(1), 23-27.
(2) Singh, P., Khan, M., & Hailemariam, H. (2017). Nutritional and health importance of Hibiscus sabdariffa: a review and indication for research needs. J. Nutr. Health Food Eng, 6(5), 00212.
(3) McKay, D. L., Chen, C. O., Saltzman, E., & Blumberg, J. B. (2010). Hibiscus sabdariffa L. tea (tisane) lowers blood pressure in prehypertensive and mildly hypertensive adults. The Journal of nutrition, 140(2), 298-303.
(4) Hadi, A., Pourmasoumi, M., Kafeshani, M., Karimian, J., Maracy, M. R., & Entezari, M. H. (2017). The effect of green tea and sour tea (Hibiscus sabdariffa L.) supplementation on oxidative stress and muscle damage in athletes. Journal of dietary supplements, 14(3), 346-357.
(5) Takeda, Y., Okuyama, Y., Nakano, H., Yaoita, Y., Machida, K., Ogawa, H., & Imai, K. (2020). Antiviral Activities of Hibiscus sabdariffa L. Tea Extract Against Human Influenza A Virus Rely Largely on Acidic pH but Partially on a LowpH-Independent Mechanism. Food and Environmental Virology, 12(1), 9-19.
* Estudiante del Doctorado en Ciencias en el CIAD-CONACYT en Culiacán, Sin
