FRANCISCO PADILLA BELTRÁN
Un primero de diciembre de 1899 nace en Mazatlán nuestro biografiado, son los años finales del porfiriato, algunos años atrás, su tío, homónimo de él fue apuñalado por su pecado de editar el periódico La Tarántula en donde denunciaba la corrupción del régimen del gobernador Francisco Cañedo. El padre de nuestro personaje siguió el legado opositor al régimen a través del Correo de la Tarde. El periódico acogió la pluma de varios intelectuales, entre ellos la del escritor Heriberto Frías, quien se hace cargo del periódico, José C. Valadés vive su niñez en ese medio intelectual y de oposición al régimen. El gobernador muere en 1909 y el grupo de periodistas agrupados en el periódico se convierten en soportes de la candidatura del también periodista José Ferrel. Este contiende contra el candidato de la élite porfiriana Diego Redo. Las elecciones terminan en un fraude.
En 1910, su padre muere y ya no le toca ver el inicio de la revolución. La familia Valadés se va a vivir a Los Ángeles California, ya en plena revolución contra Victoriano Huerta, varios insurrectos; Rafael Buelna, Manuel Bonilla, Ramón F. Iturbe y otros tienen contacto con la familia y reciben apoyo solidario para la causa. En Estados Unidos la familia vivirá unos años más, José Cayetano estudiará y trabajará como empleado, y ahí en la biblioteca pública de Los Ángeles tendrá contacto profundo con los libros lo que definirá su vocación de escritor.
En 1915, la familia está de regreso en Mazatlán, Victoriano Huerta ha renunciado a la presidencia de México y el movimiento constitucionalista encabezado por Venustiano Carranza ha triunfado, José Cayetano Valadés es ya un adolescente. Vuelve a encontrarse con Ramón F. Iturbe, recientemente nombrado por Carranza Jefe de Operaciones Militares en el puerto. Cuando la familia se traslada a vivir a Guadalajara, Iturbe, como Jefe de Operaciones de esa región, lo incorpora por primera vez al ejército como pagador del Estado Mayor con el grado de subteniente. Pero siente que el ejército no es su vocación y decide darse de baja.
La familia decide finalmente establecerse en la ciudad de México, ahí el joven José Cayetano tendrá todas las condiciones para formarse intelectualmente. Al principio divide su tiempo entre el estudio de la homeopatía y su trabajo como empleado público. Motivado por haber ganado dos certámenes sobre ensayo decide abandonar su interés por la medicina. El servicio público y la vida literaria serán dos de sus pasiones, la tercera será su militancia en los movimientos sociales de izquierda.
Su acción política tiene que ver con su pasado, con las luchas políticas que libró su familia, la disensión ante el poderoso y la generosidad hacia los humildes. Se inclina hacia la literatura rusa (bolchevique y anarquista) y coherente con sus lecturas comienza su militancia en las organizaciones de izquierda, funda: Juventud Igualitaria, la Federación de Jóvenes comunistas, editan sus respectivos órganos propagandísticos y publica algunos ensayos sobre el socialismo. Siguiendo a los líderes sindicales del momento; Úrsulo Galván, Herón Proal, y Manuel Almanza va a recorrer con pasión el camino anarcosindicalista y participará en la fundación de la CGT (Confederación General de Trabajadores) y el bureau Latinoamericano de la Internacional de Sindicatos Rojos. En su propia tierra Mazatlán, intenta una organización comunista y termina expulsado del estado. Su independencia de criterio y ser fiel a sí mismo lo llevó a romper con los comunistas, no así con sus propias ideas, sus actos y su literatura seguirán incendiando la pradera.
Sus ímpetus de disensión lo llevaron también a apoyar la candidatura del general Francisco Serrano en contra del binomio Calles – Obregón y terminará preso en Cuernavaca. A su salida se auto exilia dos años (1928-1929) en Los Ángeles y ahí continúa su oficio, el periodismo.
En 1930 regresa a México y comienza la producción de algunos de sus libros más significativos, en una década publica: Las memorias de don Adolfo de La Huerta, Santa Anna y la guerra de Texas, Las caballerías de la Revolución, Alamán, estadista e historiador, Topolobampo, la metrópoli socialista de Occidente. Para los años de 1940, decide participar como secretario particular del ministro de Relaciones Exteriores Ezequiel Padilla, iniciando así una carrera diplomática exitosa: ocupa los cargos de embajador en Líbano, Colombia, Uruguay, Portugal y Marruecos. En sus recesos diplomáticos se desempeñaba como profesor de historia de México en la UNAM.
En 1942, regresa de nuevo a su terruño Mazatlán y funda el periódico El Correo de Occidente. En 1945 ya está de regreso en la Ciudad de México y funda, junto con José Pages, la revista ¡Ya! La cual dirige. El resto de su vida la dedica a extender su bibliografía que es extensa: José María Gutiérrez de Estrada, Breve historia de la guerra con los Estados Unidos, Don Melchor Ocampo, reformador de México, Imaginación y realidad de Francisco I. Madero, Apuntes para la historia de la litografía en México, Historia general de la revolución mexicana, El presidente Ignacio Comonfort y mis confesiones/vida de un Huérfano, Notas sobre el socialismo en México durante el siglo XIX, Breve historia del porfirismo, Orígenes de la República Mexicana, Brevísima historia de México y el 6° tomo del compendio general de México a través de los siglos y Maximiliano y Carlota, historia del segundo imperio.
José Cayetano Valadés falleció en la Ciudad de México el 24 de enero de 1976.
Presidente de la Crónica de Sinaloa,
Cronista oficial de la ciudad de Culiacán, Sin.