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EL ATENEO CULTURAL “PROFESOR CONSTANCIO RODRÍGUEZ”NOSTALGIA Y ORGULLO DE MOCORITO.MEMORIAS DE LA PROFRA. YOLANDA ACOSTA CHAVIRA

By jueves 15 de octubre de 2020 No Comments

LETICIA DÍAZ ACOSTA

El 2 de junio de 1962 es una fecha que el pueblo de Mocorito jamás olvidará: ese día, todas las expresiones culturales de sus habitantes, sus tradiciones, ideales y sueños fueron reunidos y reflejados al mundo con el inicio del primer “Ateneo Profesor Constancio Rodríguez”, hecho que lo colocó como el ícono cultural de Sinaloa y de todo México, reafirmando con creces, el honroso título de “Atenas de Sinaloa” que orgullosamente ostentaba desde varias décadas atrás.

Fue una inauguración multitudinaria, además del pueblo presente había público venido de todas partes del estado y del país, que atraído por la fuerza cultural que se le había inyectado al proyecto, deseaban formar parte de tan gloriosa culminación.

Ante esta multitud de gente que abarrotaba el pueblo en una algarabía jubilosa, la señora Amalia Caballero de Castillo Ledón (Sub Secretaria de Asuntos Culturales de la SEP, e invitada de honor al evento), dijo: “…es usual que encontremos una colectividad apreciando un acto político, pero encontrar la asistencia de un pueblo en una jornada de cultura, de conocimiento, de ciencia y de arte, es un hecho insólito que conmueve y entusiasma”; y si, según versiones de personas que estuvieron presentes ese día, realmente ese era el sentimiento general de los asistentes; todos se sentían arropados por la magia cultural que la inauguración del ateneo había traído al cálido y plácido pueblo de Mocorito.

Verdaderamente impresionante el hecho de que de un pequeño pueblo como Mocorito lograra emanar tanta fuerza cultural como la de ese día de la inauguración; y más aún, el hecho de que esa fuerza cultural se extendiera por todo el país, reuniendo en un solo momento, a personalidades como el poeta Carlos Pellicer, el dramaturgo Wilberto Cantón, el gobernador del estado, el señor Gabriel Leyva Velázquez, la señora Amalia Caballero de Castillo Ledón, Ruth Rivera de Coronel (hija del pintor Diego Rivera) y muchos más.

El honor de la inauguración correspondió a la recién formada Secundaria Eustaquio Buelna (otro orgullo de Mocorito), la cual era considerada honoríficamente, para participar en todos los actos cívicos y culturales del pueblo. Durante el evento, de una manera muy emotiva, y contando con la presencia del profesor Constancio Rodríguez, se reconoció su trayectoria y se exaltaron sus valores y principios, su sencillez, su calidez humana, su don de gente, y su fuerza como padre anecdótico (ya que enseñaba con ejemplos de vida), atributos que lo llevaron a ser acreedor, del privilegio de que el ateneo llevara su nombre.

Durante varias horas, los asistentes se deleitaron con las conferencias culturales que se ofrecieron, departieron con los distinguidos visitantes, y fueron gratamente atendidos por el Dr. José Ley Domínguez, presidente del Comité Ejecutivo del ateneo, así como por el Dr. Leopoldo Rodríguez y Gilberto Bon Quiñonez, secretario y tesorero del mismo respectivamente, quienes fungieron como excelentes anfitriones.

La idea de fundar una institución artística y cultural que contribuyera a elevar el nivel cultural de los habitantes, elevando sus valores y principios éticos, y que permitiera preservar el legado cultural que grandes poetas, escritores, científicos y notables personalidades habían dejado en Mocorito, surgió del Dr. José Ley Domínguez, quien, con el respaldo de una gran cantidad de personas que apoyaban su idea, constituyó legalmente el “Ateneo Profesor Constancio Rodríguez” el 20 de diciembre de 1961.

La fuerza e iniciativa de ese puñado de mocoritenses que contribuyeron con la creación de este magnífico Ateneo, ha quedado impregnada en la esencia que emana en cada rincón del pueblo, en cada una de sus calles, en la celebración de sus tradiciones y en el orgullo de sus habitantes.

Desafortunadamente gran parte de estas personas ya no se encuentran con nosotros; motivo por el cual es grato y un honor contar aún con la presencia entre nosotros de algunos de ellos, como la profesora Yolanda Acosta Chavira, quien a pesar de no ser parte de la mesa directiva, fue activista entregada a la causa y en cuya memoria se mantienen vivos estos importantes acontecimientos.

Maestra de profesión, fue en el año de 1951 cuando su vocación la llevó a incursionar en esta bella labor docente. Realizó su práctica pedagógica en la primaria Agustina Ramírez de la cabecera municipal, lo que le valió para ocupar un puesto como maestra titular y directora en la comunidad de La Palma en octubre de 1952.

Durante toda su trayectoria como maestra, la profesora Yolanda Acosta participó activamente en obras de labor comunitaria, inmiscuyéndose más allá de sus funciones con la intención de sacar adelante a su pueblo. Su gran labor altruista la llevó a incursionar en la política, siendo Regidora en dos ocasiones: la primera, en1963-1965, con el presidente Luis Verdugo, y la segunda, después de haber ocupado el cargo como dirigente del ANFER (Agrupación Nacional Femenil Revolucionaria) en su partido, en el año de 1982, por lo cual, de 1983 a 1985 colaboró en la regiduría con el presidente Crisanto Rosales.

Su labor educativa ha sido reconocida en dos ocasiones durante los festejos por el Día de la Mujer: con la presidenta Gloria Imelda Félix (2011-2013) y en marzo del 2018, con el presidente Guillermo Galindo, quien es Alcalde en la actualidad.

Mujer culta, activa, profesional y excelente madre de familia, la profesora Yolanda Acosta, sentada en una silla de su casa, recuerda con mucha nostalgia y gran alegría esos momentos en los cuales tuvo la oportunidad de ser parte de la historia honrosa de Mocorito, y parafraseando las palabras del Dr. José Ley Domínguez, dice que el ateneo fue concebido como un proyecto que permitiera a los mocoritenses canalizar su tiempo libre hacía la cultura, las artes y la ciencia.

Comenta la profesora, que durante los años en que se realizó, desde su fundación, el ateneo fue patrocinador de múltiples actos culturales a los cuales, en su mayoría pudo asistir, y recalca la importancia de que las nuevas generaciones continúen inyectando esa fuerza, ese ímpetu, ese deseo grande por enaltecer el pueblo y regalar a sus habitantes las maravillas de la cultura, el arte y la ciencia.

Es un placer decir que el ateneo que llena de orgullo a la
profesora Yolanda Acosta y a los habitantes de Mocorito
que lo vivieron, está registrado oficialmente en la
UNESCO y en el Seminario de Cultura Mexicana, y que
ha sido precursor en la región, dando influencia positiva
para la conformación de organismos similares en varias
localidades del estado.

Esperemos que personalidades y conferencias tan importantes como la de doña Eulalia Guzmán, quien habló de Moctezuma y Cuauhtémoc, y la afluencia de actos culturales y artísticos como las exposiciones de Rina Lazo y Arturo García Busto, el recital poético sobre Mocorito de Carlos Pellicer, o el majestuoso homenaje a David Alfaro Siqueiros, al cual asistieron su viuda, la señora Angélica Arenal y el representante de la UNESCO en México, no queden solo en los recuerdos y que se continúe dando vida a la creación y obra de este maravilloso ejemplo de cultura.

Es inevitable, las sociedades en algún momento de su existencia atraviesan por grandes crisis ideológicas y de valores, y son precisamente estas crisis las que deben contribuir a rescatar lo más bello y sagrado que tenemos los seres humanos: nuestro espíritu, nuestra fuerza interior, y la necesidad imperiosa de expresarnos a través del alma, utilizando precisamente aquellas herramientas que permiten su exaltación: el arte, la literatura y la ciencia.

Busquemos, como en su momento lo hicieron también el Dr. José Ley Domínguez y todas las personas que lo acompañaron en esta bellísima aventura, la comunión excelsa de la ciencia con el espíritu, y trabajemos afanosamente para que Mocorito siga siendo ejemplo de saberes y exquisitez artística, porque, como cuna de los más grandes legados culturales e históricos, el “Ateneo Profesor Constancio Rodríguez”, merece seguir existiendo a través del tiempo, llevando su legado a toda la región, el país y el mundo entero.

Fuentes consultadas:

Presagio-Revista de Sinaloa:
Febrero de 1979, Núm.20, Época 1 Mocorito (2)
Abril de 1979. Núm. 22, época 1, Mocorito (4)

Licenciada en Ciencias de la Educación

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