CARLOS LAVÍN FIGUEROA
La proliferación del automóvil, la cercanía de Cuernavaca con la Ciudad de México, el clima,su cielo, y la paz postrevolucionaria lograda en1930 con los decretos firmados por el gobernador de Morelos Carlos Lavín Aranda se restablecen los Tres Poderes de Gobierno, así, el estado regresa al orden constitucional. Todo contribuye a la creación de un espacio turístico que inicialmente sería una casa de apuestas. Ya en 1931 se pensó que el lugar estuviera ubicado cerca de la estación del ferrocarril, entonces alejado de la ciudad.
Era la época de la prohibición en Estados Unidos y los empresarios mexicanos, trataban de sustituir esa oferta como ya lo venía haciendo el Casino Agua Caliente en Tijuana. Un grupo de inversionistas crearon la “Compañía Sociedad Hotelera Hispanoamericana”. El proyecto era ambicioso, rivalizaría con los mejores del mundo, y lo nombraron “de La Selva” por haberse ubicado en el sitio conocido con ese nombre, lindando con el extenso parque todavía llamado Carmen Romero Rubio de Díaz -ahora Melchor Ocampo- un terreno selvático por a sus abundantes nacimientos de agua.
El Casino inició en 1932, contaba con un edificio principal donde estaban las mesas de juego, ruleta, bacará y póker, y 48 habitaciones.
El estilo que marcó la primera época del Casino fue neocolonial-decó, con detalles característicos del famoso arquitecto Francisco J. Serrano.
El contratista de la obra fue Don Manuel Suárez y Suárez, quien entregó terminados los primeros tres edificios y el frontón, quedando pendiente importante adeudo por liquidarle. Funcionó como casino durante dos años,cuando Lázaro Cárdenas -amigo de Don Manuel- mandó cerrar todos los casinos del país, y operando solo como hotel se fue a quiebra, los principales acreedores eran; Don Manuel y el gobierno del estado por impuestos pendientes, a tal grado que inmueble fue incautado.
El siguiente gobierno estatal no podía hacerse cargo de un proyecto turístico de esas dimensiones, y recurrió al empresario Suárez y Suárez ofreciéndole la condonación de la deuda si se encargaba de dirigir, ampliar y administrar el lugar, quedando como único dueño. Don Manuel también participó en la transformación de Acapulco, fue dueño de los terrenos de “Las Brisas” que asociándose con Carlos Trouyet construyen ese fraccionamiento, también invirtió en el Puerto de Veracruz. Fundó y fue dueño de las fábricas de Asbestos de Monterrey y Eureka; de los ingenios azucareros de Sanalona, y Navolato Sinaloa que incluía un tren de que iba a Culiacán, compró el ingenio de Puga en Tepic; Santo Domingo en Ixtepec, y el Banco Regional del Pacifico. Incursionó en la industria restaurantera con los mejores restaurantes de la Ciudad de México; en Coahuila compró la compañía vitivinícola¨Botapilas” con 300 hectáreas de viñedos y una gran
capacidad de añejamiento.
Sin socios de por medio y con el apoyo del gobierno, Don Manuel Suárez se dio a la tarea de embellecer las habitaciones del Casino,a la alberca olímpica le agregó una gran playa artificial con arena traída de Acapulco y al lado una gran cascada. Se dispusieron cabinas para los bañistas, convirtiéndose también en el primer balneario de Morelos. Se agregó un segundo piso a los dos largos edificios de habitaciones, se levantaron otros,y cabañas distribuidas en el inmenso terreno,obras del arquitecto Jesús Martí Martín, con quien Don Manuel fundó la empresa “Vías y Obras” que construyó el Hotel Mocambo en Veracruz y el Casino de la Selva en Cuernavaca.
Entre 1960 y 61 se construyen 30 búngalos, el Salón de los Relojes, el Club Nocturno Jano que en principio estaba destinado a iglesia, y un taller de fina porcelana diseñados por el arquitecto español y refugiado en México Félix Candela con su inédito diseño de techos de cascarón de concreto.
Diez años después, el Casino ya no tenía para donde crecer, se adquirieron propiedades vecinas, la idea era hacer del Casino un parque estilo Disney con tren elevado, obra que quedó inconclusa. Se instaló uno de los primeros boleramas automatizados en el país, un helipuerto, que serviría para dar servicio entre el Casino y el Gran Hotel de México.
Ahí se hospedaron famosos artistas de Hollywood y mexicanos, escritores y arquitectos, pintores, muralistas y escultores, mientras trabajaban en dotar con su arte las instalaciones como David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, el Doctor Atl, Reyes Mesa y José Renau, y otros. David Alfaro Siqueiros, pintó los murales de lo que sería la“Capilla Siqueiros” nombre inspirado en la Capilla Sixtina. Ese proyecto creció y terminó instalándose en el Polyforum en la Ciudad de México al lado del Hotel de México propiedad del mismo Suárez -hoy el World Trade Center.
En 1994 el Casino de la Selva fue vendido al grupo Sidec/Siturpara realizar un gran complejo turístico que aprovecharía las instalaciones más emblemáticas del Casino. Con la crisis financiera de aquella época, la propiedad terminó en el Fobaproa, y en 2001 fue rematado por el Fideicomiso Liquidador y vendido a una cadena de tiendas de autoservicio. Vecinos de Cuernavaca y ambientalistas protestaron, marcharon y bloquearon el casino tratando de impedir su demolición, el gobernador Sergio Estrada ordenó un operativo en el que participaron 400 policías para detener a los manifestantes, fueron 26 los encarcelados y liberados gratuitamente por el abogado José Luis Uriostegui, pero se logró la reconstrucción de sus dos más representativos edificios, el Salón de los Relojes y el Salón de los Murales, fue “La Batalla social por el Casino de la Selva”.
El Casino, ha sido un hito desde que detonó el turismo en Cuernavaca y el estado hace 88 años, fue el lugar de los paseos finsemaneros, para socializar, de deportes acuáticos y otros, de fiestas, bodas y graduaciones, de obras teatrales, de cine, de exposiciones de arte y de espectáculos internacionales como cuando trajo el show del Tropicana de la Habana, Cuba, a presentarse en el centro nocturno “Jano”.
-Con la colaboración de Angélica Petit de Murat historiadora urbana y colaboradora de “El Universal”, y Marcos Manuel Suárez Gerardex Director del Casino.
P.D. Hasta la próxima
*Historiador y Cronista de Cuernavaca