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TRANSITORIEDAD

By martes 31 de diciembre de 2019 No Comments

CARLOS VARELA NÁJERA

A aquél que mire al mundo racionalmente, el mundo le devolverá a su vez un aspecto racional (HEGEL).

La vida eterna es un delirio que usufructúa la religión, también la ciencia tiene este delirio, desde el mito de la eterna juventud, hasta encontrar el gen que no perezca, este delirio científico en nada se diferencia de cualquier religión, sin embargo, mientras se resuelve este dilema no se impide que al sujeto se le maneje su vida eterna. De hecho, esta vida eterna parecería también un insoportable, sabemos que la vida eterna es improbable, aunque las iglesias digan lo contrario, aparece ideológicamente más un engaño imaginario y pesa sobre gran parte de la humanidad, toman a la vida eterna como un consuelo, un deseo anhelado de descansar en un paraíso.

Se observa también este animo de eternidad en los enamorados, ellos tienen que declarar su amor eterno de lo contrario el amor es desechado, aunque sabemos que nadie soporta tanto amor eterno, lo bueno es que ese pretendido amor eterno solo es un decir, porque el uno y el otro no son eternos, sobre ellos se aplica la transitoriedad, la desaparición, el acabose y otras degradaciones.El poeta mediante la escritura intenta eternizar los lazos amorosos, Freud llego a decir que la muerte es la compañera del amor, ya que la vida en si lejos de ser eterna guarda su propios impulsos hacia la muerte, la pulsión de muerte cumple esta función pero de manera de guiño en todo sujeto.

Podemos afirmar que el neurótico es ese que siempre acaricia la eternización de sus amores de su vida, de sus bonanzas y todo aquello que salga de esa posibilidad lo aterriza en su malestar, se habla también de felicidad eterna, es el delirio del neurótico, este piensa también que vencerá a la muerte, y a pesar de que el espejo nos devuelve cada día una imagen más decrépita el narcisismo niega esta visión del cuerpo, el narcisismo niega el cuerpo caduco, las arrugas, la impotencia y ese narciso pretende sostenernos en la eterna juventud, vivir en el país de las maravillas es un sueño infantil, de hecho la idea de escapar de la transitoriedad es un anhelo de todo infante un pensamiento mágico que permea hasta las ideas de los científicos.

Cuando observo las fotos de mi infancia y otras fotos, pareciera que eso que pasó es solo un sueño algo imposible de volver a alcanzar y esto es angustioso, la angustia queda en el lugar de los sueños perdidos que nunca más volverán, ese estado anímico es doloroso, e imposible de eludir, no se cura, ser eternos implica ser siempre iguales, eso es una posición subjetiva muy vampirezca, por supuesto imposible para lo humano, ser siempre igual es intentar decir que el tiempo no pasa por nosotros, ese deseo de inmortalidad nos hace creer que somos iguales a Dioses, es un prejuicio narcisista, para algunos psicólogos humanistas los humanos somos ángeles, y tenemos según ellos dones de curación, en fin se trata por todos los medios de negar la transitoriedad del sujeto.

La eternidad es propia del pensamiento animista, el pensamiento animista infantiliza a los sujetos, los maniata mentalmente colocándolo en ideales y fantasías que alimentan este ensueño, ser eterno, mantenerse hasta el infinito y más allá donde lo ilimitado sea una constante, es el juego fantasioso del neurótico, el deseo es el motivo que comanda un futuro interminable e infinito gratificante eternamente, de hecho la fantasía de todo neurótico es siempre sin tiempo, se pretende escapar del deterioro. La fantasía siempre se mantiene sin el paso del tiempo, al igual que el placer, si el organo ya no responde al placer, mata al sujeto, lo frikea.

Para Freud los procesos psíquicos eran atemporales, lo inconsciente de hecho no conoce el tiempo, de ahí que desde nuestro inconsciente somos inmortales, el síntoma por su parte es un tiempo congelado de puro goce, y ese goce se intensifica. El tiempo en el dolor exige al goce que cese, pero éste se eterniza en el sujeto, somos en ese sentido goce que “precipita al tiempo y lo eterniza” causando en el sujeto la muerte.

* Doctor en Educación, Lic.en Psicología

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