TEODOSO NAVIDAD SALAZAR
Guerrero Andrade, es un economista sinaloense por decisión propia. Trabajó como gerente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa; se desempeñó como Subsecretario de Pesca, en nuestra entidad; presidente del Comité de Promoción Económica y Gerente de Banpesca, en Baja California Sur, entre otras responsabilidades. Es aficionado a las buenas lecturas, y hoy ya retirado del servicio público se ha dedicado a escribir. Entre sus trabajos literarios está la novela Sangre de agave; varios ensayos sobre nutrición, el aborto, narcotráfico, y ensayos académicos; su trabajo periodístico es relevante. Versos y prosas en diversas ediciones constituyen una gran aportación a la literatura. Su más reciente obra es Historias de la sierra (Cuca la patrona que llegó del sur).
La presentación de este trabajo tuvo lugar ante un nutrido público que se dio cita en la Sala de Usos Múltiples del Archivo Histórico General del Estado de Sinaloa el pasado 14 noviembre de 2019. Los comentarios estuvieron a cargo de la ameritada maestra universitaria Rosa Hilda Valenzuela Rodelo, quien hasta la fecha ha sido la única mujer rectora de la Universidad Autónoma de Sinaloa (por ministerio de ley), y de Teodoso Navidad Salazar.
A continuación comparto con los lectores de La Voz del Norte un extracto de mi participación en la presentación de la mencionada novela.
Gracias a Jesús José Guerrero Andrade, por invitarme a este evento para hacer algunos comentarios sobre esta nueva novela que hoy entrega a los amantes de las buenas lecturas. Es un honor compartir esta presentación con la ameritada maestra Rosa Hilda Valenzuela Rodelo.
Quiero decirles que he leído uno a uno los trabajos publicados por el autor pero este en particular lo leí en una solo sesión, tal y como se lo prometí a Jesús José, el sábado pasado después de la entrevista que le hicimos en el programa radiofónico “De la sierra al mar”, un espacio cultural sin fronteras que se transmite por W de radio, por el 97.7 de FM.
Este es un tema que no deja de sorprenderme porque pocos autores se atreven a tocarlo, no obstante está ahí, en la vida diaria; tema que nos recuerda a cada paso, las consecuencias que trae consigo la actividad ilícita.
Guerrero Andrade, nos comenta que la historia del personaje central de esta novela, nace en el contexto de la Revolución Mexicana, en un pueblo cercano al antiguo mineral de Hidalgo del Parral, Chihuahua.
“La Cuca, la patrona que llegó del sur”, crece en un país desgarrado por la guerra donde se enfrentan las distintas facciones revolucionarias, donde los niveles del analfabetismo rebasan el 70%. Una nación de grandes injusticias sociales, insalubre, desnutrida en su gran mayoría poblacional, comunicada por el tren y por caminos que en tiempo de lluvias dejan pueblos aislados.
Un país donde años más tarde nuestro gobierno y el del poderoso vecino del norte, acuerdan un régimen especial de permisos controlados por el Gobierno Federal (mexicano), para sembrar amapola de donde se extrae, entre otros derivados, la morfina, bálsamo para los soldados heridos en los combates durante la Segunda Guerra Mundial y que volverá adictos a muchos de ellos que tienen la fortuna de volver a casa después de terminado el conflicto bélico que derrota las locuras de Adolfo Hitler y sus aliados.
Tal vez ese contexto en el que creció “Cuca la patrona que llegó del sur”, le dio el temple y carácter para transitar en ese ambiente donde se juega a la vida y a la muerte, logrando salir airosa en la consecución de sus objetivos de bienestar, a costa de lo que fuera.
La lectura de esta novela es fácil y rápida, pues el autor escribe para que lo lean, no se pierde en divagaciones y es directo al contar la historia que le interesa. Con prosa ágil nos va llevando por cañones y laderas de la sierra donde hombres de temple se disputan el control de las siembras que si en un tiempo fueron legales, han dejado de serlo. En esta historia se mezcla el amor, la violencia, la política y la economía; es un texto que describe lugares y personajes surgidos de la imaginación del autor, pero que sin embargo son de la vida real y están ahí; es tema obligado en el acontecer de todos los días; y donde el sinaloense de bien, ha aprendido a convivir, porque no hay de otra; el sinaloense de bien que a diario sale de casa a trabajar, en las empresas, la oficina pública y privada, en el campo, en la construcción; la universidad, en la pesca y en la agricultura.
Les recomiendo que hagan suyo este libro y con ello motivemos al autor para que continúe escribiendo y aportando a las letras sinaloenses. Leer esta novela no les llevará más de tres o cuatro horas.
Gracias.
* La Promesa, Eldorado, Sinaloa Sugerencias y comentarios a teodosonavidad@hotmail.com
