FRANCISCO PADILLA BELTRÁN
Hemos llegado a la edad de veinte años, lo celebramos como lo siempre: trabajando por la preservación y difusión de nuestro patrimonio material e inmaterial. El Congreso Estatal celebrado en Concordia durante los días 7 y 8 de diciembre fue el mágico y señorial escenario para este festejo. Como cada año, cronistas de todo el estado de Sinaloa nos damos cita para intercambiar experiencias, compartir libros de nuestra autoría, leernuestras ponencias y disfrutar de la camaradería que siempre nos ha caracterizado.
Esta aventura comenzó hace ya veinte años, sino mal recuerdo fue en 1998 cuando Adrian García Cortés (cronista entonces de la ciudad de Culiacán y Director del Instituto La Crónica de Culiacán), Jorge Briones Franco y quien esto escribe(entonces investigadores de DIFOCUR), comenzamos a discutir la posibilidad de aglutinar a todos los cronistas del estado. Sabíamos que ahí estaban; manifestándose y reclamándole a las autoridades por el descuido del patrimonio, publicando en pequeñas revistas y en periódicos locales.
Decidimos ir a buscarlos a sus domicilios y hacerles la propuesta de aglutinarnos en una asociación, la iniciativa les agradó, decidieron salir de su localidad y conectarse con los demás, algunos ya se conocían, otros no. Y así comenzó a cuajar el proyecto.
Decidimos hacer una reunión en Culiacán a la cual asistieron cerca de veinte cronistas (en ese tiempo sólo dos tenían reconocimiento oficial), acordamos realizar el primer Congreso en Escuinapa, nuestro anfitrión fue el finado Doctor Jorge Macías Valenzuela, la asistencia rebasó nuestras expectativas, asistieron cerca de sesenta, muchos de ellos historiadores académicos, ya que al congreso, a sugerencia de Jorge Briones, se convocaría a cronistas e historiadores.
En ese congreso se acordó que en la siguiente reunión nos constituyéramos en asociación civil, convenimos también que esta fuera en la ciudad de Mazatlán, puesto que ahí el notario público nos ofrecía sus servicios de manera gratuita. En del año 2000 se realizó nuestro segundo congreso, en este marco se decidió hacerle un homenaje a tres iconos de la crónica en el estado; Heberto Sinagawa Montoya de Culiacán (aunque nacido en Angostura), Carlos Hubbard de El Rosario y Miguel Valadés Lejarsa de Mazatlán.
Una vez constituida la Crónica de Sinaloa comenzamos a consolidarla. Durante veinte años, además de los congresos y asambleas anuales, hemos hecho infinidad de encuentros en los municipios con motivo de: onomásticos de personalidades históricas, fiestas patronales, (mestizas e indígenas), inauguración de instituciones culturales, fundación; de municipios, sindicaturas, ejidos,homenajes cívicos, etc. Nos hemos coordinado con todas las instituciones sociales y culturales para la defensa del patrimonio, y hemos luchado por recuperar archivos, resguardarlos y ponerlos en servicio. Hoy a veinte años la crónica se volvió un referente obligado en el acontecer cultural del estado.
El mismo año que nos constituimos, por iniciativa de Adrián García Cortés, nos ligamos a la Asociación Nacional de Ciudades mexicanas(ANACIM), y asistimos todos los años a sus congresos en el país. Hemos sido sede de esta asociación en dos ocasiones (y por lo tanto hemos tenido dos presidencias), una en Culiacán (2001) y otra en Angostura (2012).
La Crónica de Sinaloa a sus veinte años cumplidos se mantiene con vigor, aunque han fallecido ya varios de sus socios fundadores, seguimos picando piedra en ese gran filón del patrimonio material e inmaterial.
¡Larga vida para la crónica de Sinaloa!
* Presidente de La Crónica de Sinaloa y cronista oficial de la ciudad de Culiacán, Sinaloa