JUAN SALVADOR AVILÉS OCHOA
Buenaventura Marte Casal nació en Barcelona. Antes de llegar a nuestra región e instalarse en la Ciénega, estuvo una pequeña temporada en el puerto de Mazatlán.
En la Ciénega en ese entonces perteneciente al distrito de Mocorito, el español construyó una gran hacienda, la cual en poco tiempo se convirtió en una gran empresa comercial, agrícola y de transporte terrestre y marítimo. En la segunda mitad del siglo XIX, esta población se convirtió en una de las más importantes del distrito ya que era el centro de distribución de toda clase de mercancías para las poblaciones serranas y mineras de la región.
Heriberto Sinagawa en sus crónicas menciona que en este lugar no faltaba nada. Se comerciaba con toda clase de mercancías, desde vinos y aceites hasta casimires y brocados, que llegaban por el puerto ubicado en Playa Colorada, y de ahí por medio de carretas jaladas por bueyes y mulas se transportaban hacia la Ciénega, a donde llegaban los habitantes de la costa y la sierra para proveerse de alimentos, calzado, ropa, etc.
La casa que construyó Buenaventura M. Casal y que se conserva hasta la fecha, abarcaba una manzana, en ella instaló un gran almacén donde comerciaba con telas, comestibles, aperos de labranza, entre otros productos; montó también una fábrica de jabón y una destilería de vinos.
La hacienda construida por el Arquitecto Juan Nieblas, a quién trajeron de Culiacán para hacerse cargo de la obra, era estación de las diligencias que cruzaban el estado desde Álamos hasta Guadalajara. En una parte de la casa funcionaba un pequeño hotel en donde pernoctaban los pasajeros y los visitantes, además se tenían baños con aguas termales.
Comenta Heriberto Sinagawa que mineros de San José de Gracia, Calabacillas y Guadalupe y Calvo y muchas otras poblaciones de la sierra de Chihuahua, sostenían un intenso comercio con el español Casal; hacían trueques de oro de alta ley, casi puro, por harina de trigo, café, telas, zapatos y sal. Gente serrana intercambiaba fruta frescas o secas y cueros de res y venado por cosas indispensables para el uso diario.
Mantenía tratos comerciales con la gente más importante de Álamos, Sonora, principalmente con ganaderos y mineros.
La Ciénega también fue el principal centro exportador de la región de palo de brasil que en Europa se usaba como colorante en la industria textil cuando aún no existían los colorantes químicos.
El español construyó un camino desde la hacienda hasta la Playa Colorado, la cual fue conocida como la brecha “carrera” o “casaleña”, por donde salían grandes cantidades de palo de brasil, a través de tres pequeños barcos que tenía Casal: el San Alfonso, Cataluña y Monserrat, que navegaban con el producto hasta Mazatlán y de allí en grandes buques era trasladado con destino a Inglaterra, Francia, Alemania y España.
Eustaquio Buelna comenta en su obra, que fue muy amigo del Coronel Manuel Inzunza, dueño de vidas y fortunas durante el porfiriato en el distrito de Mocorito, y era uno de los asiduos asistentes a las rumbosas fiestas de año nuevo que se celebraban en la hacienda “Tres Hermanos” propiedad del Coronel y sus hermanos.
Además, cuenta que gozó de los favores del Coronel, en especial de la acordada dirigida por Andrés Armenta, quién bajo las órdenes de Manuel Inzunza realizó múltiples asesinatos, entre ellos el de Librado Camacho, encargado del registro civil de la Ciénega, quién fue sacado de allí en septiembre de 1878 para fusilarlo, un hombre de bien –cita Don Eustaquio- que murió por influencia del español Casal.
En 1907 cuando empezaron a correr los trenes de pasajeros y carga del ferrocarril “South Pacific of México” por la estación ubicada en Guamúchil, el negocio de Buenaventura fue poco a poco disminuyendo y su antiguo esplendor y pujanza fue desapareciendo a medida que el uso del ferrocarril se popularizaba dadas sus enormes ventajas, siendo éste el inició del desarrollo de la actual ciudad de Guamúchil y desplazando a poblaciones como Mocorito y la Ciénega del centro del desarrollo del distrito.
Buenaventura M. Casal fue socio de la importante negociación minera “Palmarito Mining Company” ubicada en la actual población de Palmarito Mineral, al separarse de dicha compañía vende sus acciones a José Parker.
Al morir el español, su hijo Buenaventura vendió parte de la hacienda a Patricio McConegly.
Actualmente las autoridades municipales y comunitarias, y sus habitantes trabajan para rescatar la casa grande de la antigua hacienda de Casal y convertirla en un polo de desarrollo turístico y cultural.
Creo que es el destino que autoridades de los tres niveles de gobierno y pobladores deberían darles a las casas grandes de antiguas haciendas que aún se conservan en pie, como la de los Mascareño en la Esperanza, y la de los Retes en Pericos, por mencionar algunas de la región del Évora; tal y como se rescató en 2004 la casa grande de los Peiro en Pericos y que hoy es uno de los centros culturales más importantes del estado.
Aún hay a tiempo…
* Cronista y presidente de la corresponsalía en Mocorito del Seminario de Cultura Mexicana