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SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

Por martes 15 de octubre de 2019 Sin Comentarios

CARLOS LAVIN FIGUEROA

Han pasado ocho años de colaborar con este espacio literario-cultural de La Voz del Norte, mientras tanto en ese espacio de tiempo, en lo profundo del espacio sideral, van naciendo y desapareciendo estrellas.

Observándola esfera celeste, veo que algunas estrellas,aun cuando ya no pudieran existir,su luminosidad sigue llegando a nosotros. Las estrellas mueren cuando explotan o son absorbidas por otras, o por un“Hoyo negro”, tienen su ciclo,su luz viaja a 300 mil kilómetros por segundo y tarda hasta millones de años en llegar a nuestro planeta. Así;es posible que veamos la luz de algunas estrellas que también vieron nuestros bisabuelos y que desde entonces ya no existían, y que nuestros bisnietos pudieran ver otras que desaparecieron ahora que vivimos, por eso, se puede decir que las estrellas son una conexión con el pasado y el futuro. Pues igual sucede con las que van naciendo, que no las podremos ver, porque su luz aún no ha llegado a la Tierra.

Las estrellas son enormes esferas de gas encendidas que parecen estar fijas, pero están en movimiento, como nuestro sol que viaja con sus planetas a velocidades vertiginosas alrededor del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, y esta a su vez,se desplaza por el espacio sin que lo sintamos, es como viajar dentro de un avión a velocidad continua. Hay más estrellas en el firmamento que granos de arena en todas las playas de la tierra.

La estrella más cercana a nuestro Sistema Solar se le llama Próxima Centauri, que está a unos 40 billones de kilómetros de la Tierra. La velocidad de la luz es la medición de los astrónomos para saber la distancia entre galaxias, y esa estrella “Próxima” está a unos 4,3 años luz, es decir que su luz tarda más de cuatro años en llegar a la tierra,y el mismo tiempo tardará en ya no verse cuando suceda su desaparición. Otras son las que todavía no vemos aunque se hayan formado hace cientos de años, otras las seguimos viendo a pesar de que ya se esfumaron, su distancia a la tierra puede ser no de 4 años luz como Próxima Centauri sino de millones de años luz, lo que hace casi imposible imaginar esa distancia con los 300 mil kilómetros que recorre la luz en un segundo.

La teoría más conocida y aceptada sobre el origen del universo con sus estrellas, es que se inicia con el Big Bang-Gran Explosión-hace 10 mil o 20 mil millones de años, en que, de la «nada» emerge toda la materia que hasta ese momento era una sola masa densa y caliente que «explota» generando la expansión de la materia en todas las direcciones creando las estrellas, galaxias yel Universo.Ese estallido lanza al espacio todo un “huracán de polvo estelar” compuesto de elementos más pesados que el hidrógeno, un vendaval que provoca se comiencen a producir nuevas condensaciones de materia, que darán lugar a futuras estrellas, que a su vez estallarán algún día y se formaran otras. Fue un sacerdote belga George Lemaitre, quien, aun en contra de la teoría divina,sugirió por primera vez ese evento en los años ’20 del pasado siglo, y como sucede invariablemente cuando alguien propone algo distinto a lo ya sabido, lo tiraron de a loco. Esa teoría tomó fuerza gracias a las observaciones de Edwin Hubble de que las galaxias se alejan de nosotros a gran velocidad en todas direcciones, y más fuerza tomo en 1948 cuando el físico George Gamow fundamentó que el universo se creó a partir de una gran explosión, el Big Bang.

Observar las estrellases una experiencia contradictoria entre inmensidad e insignificancia, nos hace ver lo pequeño de la tierra y del hombre, y que nuestro planeta está en un extremada mente frágil equilibrio tanto externo por lo que se refiere al universo, como interno por los fenómenos meteorológicos que tantos daños han causado, cada vez son más frecuentes y de mayor intensidad debido al Cambio Climático.

La luz del Sol, que percibimos en este instante, en realidad se desprendió de él hace 4 minutos, mismos que tardó en llegarnos. Pero existen estrellas –o tal vez ya no- que se observan a distancias miles de millones de veces mayores que la que nos separa de nuestro Sol que está a solo 4 minutos luz,sino a unos 26 mil o 30 mil años luz del centro de nuestra galaxia.

Por tanto; podríamos decir que al contemplar una estrella estamos conectándonos con “algo”que ya no existe en el presente y es por ello que el hombre pudiera regresar al pasado si viajara a una velocidad mayor que la luz.

Varias culturas como la egipcia, la griega y la maya entre otras, coinciden en que el hombre viene de las estrellas, concretamente de las Pléyadesy particularmente de la estrella llamada Maya –la que sería un sistema planetario como el nuestro- en la mitología griega se conoce como“aquella de la que venimos”.

“Si la luz de las estrellas que vemos ya están muertas, entonces estamos vivos o solo somos le esencia de lo que fuimos viajando en el espacio”.

La impresión de “infinito” que nos produce mirar al firmamento en una noche clara la podemos sentir también cada vez que miramos a nuestro alrededor y recordamos que todos y cada uno de los átomos que forman toda esa materia que nos rodea, incluidos nosotros mismos, no es ni más ni menos que “polvo de estrellas”.

Esta frase, tanto poética como científica, fue enunciada por el gran científico y pensador Carl Sagan. Su fundamento es bastante sencillo, si tenemos en cuenta la evolución del Universo.

* Historiador y Cronista de Cuernavaca

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