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ENTRE TALPA DE RULFO Y TALPA DE ALLENDE.

Por lunes 15 de julio de 2019 Sin Comentarios

Juan Ramón Manjarrez Peñuelas

 Vine a Talpa porque me dijeron que acá murió un tal Tanilo Santos. Vine iluminado por la fe en San Rulfo. Pero aquí de Tanilo Santos y de su esposa Natalia nadie sabe nada. Solo encontré el camino real con sus natas de polvo levantándose “como tamo de maíz”, pero de ellos nada.

“La Ruta del Peregrino es una vereda con más de 200 años de tradición. Inicia en Ameca, atraviesa algunas montañas de la Sierra Madre Occidental y termina en el pueblo de Talpa. Tiene una longitud de 117 kilómetros y es recorrida por alrededor de 3 millones de personas al año.”

Desde lo alto del mirador La cruz del Romero se ve Talpa, se ve clarita como fotografía de tarjeta postal en medio de un vallecito rodeada de cerros azulados (El azul es un verde que se aleja), como pintura del Dr. Atl. Desde ahí solo se interpone el claro azul cielo de la distancia y las muchas lecturas del cuento de Rulfo.

Es emocionante llegar a Talpa en estas condiciones: alucinado por la magia de la literatura, buscando vasos comunicantes entre Talpa de Rulfo y Talpa de Allende.

Entramos por donde entró Tanilo a empujones y “cantando el Alabado”, nosotros por la calle Hidalgo y Tanilo por la ruta de los peregrinos, que ahora es lo mismo, pero no es igual. Desde ahí lo mágico se convirtió en real, en vendimias de baratijas por todos lados y más hacia el centro parecía que todo eran fábricas de rollos de guayaba: Fabrica de rollo de guayaba La “Tlalpence”, rollería El Peregrino, rollería La Peñita, fábrica de rollos de guayabate Doña Chayo, fábrica de rollos El Zurdo.

Casas con grandes portales y columnas de ébano, tienda de imágenes religiosas María Tenanchi, más allá Un letrero en bronce que da cuenta del milagro de la transmutación “EN ESTE LUGAR SE RENOVÓ LA VENERABLE IMAGEN DE NTRA. SRA. DEL ROSARIO DE TALPA EL DIA 19 DE SEPTIEMBRE DE 1644”

“Fue la indígena María Tenanchi quien envolvía la imagen de la virgen para enterrarla cuando brotaron rayos de fuego y una luz muy intensa cubrió la capilla. Los indígenas presentes cayeron al suelo desmayados por el susto y la impresión. La imagen sufrió una renovación: cambio de sustancia, pasó de ser de pasta de caña de maíz a madera de tepehuaje incorrupto.”

Luego la plaza principal y la suntuosa Basílica de Nuestra Señora del Rosario, de Talpa, destino final de los peregrinos y lugar de los milagros.

“La imagen de la Virgen de Talpa, fue modelada por los indios tarascos de Michoacán y llevada a Talpa en el año de 1585; desde entonces ha concedido cientos de milagros a los innumerables peregrinos que han pasado frente a ella con un rostro de sufrimiento y palabras de alabanza.”

Seis de la tarde las campanas repicaron con abundancia, llenado todo el valle de talpa, con un sonido que retumbaba entre los cerros y regresaba reverberante con un eco que agiganta el misticismo de los danzantes sobre el atrio del Santuario. Estuve un rato mirando hasta que la magia literaria me alcanzó nuevamente y pude ver cuantos Tanilos estaban danzando ahora mismo frente a mis ojos, cuantas Natalias estaba allí. Pero San Rulfo quiso que Tanilo Santos llegara tarde, justo cuando a la virgencita ya se le había acabado los milagros y así se cumpliera la palabra: “Tanilo se alivió hasta de vivir”

Ocho de la noche, los peregrinos salieron al atrio y justo cuando se cerró la puerta del Santuario todos gritaron al unísono ¡Viva Cristo Rey! y empezó una gran romería que poco a poco fue degradándose hasta quedar en una gran fiesta amenizada por nueve tecnobandas, dos grupos norteños y uno de huicholes, eso sí todo en sana paz y aunque había alcohol no vi ningún alcoholizado. El silencio regresó a las tres de la mañana y pude recuperar el sueño.

Vine a Talpa porque me dijeron que acá murió un tal Tanilo Santos. Vine iluminado por la fe en San Rulfo. Pero aquí de Tanilo Santos y de Natalia, su esposa, nadie sabe nada. Solo encontré el camino real con sus natas de polvo levantándose “como tamo de maíz”, pero de ellos nada.

Una cosa más: Talpa es un pueblo mágico aunque de la magia de Rulfo nadie sepa nada.

* Lic. en Legua y literatura Hispánicas por la UAS. Miembro del Seminario de Cultura Mexicana, capitulo Culiacán.  Integrante de la Asociación de Cronistas de Sinaloa y Cronista oficial del municipio de San Ignacio, Sinaloa.

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