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FUNCIÓN DE LA IGNORANCIA

By domingo 30 de junio de 2019 No Comments

CARLOS VARELA NÁJERA

Nadar en la ignorancia es el modo habitual del sujeto, se hace todo lo posible por evitar el “saber”, ya que este supondría despertar al sujeto de cierto oscurantismo que lo mueve en tierra de ciegos, y un pueblo enceguecido es un pueblo amiedado, angustiado que es fácil sugestionarlo, someterlo, adoctrinarlo convirtiéndolo en un esclavo fiel y discreto, se trata entonces de que el sujeto se mantenga al borde de la ignorancia en el nombre de cualquier ideología, (izquierda, derecha, religiosa, científica, humanista), salir de las ideologías implica un nivel profundo de lógica, el psicoanálisis hace su tarea, elimina la creencia como valor de verdad y le apuesta a la lógica, pero eso no asegura mucho, si acaso cierta lucidez de la que carecen las creencias.

El odio y la ignorancia pareciera que comparten campos de vecindad, se observan hechos de violencia en recintos donde se discuten temas de orden social, y en el nombre de la verdad establecida se hacen desmanes, se rompen ventanas; el odio desatado en el nombre del fundamentalismo, pero para algunos todo está bien, aunque lo mejor sería no discutir creencias religiosas en recintos donde se discuten las democracias, ya que las creencias deben asumirse en las iglesias y sinagogas. El oscurantismo ha costado mucho a lo civilizado, después se obstaculizará la educación sexual en las escuelas, en fin, se comienza por ceder a las palabras y se acaba cediendo en todo según Freud.

El machirulo detrás de las instituciones religiosas permean la inteligencia instalando la función de ignorancia, donde el Habeas Corpus queda desoído, y el instigador la libra, la ignorancia instala una pasión que algunas veces se desborda, lleva a los sujetos del borde al desborde de su locura pasional, y se agrede al prójimo en el nombre del bien decir, a saber su creencia, se trata entonces de que los que son manipulados por otro, no tengan la lógica ni la duda, sino la certeza que el catecismo otorga, aunque algunas veces la ignorancia apuesta al no saber, que es otro modo lógico de saber pero por lo regular queda la razón obnubilada. En otros momentos la función de la ignorancia puede llevar al sujeto a confiar en otro sujeto, permite esa función que el otro me asuma, me tome, con sus ideas, esto es lo ignoto, llegar a saberlo, nos puede llevar a ceder menos a la palabra del otro, a dejarnos conducir, a ser compenetrados menos por esas palabras, pero hay que decirlo para algunos su ignorancia representa su virtud, si hay algo de virtud ser sometido por el otro de lo institucional religioso.

En algunos sujetos la ignorancia puede ser un catapulsador de saberes, en otros ignorar los salva de la angustia, y más aún cuando escuchamos en la familia natural, decir, de eso no debes saber, esas cosas no se dicen en esta casa, en fin, la organización familiar natural se instala en la devoción de la ignorancia, o en la retórica sofista, que intenta convertir las mentiras en verdades ese sería su fin, en el sentido amplio de las dos connotaciones, aunque hay que decirlo nunca sabremos todo, pero si intentar pasar de la barbarie a lo civilizado es de entrada un buen intento, mantener al otro en la ignorancia se ve en la vida cotidiana, en las escuelas, la verdad es escamoteada, no vaya a ser que superes al profesor, y como bien nos decía nuestro querido Lacan, en la universidad el saber se da a retazos y siempre se oculta el mejor bocado, así la ignorancia insiste se socializa imaginariamente.

Cultivar la ignorancia en el amor, en la universidad en la familia, en todo tipo de lazo social no es muchas veces lo más conveniente, pero el no saber, para algunos es reconfortante, el psicoanálisis sabe que un síntoma es lo que le falta a la verdad para ser dicha y cuando es dicha, puede ser que la dichosa vida se prolongue.

* Doctor en Educación, Lic. en Psicología

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