GILBERTO J. LÓPEZ ALANÍS
En Mocorito, Sinaloa, se abrió el nuevo espacio de la escritura y La Voz del Norte, nos puso en el mapa de México a través de los colaboradores; desde Yucatán a la Baja, aunque no todos usemos los sombreros de paja.
La Voz del Norte, tiene una ave agorera que recorre el país, alentando a sus amigos a colaborar en un periódico cultural fincado en una tradición editorial que inició a principios del siglo XX, bajo la entusiasta mirada del Dr. Enrique González Martínez, el jalisciense de las resurrecciones ideológicas y las novedades poéticas; el que supo del engañoso plumaje que hoy campea.
De aquella Voz existen ediciones originales guardadas con especial y generoso celo por el Ing. De La Mora, descendiente del profesor José Sabas de la Mora, el anoréxico Sancho del Dr. González Martínez; fiel profesor y combatiente a favor de la ingrata línea porfirista del poeta prefecto y después Secretario General del Gobernador Diego Redo de la Vega
Ni el sentido poema del casi gobernador maderista de Sinaloa en 1911, logró atenuar el sentido rencor familiar por el fusilamiento en Culiacán del profesor de Macario Riberos, Rafael Buelna y Macario Alanís, en Mocorito.
* Director del Archivo Histórico del Estado de Sinaloa