CARLOS LAVÍN FIGUEROA
La pintora del glamour y el Art Decó, y su “Autorretrato en Bugatti”
Conozco a Víctor Manuel Contreras desde los años sesenta, lo llevó a presentar a sus alumnos de secundariala maestra Carmen Galván enel Colegio Cristóbal Colón, Víctor recién llegaba de París donde había estudiado artes. En 1958, conoció a los príncipes rusos Felix Youssoupoff y a su esposa Irina Romanov sobrina de Nicolás IIde la dinastía Romanov último zar de Rusia, el matrimoniose exilió en Paris tras la caída de la familia imperial con la Revolución Rusa de 1917. Youssoupoff, fue celebre por ser el artífice de la conjura contra Rasputín, personaje que tuvo gran influencia en los últimos días del imperio Romanov. El sábado 27 de septiembre del ’58, Youssoupoff invitó cenar a la pintora de origen judío-ruso Tamara de Lempicka, para que Víctor la conociera, ya divorciada, le dijo “si yo tuviera unos años menos y tu unos años más, hablaríamos otro idioma”él, quedó impresionado por su elegancia. Lo invitó a visitar su estudio. Víctor viajó a Múnich y Milán para continuar con sus estudios de escultura; cuando regresó a París, los príncipes lo invitaron a vivir con ellos en su versallesco palacio en las cercanías parisinas,hasta que cinco años después regresó a Cuernavaca, siempre lo trataron como el hijo que no tuvieron.
Historias como esta,que ya les iré narrando,las cuenta Víctor reviviendo losmomentos con detalle.Tamara le contaba anécdotas que vivió en la Revolución Rusa en San Petersburgo y sobre los personajes que formaban la burguesía, sus vivencias ilustraban la historia de ese mundo de los inicios del siglo XX desde la perspectiva de la aristocracia rusa y de su posterior exilio en París con sus momentos difíciles, y de las grandes fiestas que organizaba en esa ciudad, y que después continuaría en Cuernavaca, lo que pasaría desapercibido para los oriundos.Para Tamara, su mundo era más importante que su familia, le decía a su hija Kizette “nací para darle al mundo y no a una persona,mi obra soy yo misma”ambas se amaban y al mismo tiempo tenían grandes diferencias.Tamara venía por largas temporadas a Cuernavaca a visitar a Víctor, hasta que en 1972 adquirió la casa que nombró “Los Tres bambús”. Aquí, ella y Víctor entablaron amistad con la princesa María Beatriz de Savoia y su madre la ex reina de Italia María José de Savoia, personajes impregnados de logros históricos, y también trágicos vividos en las dos guerras mundiales y la Revolución Rusa, que a pesar de todo siguieron siempre viviendo en el mundo de las celebridades.
En Cuernavaca, Tamara y Víctor fueron amigos de Octavio Paz y de su esposa Marie José; de GarcíaMárquez; aquí conocieron a Evelyn Lambert, fundadora, con Peggy Guggenheim, del museo Guggenheim de Venecia. De personalidad impresionante, era asidua a tomar café al medio día en La Universal donde la conocí y traté acompañada de Víctor. Pertenecía a los grandes grupos sociales de Europa y México, era invitada a los grandes desfiles de modas de las marcas de más renombre.
Tamara, “La pintora del glamour”, “La pintora del Art Decó”,alcanzó fama internacional con sus retratos de mujeres etéreas con ropajes flotantes y desnudos eróticos, sus cuadros se exhiben en las principales galerías del mundo y en colecciones privadas como las de Carlos Slim, Barbara Streisand, Madona, Jack Nicholson, que se valúan en cantidades millonarias, la mayoría fueron pintados en la recamara de su casa de Avenida Palmira -porque la inspiración le llegaba a medio sueño- y en el estudio de Víctor Contreras en el Callejón Borda, donde pintaban juntos.
Su única hija vivía en Houston, sus nietas; una en Argentina, y la otra en los Estados Unidos; y viendo el Popocatépetl desde su terraza le pidió a Víctor; “si muero quiero ser incinerada y que mis cenizas sean esparcidas en el volcán” y Víctor le hizo la misma propuesta si el moría antes, ambos hicieron compromiso. En su casa -donde fue mi vecina-hizo su último testamento ante el notario Juan Dubernard designando a Víctor como heredero para que escogiera treinta de sus mejores obras,con la promesade que serían donadas a treinta museos de los Estados Unidos. Muere en Cuernavaca acompañada de su hija Kizette y de Víctor. Al día siguiente llagaron algunas amistades a la funeraria y al servicio religioso en la catedral donde sin falta acudía a misa los domingos, siempre con Víctor. Terminando la misa fueron al Club de Golf Cuernavaca, donde los esperaba un helicóptero que los llevaría a depositar sus cenizas al Volcán porque ella era un volcán, erael 19 de marzo de aquel año de 1980, Kizzet fue testigo de la promesa cumplida.
Tal es el grado de la vida de esta pintora y la calidad de su obra, que hace unos meses se rodóen Cuernavaca de la película “Tamara de Lempicka y Víctor Contreras” financiada por el gobierno de Polonia, su país nativo.
Hace unos días la nieta de Tamara, María Cristina Lempick de Foxhool, estaba en Cuernavaca para visitar a Víctor Contreras, y para llegar a un acuerdo con Alexander von Hols actual propietario de la casa donde la pintora vivió y pintó sus últimos ocho años. Hols, viajó desde Emiratos Árabesa encontrarse aquí con Cristina para acordar la fundación de “El Museo de Tamara” en la que fue su casa “Tres bambús”, misma que donaría Hols. Bienvenida a Cuernavaca María Cristina.
* Historiador y Cronista de Cuernavaca