ALBERTO ÁNGEL «EL CUERVO»
—¿Cómo se llamaba el programa de Paco?
—¿El que tenía en canal dos…? Se llamaba “Ándale” ¿no?
—No, creo que se llamaba “Pácatelas”… ¿O se llamaba una tras otra?
—No, ese fue ya que estuvo en la otra televisora…
—Bueno, el caso es que en uno de esos programas fue donde vi a Paulino Vargas tocando el acordeón y bailando de manera sorprendente… En verdad sorprendente, a sus casi setenta años bailando de esa manera…
S i tienen ustedes, mis despistados lectores, la oportunidad de buscarlo en la internet, no dejen de hacerlo… Busquen a Paulino Vargas, quien fuera acordeonista de Los Broncos de Reynosa tocando y bailando la redova de “El Naranjo” en ese programa popularísimo de Paco Stanley. Les aseguro sin lugar a dudas que se van a sorprender igual que yo… Siempre que se habla de música norteña, no falta quien, de alguna manera, piense o la considere simple, elemental y hasta agreste en ocasiones. Me ha tocado escuchar ese tipo de comentarios. Pero resulta que es verdaderamente complicada. Tal vez, dentro de nuestra música tradicional mexicana, sea una de las que mayor complicación en su ejecución presentan. Básicamente, son tres géneros los que tradicionalmente son privativos o que identifican a la música del norte de nuestro país: La Polka, La Redova y el Chotis.
Sí a cualquier persona en la actualidad le preguntamos por la redova, casi estoy seguro que les va a contestar o que no sabe de qué le estamos hablando, o que se trata de la cajita de percusión típica de la dotación que los conjuntos norteños utilizan. Pero, por supuesto, es erróneo. El diccionario de la música, lo describe como una danza bohemia bastante veloz en compás ternario que se parece a la mazurka polaca. Y al decir bohemia, por esta vez, no me estoy refiriendo a esas reuniones en donde se canta, se declama y se disfruta sino a la región denominada así: Bohemia, que se encontraba justo donde hoy es la República Checa. Por esta razón, algunos investigadores hablan del género de la Redova como checo en su origen. Esto es un error porque en aquel entonces era Bohemia. Se trata de una danza muy popular y complicada que llega a nuestro país y cobra carta de naturalización, por diversas razones, en el norte. Lugares como Nuevo León, Tamaulipas, Durango y demás, adoptan la redova y la convierten en propia a tal grado, que en la actualidad hay concursos de baile de redova norteña en prácticamente todos los pueblos del norte de México. Muchas redovas fueron grabadas por Paulino Vargas con el grupo norteño “Los Broncos de Reynosa”. De hecho, esa agrupación es una de las más emblemáticas y auténticas en cuanto a música norteña se refiere. Grabaron los tres géneros de los que les hablo además de corridos que, como hemos mencionado insistentemente, habrían de ser considerados como el más mexicano de los géneros debido a su contribución a la cohesión nacionalista desde épocas de la revolución de independencia. Pero para terminar de hablar de este género bailable por definición, La Redova, les comentaré que la famosa cajita que hace años traían como parte de su dotación todos los conjuntos norteños, era parte indivisible de la misma en la ejecución de La redova. Por esa razón, comenzó a llamársele equivocadamente, redova también. Los ejecutantes de la cajita de percusión, se la colgaban por debajo de la cintura y parte de la ejecución de la misma era la danza al mismo tiempo que el tocar con baquetas el muy sonoro instrumento de la cajita después llamada por extensión redova. Poco a poco, los grupos norteños, quizá por la dificultad que encierra su ejecución, fueron abandonando la cajita y en la actualidad, son muy pocos los grupos que la incluyen en su dotación. Uno de esos grupos que la sigue utilizando de manera muy adecuada, es el de “Las Potranquitas Del Norte”. Las jóvenes que tocan y bailan generalmente lo hacen de manera muy seductora y tal vez eso contribuyó a que los ejecutantes varones prefirieran abandonarla por no caer en juicios de carácter de género. Habría que investigar la razón.
El Chotis, es otro género bailable definitivamente icónico del norte del país, y es originario de Alemania. El nombre original en alemán es Schottisch que curiosamente significa escocés. Pero la Escocesa es otra danza que es totalmente al Chotis. El caso es que llega a nuestro país y se arraiga de manera similar a la Redova. Tan popular se vuelve que la gente del norte podría jurar que tiene su origen en esas regiones a las que identifica musicalmente. Así, por ejemplo, uno de los chotises (escrito así por derivación) más populares, se llama Monterey. Quizá las nuevas generaciones no tengan gran conocimiento acerca de ello, pero un regiomontano que no conozca el Chotis Monterey, no es regiomontano. Es tan emblemático como la costumbre de ir a comer cabrito. Pues mis admirados amigos Los Broncos de Reynosa fueron precisamente quienes grabaron este Chotis en uno de sus cerca de 110 discos de Larga Duración. La diferencia rítmica entre la Redova y el Chotis, es que este último es una danza binaria que se escribe en compás de cuatro cuartos. Los pasos de baile, son completamente distintos desde luego. Quizá la espectacularidad de La Redova en este caso, sea mayor y sobre todo si se toma como parámetro la forma en la que ejecutaba la danza de la Redova el afamado acordeonista Paulino Vargas a quien muchos intentan recordar como el inventor del llamado “narco corrido”. Mucho he hablado acerca de lo erróneo de esa intención. El corrido hoy por hoy tiene como finalidad básica narrar lo que sucede a lo largo y ancho de la república, trátese de la temática que se tratare.
En fin, que el Chotis, es otro de los géneros mayormente arraigados en el norte del país y su ejecución no tiene nada de elemental y simple. Por el contrario, es bastante complicada tanto musicalmente hablando como refiriéndonos a la parte dancística. Si tiene usted la curiosidad de buscar los videos de gente bailando el Chotis norteño, se dará cuenta de que además de los vistosos y complicados pasos, la rítmica es por demás compleja por lo que bailarlo y ejecutarlo, requieren de una preparación que va más allá de lo común. Nuevamente insisto: Nuestra música tradicional tiene un grado de complejidad muy grande y me ha tocado ver a grandes maestros de la dirección musical a nivel clásico, que definitivamente no pueden cuando intentan abordar la música tradicional de nuestro México. Y aquí insisto una vez más en que es música tradicional y no regional como han intentado llamarle. El hablar de música regional sería referirse solamente a una región del país y por lo tanto a una pequeña parte de nuestra música. México es sin lugar a dudas el país más rico en cuanto a géneros musicales en el mundo entero.
Y por último, me referiré a las Polkas. Ese género extremadamente alegre que se continúa bailando y cantando en el norte de la República. Quizá en esto radique la diferencia con los otros dos géneros musicales de la música norteña. En el que la Polka, muchísimas veces es cantada. Hay muchos grandes autores de polkas pero de manera muy especial y con gran afecto. Recuerdo siempre a un hombre auténtico, gran actor, extraordinario intérprete del género norteño y autor de muchísimas canciones que son verdaderamente emblemáticas de la música del norte y que han quedado ahí para la posteridad. Me refiero a mi querido y siempre recordado amigo Eulalio González “El Piporro”.
–¿Dónde Naciste, mi Pipo…?
—En Perros Bravos, Nuevo León… ¿Lo conoces…?
—Pues la verdad no, mi estimado Piporro… No tenía idea de su existencia…
—Perros Bravos, Nuevo León es más grande que el Distrito Federal… Sólo que no está finca’o… ¡Ajúa…!
Y la carcajada entre todos los amigos se dejaba escuchar ante la gracia de ese gran personaje de nuestra música. Las canciones que escribió y cantó y las películas estelarizadas por el Piporro, hicieron historia. Quizá haya usted alguna vez escuchado aquella que dice: “andándome yo paseando / por las fronteras del norte / hay que cosa tan hermosa… / De tijuana a Ciudad Juarez / De Ciudad Juárez Laredo/ De Laredo a Matamoros / Sin olvidar a Reynosa…” Chulas fronteras es el nombre de esa Polka que escribió Eulalio. Y la Polka viene a ser el tercero de los más populares géneros norteños. Se escribe en dos cuartos y lógicamente es un género musical binario. Piporro escribió Chotises, Polkas, Redovas y corridos… Siempre acostumbraba combinar la comedia con la interpretación cantada. Así, en “Chulas Fronteras” narraba genialmente el supuesto cruce de un mojado que ayuda a una joven a cruzar a USA e inmediatemente después de cruzar lo abandona. Lo mismo sucede con el corrido de “El Ojo de vidrio” en el que de manera genial combina comedia y canto el inmortal Eulalio González Piporro. Me despido hablando de la dotación instrumental de la música norteña: El bajo sexto, una guitarra que lleva armonía y bajo al mismo tiempo, Acordeón, cajita y tarola son los originales y mayormente emblemáticos. Se le agregaron después el contrabajo, la batería y a veces el saxofón. El caso es que cuando escuche la música norteña con atención verá que es mucho más compleja, divertida e interesante de lo que imaginó.
México-Tenochtitlan en la fascinación por la Polka la Redova y el Chotis.
* Pintor, Interprete, Autor