Nacional

PEQUEÑA ANTOLOGÍA DE BREVES TEXTOS

By martes 30 de abril de 2019 No Comments

MIGUEL ALBERTO OCHOA

N de la R: Una de las propuestas del periódico cultural que tiene en sus manos, desde sus inicios, fue ser un medio donde se pudieran expresar nuevas voces literarias junto a autores de largo recorrido; la única condición fue que los textos para publicarse tuvieran como tema la cultura es sus principales vertientes: el arte y la ciencia. En el recorrido de La Voz del Norte, ha sido y es, un espacio donde se han encontrado los distintos, los iguales, los solitarios, los grupales y por ello la tarea ha producido en los que formamos el informativo la satisfacción del deber cumplido. Esta pequeña antología de cuentos pertenece al Circulo de Lectura de la UA de BC que coordina nuestro ilustre colaborador Miguel Alberto Ochoa, esperamos que la disfruten, tanto como nos ha hecho disfrutar a nosotros.

Los siguientes textos pertenecen a integrantes del Círculo de lectura de la Biblioteca Central Tijuana de la Universidad Autónoma de Baja California Campus Tijuana. Coordinar un Círculo que está dirigido a mentes universitarias nunca es fácil, porque cada uno de los integrantes está muy enfocado en el campo de estudios de sus carreras, por lo que lograr un mismo canal de comunicación es un ejercicio de pluralidad y tolerancia para muchos de ellos. Sin embargo, siempre se logra, pues la buena voluntad de los integrantes está por encima de las diferencias.

Hicimos ejercicios de brevedad muy a lo Monterroso y a lo Torri. Exploramos cuánto puede ser dicho solamente con algunas palabras. Textículos, le decía Cortázar a estos experimentos narrativos en donde menos, es más. Es importante abordar cuanto antes las funciones de la brevedad en el discurso, he visto a muchos funcionarios públicos y directores empresariales que creen que por hablar mucho, comunican, sin embargo, eso no es verdad. La brevedad no es hablar poco, es utilizar el lenguaje de las palabras en función de las mismas y el tiempo del que lee, es algo así como una cortesía para la inteligencia, ya que solo se ofrece lo mínimo indispensable para que la mente del receptor obtenga la idea completa, y en ese giro de reducción discursiva, además, ofrecer algo de belleza literaria.

La brevedad es una escalera en el vacío. Una colibrí que tiene las respuestas. La brevedad es ese vuelo que te cruza hacia el otro lado, sin perder el tiempo, sin darte cuenta. La sociedad ganaría mucho si pudiera imaginar ese dinosaurio que sigue allí…

Fragmento de tiempo

Época distante de arena del Antiguo Egipto, dos amantes parten: uno a la Luna, el otro al Sol. La mujer de mirada profusa decide cantarle a las estrellas; el hombre de tez morena prefiere recordar a su querida. ¿Por qué, aquellos, se desprenden del otro? A causa de un conflicto, a causa de una gélida guerra que nació del vacío y la furia. Ellos estarán en dichos astros trescientos años, quizá, una década más o cuarenta y cinco lustros líquidos, y, en cierto punto de la trama, se volverán a encontrar. Bajarán del cielo danzando cual polvo descendiendo de un reloj descompuesto. Una vez transcurrido tal tiempo, se predisponen al encuentro, pero al hacerlo, al pisar la Tierra, olvidan por completo quiénes fueron. Ella, termina en Estados Unidos y se vuelve actriz de la época dorada de Hollywood. Él, por su parte, yacerá en Francia como filósofo existencialista, politólogo y férreo defensor de la mezcolanza cultural. Ambos sentirán la ausencia, y ambos mirarán lejos, a lo distante en busca de lo inmarcesible.

¿Cuántos suspiros no atrapa la eternidad?

—Dayana Campillo

La estulticia

La estulticia me invadió, ya que mi padre me ha castigado solo por querer dotar de conocimiento a sus creaciones, la justicia de Ulpiano me parece la más correcta. Soy la mitad de cada uno de los únicos géneros. El omnipresente y omnipotente ser me desterró por ser el más semejante. Las contradicciones están por todos los ángulos de sus obras, ahora mi hogar está ubicado está en el último círculo del infierno de mi amigo Dante. Maquiavelo, uno de mis apreciados por más de 500 años, que ahora observa y controla desde aquí a un tal gobierno, cree que yo no vivo, y eso lo hace edificar su propia y mísera destrucción. El sueño de mis legiones es tener el cielo ante mis pies.

 —Daniel Covarrubias

Las escondidas

Durante la noche fría y nevada, Paco regresa de la escuela buscando sus lentes. Así que va a su habitación en busca de ellos, escucha un ruido desesperante que proviene del armario, lo abre, grita y no vuelve.

Repentinas

Las playas se secan conforme pasan los minutos, el pequeño no sabe qué será de él después de que se sequen, mira hacia sus costados, llora, sonríe, carcajea, cierra los ojos.

—Alatorre Villanueva Sarai.

Deseo culposo

Se veían la lluvia desde la ventana, él no le prestaba ni pizca de atención. Su mente estaba en otro mundo. Oh… la deseaba, ¡cuánto la deseaba! O quizá no. Sabía que aquella pasión inhumana sería efímera, después irá por otra, está seguro. No es su culpa, así quiso pensar, tenía una figura que insinuaba a mucho y el no hacer nada era un acto imposible. Sucumbió a sus deseos, y, entonces mordió la dona.

—Catherine Beltrán Santiago

* Coodinador de Circulos de lectura CECUT / UA de BC

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