ROGER LAFARGA
Desde la aparición del término Alopatía, en 1841, establecido por el doctor Samuel Hahnemann Spiess (Meissen, Sajonia 1775 –París, Francia 1843) para diferenciar el método homeopático del sistema terapéutico que era ejercicio común en esa época: vomitivos, purgantes, enemas, sangrías, mercuriales, láudanos y otros procedimientos que hacían incurable al paciente o apresuraban de forma violenta su muerte, hasta la fecha, se ha aceptado este concepto como sinónimo de Medicina y con ello de ciencia curativa.
Valdría aclarar que la alopatía como tal, fue un recurso de definición, utilizado por Hahnemann para los efectos arriba mencionados, pero que ahora, ni tiene razón ser, ni proporciona lo que define, a menos,claro, que las prácticas que originaron su designación aún prevalezcan, lo que sería tan absurdo como regresivo por lesional y nebuloso.
Deberíamos entender la medicina como una ciencia de la salud que, enriquecida con los aportes de otras disciplinas científicas: bioquímica, parasitología, fisiología y muchas otras, supone un mejor ejercicio terapéutico y preventivo en materia de salud humana.
La alopatía, desde que su termino se acuña: “diferente al sufrimiento”, procede suprimiendo los síntomas y manifestaciones del sufrimiento en el paciente, es puramente organicista, no se interesa por el enfermo, sino por la enfermedad como la entiende en su momento el concepto oficial de los cuerpos médicos. Pero aceptémoslo: eso no es la Medicina, son conjunto de errores aplicados al paciente por desconocimiento de causa.
La homeopatía aparece entonces como disruptor incómodo para los sistemas establecidos y como una posibilidad novedosa y favorable para quienes anhelan recursos terapéuticos necesariamente eficientes. La homeopatía propone al enfermo como causa, sentido y significado de lapráctica médica y postula suquehacer: curar, como la primera y única razón de ser del médico, es decir, es una medicina hipocrática.
La ALOPATÍA entonces, no es una ciencia y ningún médico es alópata, salvo que se interese por aplicar aquellos procedimientos que caracterizaron a la alopatía en su momento. La cirugía como ejemplo, no es alopatía, ni homeopatía, es una disciplina basada en técnicas quirúrgicas, quien la ejerce, ejerce la medicina a ese nivel, porque la necesidad diagnóstica así lo exige. Y podemos aplicar lo mismo para toda disciplina médica.
Añado, para concluir, que la homeopatía cura enfermos, no accidentados, esto corresponde a otros campos del que hacer médico, por supuesto que tan respetables como el que más.
La medicina, pues, es una ciencia y arte de curar, no un procedimiento de moda, quien así lo asimila, debe estarse aplicando a la moda y no al sufrimiento del enfermo…
* Homiópata IPN / Sinaloa