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EMILIANO ZAPATA, LO INÉDITO DE SU MUERTE Y LA PACIFICACIÓN DEL ESTADO DE MORELOS

Por viernes 1 de marzo de 2019 Sin Comentarios

CARLOS LAVÍN FIGUEROA

Por el Aniversario del Plan de Ayala -28 de noviembre de 1911- Asistí invitado por la autoridad municipal de Cuautla a través de Oscar Claros, a dar una relatoría, junto con Amador Espejo Barrea-sobrino de Josefa Espejo esposa del General Emiliano Zapata, y representante de “Monumentos Gigantes del Zapatismo”-quien aportó datos orales inéditos. Todo narrado al pie de la primera escultura del caudillo, y de fondo, el Corrido a Zapata compuesto por nuestro amigo morelense Don Jesús – Chucho- Díaz Bustamante.

Amador, mencionó que de la promulgación de Plan se hicieron seis tantos manuscritos; que en suma fueron129 firmas, los principales firmaron en todos; otros, en varios conforme iban llegando a Ayoxuxtla Puebla donde se proclamó; algunos firmaron dos veces en la misma copia, tachando sus grados de coronel para aparecer como Generales; incluso firmó el alemán Albert Blumenkron; y dijo que no fue Zapata el de la frase “Esos que no tengan miedo que pasen a firmar”; que fue Efrén Mancilla quien grito “Esos cabrones que no tengan miedo que pasen a firmar”, uno se orinó de miedo en los pantalones, ya que el Plan desconocía a Madero como presidente, era un plan de guerra contra el gobierno federal y sus tropas, en el momento en quelos zapatistas no tenían parque.

Agregó Don Amador, que, para el día del asesinato de Zapata- el 10 de abril de 1919- Guajardo contrató a diez asesinos a sueldo–vistiéndolos de militares-Guajardo no confiaba que sus soldados tirarían a matar al Jefe Zapata, entre otros por ser de su mismo origen campesino. Los soldados apostados en las azoteas, al darse la señal de acribillarlo, tiraron a otro lado, es así como los impactos de las balas están en los muros de la Hacienda de Chinameca; Zapata solo recibió siete balazos de los diez sicarios, cuando lo tenían “a tiro”decenas de militares; tres de los sicarios tampoco tiraron al cuerpo del caudillo”. Termina la cita de Don Amador.

Desde mi punto de vista, después de analizar lo transcurrido semanas previas al asesinato, cuando Zapata y sus tropas se encontraba sin parque, evadiendo a las tropas federales, y al haberse dado la propuesta de Guajardo al caudillo de aliarse con él, y entregarle armas y municiones, a Zapata no le quedó opción que jugársela a sabiendas de que podía darse la traición, sus allegados se lo advirtieron, insistieron en que parte de su ejército lo acompañara, Zapata se negó, y previas copas de coñac, con unos cuantos acompañantes llegó a la cita a encontrarse con la muerte.

Tras el asesinato, se firmó un plan para vengar la muerte del líder sureño, en el documento se resume; “…Tenemos una triple tarea: consumar la obra del reformador, vengar la sangre del mártir, seguir el ejemplo del héroe. Y esa tarea la hemos de cumplir… por encima de la perversidad de Carranza, de la felonía de Pablo González y de Guajardo. «Hasta vencer o morir.» Los surianos sabremos ser dignos de nuestro glorioso Jefe. «Reforma, Libertad, Justicia y Ley.» Campamento Revolucionario en el Estado de Morelos, a 15 de abril de 1919. RÚBRICAS Generales: Francisco Mendoza, Genovevo de la O., Jesús Capistrán, Pedro Saavedra, Maurilio Mejía, Adrián Castrejón, Gildardo Magaña, Sabino P. Burgos” entre otros.

También mencioné que, al término de la Revolución, las revueltas continuaron en Morelos, que la pacificación se dio hasta 1930, cuando el Congreso de los Estados Unidos Mexicanos nombró gobernador a Don Carlos Lavín Aranda a propuesta de Plutarco Elías Calles, que, aunque ya no era presidente de México, eran tiempos de El Maximato donde seguía dando órdenes. La encomienda que Calles pidió en su casa de Cuernavaca a su amigo Carlos Lavín, era que como gobernador provisional constitucional reinstalara los tres poderes en el estado. Organizó y convocó a elecciones, saliendo ganador Vicente Estrada Cajigal. Fue Don Carlos quien firmó los tres decretos que restablecen; el Poder Legislativo, el Judicial, y finalmente el Ejecutivo. Días después de las elecciones el candidato perdedor a gobernador, se levantó en armas en Jojutla liberando a los presos y exigiendo cuotas a los comerciantes acaudalados, Don Carlos se encontraba en la Ciudad de México, regresado de inmediato a Morelos, donde en compañía de un destacamento militar se presentó en Jojutla aplacando la revuelta de manera pacífica. Semanas después en Cuautla se formó un congreso ilegal, al que el gobernador Lavín disolvió también a través del diálogo. Ese mismo año ordena elaborar la primera escultura en honor a Emiliano Zapata, otorgándole el reconocimiento oficial de héroe nacional. Con esto se termina de pacificar el estado. Dos años después, en 1932, los restos de Zapata fueron exhumados del panteón municipal y colocados en la base de esta escultura que originalmente estaba en la Plaza Revolución del Sur de Cuautla, conocida como de El Señor del Pueblo, donde en los años ochenta fue sustituída por otra con aspecto desfachatado, sin mensaje,a la que el pueblo llama el ensarapado.

Actualmente, la histórica primera escultura,que según los expertos es única por su actitud y mensaje, se encuentra en el Parque Emiliano Zapata de Cuautla, dañada con grietas por el temblor de 2017.

P.D. Hasta la próxima

* Historiador y Cronista de Cuernavaca

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