CARLOS VARELA NÁJERA
Vamos a solicitar al Poder Judicial, con todo respeto porque se trata de un poder independiente, que reafirme la sentencia para que se pueda constituir la comisión investigadora en este caso. También, cualquiera que sea el resultado, hice el compromiso que el día 1 de diciembre vamos a emitir un decreto para crear también, si no se ha hecho, la comisión investigadora, y definir todo el procedimiento que vamos a llevar a cabo hasta llegar a la verdad y la justicia”. (Andrés Manuel López Obrador).
¡Me canso ganso! es una frase que usa nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, retomada del cómico Tin-Tan para enfatizar una verdad más allá de la verdad, una verdad más verdadera, una verdad que aspira al no equivoco. También es esa verdad que no tiene por qué no llevarse a cabo, una verdad sin ambages, una suerte de metalenguaje de la verdad.
A muchos no les gusta ese tonito provocador… “me canso ganso”, suena a una novatada juvenil, un exabrupto, incluso un decir sin consecuencia, pero, conociendo lo obstinado del Presidente, se toma las cosas muy a pecho, tal vez por eso, su pecho sea su talón de aquiles, eso si es mi novatada como psicoanalista, una interpretación salvaje, que me disculpen los lectores.
Sabemos desde el psicoanálisis que la verdad no puede decirse toda, tal vez por ello de su insistencia, como no se dice toda se repite hasta el cansancio, para sentar su certidumbre gnoseológica, al decir Andrés Manuel, la verdad se inventa, quitándole su implicación de ficción, a condición de que esa verdad no sea la verdad revelada, sino que se destile por los desfiladeros del significante, aunque sabemos que verdad y ficción van de la mano. AMLO se coloca en una suerte de Lacan posmodernizado, ese que en algún momento mencionó: yo la verdad hablo, pero no toda, porque la verdad no puede decirse toda.
AMLO, encarnando a la verdad, la dice muy a su manera, “yo, me canso ganso”, la ficción de AMLO tiene que ver con los despojos que le dejan como País, es decir la verdad de Andrés Manuel choca con lo Real, como imposible de sortear, por eso llama al pueblo para que le ayude a sortear ese Real imposible de digerir, un País roto, deshecho, una suerte de caca en abundancia, de sangre, de cementerio, ahí entonces esperamos que el ganso no sólo, no se canse, sino que sobreviva frente al desencanto.
Pero si AMLO toma la verdad como causa no puede hacerlo sino como un mortal neurótico, incluso proponiéndose como cordero al matadero, “ya no me pertenezco, soy suyo”, esta es la manifestación de su descorporización, un tanto, ¡les entrego mi cuerpo, les entrego mi sangre!, AMLO en posición maternal, la madre de todos los mexicanos, ese que Ungido nos parió en su seno para dotarnos de leche y miel, y curar al despojado, al agraviado, un AMLO a toda madre, en ese sentido aparece como consuelo.
Nuestro presidente interpreta la verdad como realidad, esa que no debe dejarse esperar sino elucidar, tomando al toro por los cuernos, encarnando la verdad en demanda de actos, hacer vida la palabra, hechos, para paliar la pobreza de los mexicanos, por ello la intención es de un deseo benevolente, está echado pa delante, lo mueve un deseo decidido que nombramos obstinación, aferramiento, terquedad, pero es su singularidad, eso que lo marca como distinto frente a los gobernantes corruptos que hemos conocido cuyos nombres no es necesario recordar.
Para ser más justos con nuestro presidente, la verdad que él encarna es una verdad dicha, la verda de AMLO es una verdad a la palabra, que usa como garantía, tal vez por eso a la tercera fue la vencida, es su reiteración por tercera ocasión, convenció a los incrédulos, esa repetición del uno, que no era más de lo mismo, lo nombramos en la orientación lacaniana como iteración de goce, un goteo incesante de goce, que nos hizo uno con él, pasamos a encarnar el ideal de AMLO, y bueno, empieza un sexenio con un líder sin descanso ganso, los mejores éxitos y cuente con nosotros presidente, por lo menos en lo personal se de su gran esfuerzo eso es un mérito inobjetable.
* Doctor en educación, licenciado en psicología