JUAN DIEGO GONZÁLEZ
La tarde era brillantemente azul. Dejé que la música de jazz guiará mis pasos. Los alrededores de la antigua escuela normal rural estaban llenos de carros. Algunas señoras corrían con vestidos coloridos en una mano y la niña maquillada, trenzas lustrosas y moños multicolores, en la otra hacia el interior del edificio. En un mismo evento se haría la Conmemoración de la Fundación de Baja California Sur (8 de octubre 1974), la instalación de la Comisión Permanente de Cultura y Artes del Congreso Estatal y los festejos por el XL Aniversario de la Casa de la Cultura de Todos Santos, (hoy Centro Cultural “Profr. Néstor Agúndez Martínez”). Decidí entrar con el carro hasta el estacionamiento interior para bajar el equipo de sonido y después lo sacaría. Apagué el estéreo y el jazz fue cambiando por el rumor de voces, taconeos, saludos, gritos y uno que otro ladrido. Los pasillos estaban llenos de bullicio. Localicé al maestro Armando Vázquez, quien dirige el Coro de la Escuela de la Palapa (mi escuela), para ayudarlo a instalar las cosas. El coro era parte del programa artístico y cierto nerviosismo nos hacía sonreír. Su primera presentación en público y en un evento de mucha importancia para el estado. Antes de subirme al carro para llevarlo fuera, saludé a varios estudiantes para darles ánimo. Saqué las llaves, quité la alarma y en eso, me saludan. Era Julio Villalobos, director del Centro Cultural y anfitrión. Él si estaba francamente serio. Como anfitrión, trataba de cubrir todos los detalles, y además, sería parte de los oradores oficiales. Abrazos, apretones de manos, sonrisas cantarinas. Los diputados llegaron con la parafernalia de prensa, ambigú y más saludos. Los grupos de danza folclórica se preparaban con más rapidez. El maestro Armando, sin proponérselo, se volvió el ingeniero de sonido. El anfitrión me presenta con el nuevo director de Cultura Municipal, Rolando Faraón Placier Castro. Hablamos un poco sobre sus expectativas y líneas de trabajo. Un desconocido de sombrero y guayabera se acerca a saludarlo. Nos despedimos. Última prueba de sonido. El maestro de ceremonias invita a tomar sus lugares al presídium. De a poco se hace el silencio y las voces se pierden en los pasillos, como antaño se perdían las pisadas de los jóvenes normalistas. La primera en hacer uso de la voz y declarar instalada la Comisión de Artes y Cultura del Congreso Estatal fue la C. Diputada Lorenia Lineth Montaño Ruiz, (presidenta de esta comisión). El hecho mismo de salir de la sede del congreso y realizar este acto en Todos Santos, pueblo mágico y reconocido estos últimos años por sus actividades artísticas, muestra el interés de la XV Legislatura por hacer las cosas diferentes. “Si estamos aquí es porqué queremos que la cultura trascienda. No se trata de cumplir únicamente. Cultura es construir, es hacer que las ideas se plasmen, que los sentimientos se vuelvan actos. La cultura es para expresarnos. En BCS tenemos una cultura rica en muchos aspectos. Es paraíso que refleja esa belleza, desde las pinturas rupestres hasta los mares que rodean la península. Mi compromiso es con los directores de cultura pero también con los artistas que buscan elevar el arte sudcaliforniano, que buscan llevarlo a niveles internacionales. Se trata de salir de la oficina y experimentar lo que la gente necesita, lo que requiere.
Agradecemos al centro cultural que nos haya recibido, especialmente porque es su aniversario cuarenta”. Otro de los invitados oradores fue Cristopher Amador Cervantes, director del Instituto Sudcaliforniano de Cultura. Inició su discurso quitándose los anteojos, como una metáfora del acercamiento entre los funcionarios y el pueblo, como si la tecnología representara las oficinas amuralladas. “Lo que nos hace diferentes de los animales es la responsabilidad histórica. Aquí donde celebramos a un hombre que por su pasión se convirtió en institución, el profesor Néstor Agúndez. Esos árboles los regó para que crecieran pensando en que bajo su sombra se sentaría un niño, libro en mano, para disfrutar de la historia en letras que viaja en un mar de papel. Como no recordar la anécdota de los 420 libros que iban a San José y el profe Néstor se los apropió para cimentar la cultura en Todos Santos. A los diputados les agradezco su presencia y les digo que por supuesto estaré abierto al diálogo, sobre todo al diálogo por los recursos que cada vez son menos en el rubro de cultura, para trabajar por BCS”. Al finalizar el acto oficial, los niños se prepararon para presentar diferentes cuadros de baile folclórico. Como parte de este programa, el Coro de la Escuela de la Palapa tuvo su participación con “Cielito lindo” y “México lindo y querido”. En esta última pieza, una parte la interpretó como solista el estudiante Juan Enrique Domínguez Orozco, quien sorprendió a propios y extraños con una voz profunda y sólida. Por supuesto que el público aplaudió el regalo. La noche se acercó para disfrutar las voces juveniles. Los estudiantes, vencieron el “pánico escénico” de su primera presentación y disfrutaron el escenario. Si, una tarde en Todos Santos para recordar.
* Autor/docente Sonora/ BCS