PRIMERA PARTE
Constantino Hering, pionero de la Homeopatía en Estados Unidos de Norteamérica.
ROGER LAFARGA
1800, Alemania. Es el advenimiento de la Homeopatía, el doctor Samuel Hahnemann confirma lo que siglos atrás Hipócrates de Cos hubiese anunciado: la naturaleza ejerce mecanismos autocurativos; dedicado al estudio de tales observaciones y mediante la experimentación pura, esto es, la experimentación en el individuo humano clínicamente sano, y cuyo resultado, convertido en medicamentos, aplica luego a los enfermos con resultados exitosamente curativos, es como Hahnemann constata la verdad terapéutica de la máxima hipocrática y establece, -a despecho de las prácticas atroces e inservibles con que el gremio médico de la época trataba a sus pacientes-, una nueva medicina a la que Hahnemann denomina
HOMEOPATÍA: en semejanza con el sufrimiento, para diferenciarla del antiguo sistema terapéutico al que asigna el nombre de ALOPATÍA: distinto al sufrimiento.
Los resultados satisfactorios de la Homeopatía desatan admiración y respeto hacia esta y su descubridor, pero también animadversión y enojo, que surgen de intereses ya establecidos.
El 1 de enero de ese mismo año, nace Constantino Hering, en Oschatz, Sajonia, su padre es por entonces asistente del rector. 1810, Hahnemann publica su obra:
Organon de la Medicina Racional, en que describe punto por punto el método homeopático y la Homeopatía se extiende rápidamente en Alemania y toda Europa; a partir de entonces y hasta el primer tercio del siglo XX, el debate entre alópatas y homeópatas fue intenso. En este clima social y científico se desenvuelve Constantino Hering, quien cursa sus años escolares en Zittau, a donde su padre ha sido transferido como rector. 1817. Constantino Hering estudia en la Academia de Cirugía de Dresde y tiene oportunidad de conocer a Hahnemann y presenciar sus conferencias. 1820. Ingresa a la Universidad de Leipzig a estudiar medicina, ahí, practicando una autopsia se corta un dedo, que, gangrenado, obliga a la amputación del brazo correspondiente, procedimiento que se omite merced a la administración de un medicamento homeopático, Arsenicum álbum, prescrito por Kummer, uno de sus compañeros producto de enojosas disertaciones en la prensa médica, los debates entre alópatas y homeópatas suben de tono y el editor Baumangarten decide publicar un libro para exponer y aniquilar la Homeopatía y de una vez por todas también con Hahnemann, en ese tiempo expulsado de Lepzig; para ello solicita del Dr. Robbi, profesor de la Facultad de Medicina de Leipzig, la redacción de la pretendida obra; Robbi declina por falta de tiempo pero en su lugar envía a su asistente con el publicante. Se trata de Constantino Hering quien, aplicado y concienzudo, estudia las obras de Hahnemann para rebatirlo con conocimiento de causa, sólo para enterarse del magnífico recurso terapéutico que tiene a su alcance e inicia a comprobar las experimentaciones homeopáticas en si mismo para terminar informando al Dr. Robbi que no escribirá el libro acordado y que se dedicará al ejercicio de la homeopatía. 1821. Hering se declara partidario de esta nueva ciencia y el claustro de la facultad lo presiona para que renuncie a su ayudantía.
Previendo problemas por parte de sus maestros en Leipzig, Hering resuelve seguir estudiando medicina en Warzburg donde se graduó el 26 de marzo de 1826 con su tesis “De Medicina Futura” donde reafirma su convicción homeopática.
Al tiempo, el editor Baumangarten se convierte a la homeopatía y promueve este movimiento publicando trabajos y escritos sobre el tema. Hering, por su parte, es asignado Instructor de Ciencias y Doctor de la Casa en Dresden, por el Instituto Educacional de Blochmann. Un año después es apoyado por el gobierno de
Sajonia y el propio director del Instituto para realizar un viaje científico a Surinam; establecido en Paramaribo, capital de aquel país, se encarga de estudiar flora y fauna autóctonas y dedica el tiempo que su cargo le permite, a la búsqueda y experimentación de nuevos remedios homeopáticos. En el curso de una de estas expediciones, Hering encuentra a un hombre gravemente enfermo yacente junto al camino y lo atiende, cuando Hering vuelve de regreso, el paciente, recuperado y agradecido, toma al doctor como su maestro.
Recomendado por aquel hombre y merced al éxito de otras curaciones realizadas, el gobierno lo nombra médico oficial de Paramaribo.
Fue un importante experimentador de remedios, durante su estancia en Brasil experimentó entre otros el veneno de la serpiente surucucú (Lachesis trigonocephalus) cuyo veneno es de una enorme toxicidad.
Hering encargó a cazadores de serpientes le trajesen una surucucú a la hacienda donde vivía con su esposa y algunos sirvientes. Toda vez entregada la serpiente, Hering consiguió que esta mordiera un enorme terrón de azúcar y lo olfateó para identificar su olor, la simple olfacción del veneno lo hizo desmayarse durante varias horas que fueron de intenso delirio, al cabo de lo cual pidió a su esposa lápiz y papel para anotar cuanto recordara haber experimentado. Así nació la materia médica de LACHESIS, uno de nuestros importantes medicamentos.
Seis años después de haber llegado a Paramaribo, decide publicar sus trabajos en Alemania y aparecen de nuevo las presiones; el propio rey de Sajonia solicita de Hering se abstenga de publicar y otra vez el homeópata se ve obligado a dimitir.
1833. Hering vuelve por un tiempo a Alemania y regresa de nuevo a América, pero esta vez a Filadelfia en Estados
Unidos donde amigos le piden quedarse y se establece ahí para ejercer la Homeopatía, funda Hospitales Homeopáticos, crea grandes obras de literatura médica y logra que multitud de médicos abracen la Homeopatía, medicina del hombre. CONTINUARÁ…
* Homeopota IPN/ Sinaloa