SOFÍA MIRELES GAVITO
El pasado 3 de agosto del 2018 estuve en el pueblo mágico de Izamal, Yucatán, también llamada Ciudad de las tres culturas, por el sincretismo entre lo maya, lo español y lo contemporáneo. Su nombre se deriva de la palabra Itzamná o Zamná que significa “rocío que cae del cielo” y hace referencia al dios maya de la sabiduría, considerado como maestro instructor de los antiguos pobladores de esta tierra. Izamal fue el centro ceremonial más importante de toda la región maya en tiempos ancestrales.
Izamal fue subsede del 41º. Congreso Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas que se realizó del 31 de julio al 3 de agosto del 2018, siendo la sede principal la ciudad de Valladolid y la otra subsede: el poblado de Uayma.
El día 3 de agosto salimos de Valladolid rumbo a Izamal a las 9 de la mañana, pues teníamos un día muy apretado de trabajo. A las 10:30 de la mañana visitamos el Convento de San Antonio de Padua, y quién nos dio la bienvenida fue el Presidente Honorario de la ANACCIM y cronista de Izamal, el Dr. Miguel F. Vera Lima, quién nos explicó ampliamente la historia del convento, del templo y su interior: su retablo, y de la Virgen de Izamal. También, fueron anfitriones de los cronistas, la esposa e hijas del Dr. Miguel Vera Lima; las cuales, nos atendieron de maravilla, y nos obsequiaron bellos recuerdos del lugar.
Después nos trasladamos al Centro Estatal de Capacitación, Investigación y difusión humanística (CECIDHY), que fue creado por decreto del 7 de marzo del 2014, con el objeto de preservar y fortalecer las diversas identidades de una entidad multicultural como es el Yucatán contemporáneo.
Este lugar fue la sede para la lectura de ponencias de las 4 mesas de trabajo del 41º Congreso, que eran: la crónica en el siglo XXI, fortalezas y debilidades; la crónica y mi experiencia con la prensa escrita: periódicos, revistas y libros; la crónica en la primera década del siglo XXI, y la crónica y las redes sociales: blog, Facebook, twitter y páginas web.
Con el objetivo de leer todos los trabajos y acabar durante la mañana, se repartieron las mesas en varios salones del CECIDHY y como a las 2:15 de la tarde nos invitaron al auditorio del lugar para estar en la presentación del libro: “Izamal en el Tiempo”, libro que se acaba de publicar en mayo de este año 2018 por sus editores: Karla Berrón Cámara y Mario Humberto Ruz. La ciudad de Izamal está ligada a una fuerte tradición religiosa desde la época prehispánica como un gran centro ceremonial. Sus primeros asentamientos se remontan desde el preclásico superior (350 A.C- 150 A.C) hasta nuestros días. Su máxima expansión se dio en el protoclásico (150 A.C- 250 D.C), periodo en el que los edificios monumentales alcanzaron su mayor volumen constructivo; y se mantuvo esta hegemonía hasta el clásico temprano (250 D.C.- 600 D.C.).
La ciudad de Izamal fue fundada por los franciscanos en 1549; y ese mismo año se le destinó a Fray Diego de Landa por fraile morador de este lugar. El carácter sagrado de Izamal y la fuerza religiosa que representaba fueron aspectos importantes que motivaron a los frailes para instalar allí un importante centro religioso. Entre las enseñanzas que los franciscanos propagaron, destaca el culto a la Virgen de la Purísima Concepción. En 1560, Fray Diego de Landa viaja a Guatemala, donde consiguió del escultor Juan de Aguirre, la realización de dos esculturas talladas en madera de la Virgen María, eran dos imágenes idénticas, una fue destinada para Izamal, y la otra fue llevada para el Convento de la misma orden franciscana en Mérida.
Cuando el 17 de abril de 1829, un incendio consumió la imagen de Nuestra Señora de Izamal, se trajo por petición especial del pueblo izamaleño, la otra imagen de la Virgen que estaba en Mérida. Muchos son los favores que el pueblo yucateco le agradece a esta imagen, como son: cuando en 1648 una epidemia de fiebre amarilla afectó a la población yucateca, los católicos pidieron se llevase a la imagen de La Señora de Izamal a Mérida para rezarle y solicitar que interviniese para aplacar la calamidad que azotaba la provincia. Se cuenta con el registro de otros viajes de la virgen hacia Mérida en 1730, 1744 y 1769.
El registro histórico de la devoción e importancia de la Señora de Izamal a través de los siglos – y de su santuario como centro de peregrinaje-, es la llegada del Papa Juan Pablo II a Izamal el 11 de agosto de 1993. La Virgen de Izamal es la reina y patrona del pueblo católico de Yucatán. Por último, Izamal fue declarada pueblo mágico en el año del 2002. Y realmente, está ciudad tiene un encanto especial, por el color amarillo y blanco, pintado en el Convento y en muchos edificios del centro, dándole a la ciudad un toque muy particular que la hace única.
* Cronista de Tonalá, Chiapas