JOSÉ CARLOS IBARRA
Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?»
Voz que escuchó en el camino a
Damasco, y un resplandor cegador
La Biblia, libro de los libros por excelencia, y de mayor número de impresiones desde el invento de Gutenberg, no sólo ha de verse con los ojos de la fe, sino también, e independientemente de creencias, por la riqueza de su contenido cultural e histórico, en cuya fuente ha abrevado el genio creador, durante milenios, en diferentes manifestaciones del Arte: pintura, escultura, arquitectura, música sacra, teología, mística, literatura, poesía, teatro y cinematografía.
En la presente colaboración, me referiré a una figura de dimensión universal, de los pilares del cristianismo primitivo, como lo fue San Pablo, llamado el «Apóstol de los Gentiles», nació en Tarso de Silicia, actualmente territorio de Turquía, entre los años 4 o 10 de nuestra Era, hijo de familia judía, de nacionalidad romana, perteneciente a la secta de los fariseos, recibió sólida formación intelectual de parte de Gamaliel.
Fue furibundo perseguidor de los cristianos, presenció la lapidación de Esteba, primer mártir en Jerusalén, pero ¿cómo fue su conmovedora conversión? La fuente original de estos acontecimientos, se encuentra en el libro «Los Hechos de los Apóstoles», del Nuevo Testamento y en la tradición cristiana.
Solicitó autorización oficial, para ir tras los cristianos que se encontraban en Damasco, y en el camino a corta distancia de la ciudad, en medio de un resplandor que lo derribó del caballo, escuchó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Se levantó mas no veía nada, sus acompañantes lo llevaron a Damasco, a casa de Judas, en donde permaneció tres días sin ver, comer ni beber. En Damasco, había un discípulo llamado Ananías quien en revelación, fue informado del suceso, fue a buscarlo y platicó con él, le puso la mano encima y recobró la vista, y pidió ser bautizado. Una vez repuesto, empezó a predicar en la ciudad, y los que lo escuchaban hablar, quedaban sorprendidos, pues sabían que había perseguido a los cristianos. Viajó y predicó en Grecia, Asia Menor, Siria y Palestina. En el año 46 abandonó su nombre de Saulo hebreo, por el de Paulus (latín) en español Pablo.
En su último viaje a Jerusalén, fue aprehendido y enviado a Roma, estuvo preso un tiempo y por órdenes de Nerón, fue decapitado con espada. Escribió catorce Epístolas a comunidades cristianas las más, y a algunos de sus discípulos como Timoteo- Existen pinturas, vitrales y estatuas, así como la majestuosa Basílica de San Pablo
Extramuros, en Roma. Se incluyen pinturas de Miguel Ángel y Caravaggio, de la conversión de San Pablo.
* Autor sinaloense