ALBERTO ÁNGEL » EL CUERVO «
Algo había en el ambiente… No podría definir exactamente de qué se trababa, pero era indudable que una emoción muy particular e intensa flotaba en el estudio de ABC radio… Por un lado, estábamos recreando a uno de los géneros de nuestra música mexicana… Tal vez el género más popular y de mayor vigencia a lo largo del tiempo… El bolero.
Esto, dado que me visitaban en el estudio un par de intérpretes de bolero y música tradicional mexicana en general de nombres japoneses, de ascendencia japonesa y vinculados totalmente a México por varias razones. Takako Ota, una mujer de gran sensibilidad y calidez interpretativa de la canción mexicana en general. Nacida en Japón, conoce a Juan Cabadilla, extraordinario requintista que fuera del celebérrimo trío “Los Tres Ases” en una de las giras de este trío al lejano país de oriente.
La historia de amor se da con gran fortuna y del matrimonio entre Juan y Takako, surge Irving Koji, talentoso ejecutante de la guitarra y muy buen intérprete vocal también de nuestra música de romance y tradición… Las canciones que alguna vez interpretaran los afamados integrantes de ese trío, cuando estuvo con ellos como vocalista Marco Antonio Muñiz, necesariamente me transportaban a muchos sitios en el laberinto del tiempo y el espacio… De pronto, cuando estaban interpretando la canción Cucurrucucú Paloma, de mi siempre recordado y admirado amigo Tomás Méndez, Irving Koji y Takako Ota, su mamá, comenzaron a cantar la segunda parte de esa afamadísima canción, pero en idioma japonés. La sonrisa de beneplácito de todos los que estábamos en el estudio no se hizo esperar… Al final, el aplauso corroboró lo mucho que nos había agradado el escucharles cantar en una lengua tan lejana y distinta, una canción con la que crecimos muchas generaciones…
— Antes que nada, muchas gracias por motivarnos esta emoción de escuchar una de nuestras más tradicionales canciones en la lengua japonesa… Y claro, el escucharles así, nos habla de la vinculación de las dos culturas que Irving lleva en la sangre…
–Sí, yo crecí oyendo a mi padre estas canciones y en una guitarrita que él me compró, intentaba tocarlas… Recuerdo mucho a mi madre y mi padre cantando juntos y por otro lado, las historias que mi madre me contaba en japonés… Si en el mundial se enfrentaran los equipos de Japón y México, le iría a los dos jajajajaja…
—Me imagino, jajajaja… Pero ¿Cómo fue que se les ocurrió cantarla en japonés, de quién es la letra o traducción…?
—Pues en Japón, no es raro que una canción que tenga popularidad se le escriba la traducción en japonés… A muchas canciones mexicanas se les canta mitad castellano, mitad japonés…
—Por ejemplo, ya que hablabas del mundial de futbol, hay una canción que no puede faltar en las tribunas siempre que juega México, que es la canción escrita por el Maestro Quirino Mendoza y a quien durante mucho tiempo buscaron negarle la autoría… Incluso, por ahí un inglesito avispado y marrullero, la había registrado aprovechando que la canción aparecía como de “dominio público”… Afortunadamente, todo se arregló y en la actualidad se sabe bien a bien que el Maestro Quirino Mendoza es el autor de la afamadísima canción “Cielito Lindo”…
—Ah, claro… Cielito lindo siempre la cantamos mitad español y mitad japonés y en cualquier lugar del mundo nos piden cantarla porque identifica mucho a México… Continuó la emoción con la participación de mi querida Ivonne Armant en la lectura del poema que siempre hago los sábados… Aunándose a la atmósfera de celebración y regocijo en el estudio, participaba en su español claro aunque con acento griego, la celebérrima pintora, escultora y orfebre ateniense… Ella estaba en México para acordar nuevas exposiciones con su obra dado lo exitosa de su anterior exposición en el Museo Franz Mayer casi recién terminada…. Lisa es una mujer con la sonrisa a flor de piel… Una sonrisa que la brota desde lo más profundo del alma y de manera especial cuando la charla gira en torno al trabajo en el arte… Gente renombradísima tales como Salvador Dalí, Max Ernst y Rene Magrite, apoyaron el talento y la difusión de la obra de la entonces considerada niña prodigio del arte contemporáneo…
—Lisa, bienvenida… Es un verdadero honor tenerte en mi programa… Muchas gracias…
—Al contrario, gracias por invitarme… Estoy disfrutando mucho las canciones y la charla… Y tu voz es verdaderamente algo que transporta hasta los mismos ángeles… Así que gracias por permitirme compartir mi obra y mi filosofía con tu auditorio.
—¡Caray, no sabes cuánto valoro tus bellas palabras de elogio viniendo de alguien tan importante en las artes como lo eres…! Ultimamente te has avocado a la orfebrería…
—Sí, las piezas que hago son únicas, no son piezas hechas en serie como normalmente se hace en la joyería… Digamos que son esculturas que pueden portarse como una pieza que se luce al cuello adornando o complementando un atuendo… Pero cuando comencé mi carrera, Salvador Dalí me decía que era extraordinaria en la pintura y que no debía dejarla… Claro que no la dejo, pero la alterno con la escultura y la orfebrería porque me permiten transmitir muchas cosas… Además de que nunca permití que la moda dictara mi trabajo en el arte… Siempre he buscado que todo lo que hago sea desde el fondo de mi corazón, yo creo que por eso me querían tanto esos grandes genios del arte con quienes tuve la suerte de convivir…
—Debe haber sido maravilloso convivir y aprender de ellos y además que te cuidaran y quisieran tanto como su niña consentida…
—Me adoraban, es la verdad… De hecho, la primera persona que compró una obra mía fue Salvador Dalí cuando visitó mi exposición en Nueva York… Lisa ha llevado a cabo una labor de gran importancia en el arte no solamente con su creatividad en la pintura, la escultura y la orfebrería, sino como una gran coleccionista de arte y un trabajo de mecenazgo que en la actualidad cada vez es menos frecuente… Como ella misma predica en su discurso: “Antes, Las personas con dinero y poder pagaban por el arte; es decir, una parte de ese dinero se transformaba en eternidad… Ahora ya no sucede…” y por si fuera poco esa bellísima reflexión, continúa su discurso a manera de denuncia: “Ahora el dinero no da nada, ya no se transforma en cosas que benefician a futuro a la humanidad, no hay ese tipo de aristócratas; ahora hay grupos de banqueros, en una situación a escala mundial oscura, sin luz, donde los valores ya no existen…
Entonces, los artistas son presos también de esta situación. Son víctimas, porque para sobrevivir olvidan las cosas espirituales para dar valor a lo material…” Sus palabras, causaban un gran impacto en mi persona… Por principio, me resultaba difícil de creer que tenía como invitada a mi programa a esta gigantesca personalidad del arte… Pero el estar escuchando su manera de pensar y en su discurso las alabanzas a la tradición y cultura mexicanas, me tenía verdaderamente embelesado… Lisa Sotilis, es dueña de la mitad de la isla de Kea en el archipiélago griego. Tiene proyectado construir ahí, un gran edificio para albergar arte y cultura de todas partes del mundo. Y de manera especial, busca siempre promover y difundir el arte y la cultura de nuestro país al que le tiene un enorme amor… Así, emoción tras emoción, fue transcurriendo la hora del programa entre la enriquecedora palabra de mi admirada Lisa Sotilis y las canciones mexicanas interpretadas en castellano-japonés…
Profundamente agradecido con ese otro talentoso trabajador de las artes plásticas, mi querido amigo Marco Varela manejador de Lisa en México y con mi queridísima y hermosa amiga Marcela Matos cuya labor de promotora del arte hizo posible contactar a esa gran mujer Lisa Sotilis… Llegamos al final… Con una euforia contagiosa y contagiada a todos los presentes, fue entonado el
Cielito Lindo en ese bello mestizaje entre el cerezo y el cacao… Y eso no fue todo. Ya al final, Lisa sacó de una gran bolsa de plástico, un cuadro maravilloso en técnica mixta diciéndome: Te traje esta obra como obsequio con todo cariño…
No contenta con ello, pidió un plumón y dibujando en la parte de atrás, a manera de complemento, dedicó la obra que me regaló conmoviéndome casi hasta las lágrimas escribiendo: “Al fantástico Alberto Ángel El Cuervo, con amor para su arte”. Y las fotos del recuerdo, llevaron a la culminación todas esas bellas emociones que se dieron en torno a mi admiradísima amiga (ella me pidió considerarla así) Lisa Sotilis… Takako Ota, Irving Koji, Marco Varela, El Dr, Edgardo Bustillos, Ivonne Armant, Adrián Bedolla “El Jilguero”, David Muñoz… Todos imbuidos de una especial emoción que confirió a esta emisión del programa “Desde el Nido del Cuervo”, la atmósfera mágica en la que se desarrolló. No me queda más que desear que haya muchos más programas como este y darle las gracias a todos por permitirme compartirlo.
* Intérprete, pintor, autor