FAUSTINO LÓPEZ OSUNA
Mocorito mantuvo de por vida su condición de pueblo señorial, aunque no hubiera decreto por el que así se lo llamara, hasta ser reconocido recientemente como Pueblo Mágico. Pasó, bajo el puente, mucha agua del río de su nombre, viviendo varias épocas de esplendor a lo largo de su propia historia, engrandeciendo ampliamente la de Sinaloa con Eustaquio y Rafael Buelna y doña Agustina Ramírez. También conoció épocas difíciles, cediendo (el municipio) territorio para la creación del de Salvador Alvarado y padeciendo el aislamiento a que lo sometió el trazo de la carretera México-Nogales.
Ante estas circunstancias, muchos mocoritenses enfrentaron el reto de la modernidad, a través de la educación, aprovechando las nuevas condiciones para acceder a la enseñanza superior, creadas por los gobiernos emanados de la Revolución Mexicana, como el del general Lázaro Cárdenas del Río, al que el mismo Rafael Buelna derrotó en hechos de armas y, con hombría de bien, le perdonó la vida.
Un mocoritense que atesoraba lo mejor de su tierra y su gente, fue José Ley Domínguez, quien cursó la carrera de Médico en la Escuela Superior de Medicina Rural del Instituto Politécnico Nacional, en la ciudad de México y desde estudiante, en contacto con los artistas nacionalistas más avanzados de la cultura de México, como Diego Rivera y Frida Kahlo, David Alfaro Siqueiros,
Arturo García Bustos y Rina Lazo, decidió ser el elemento que uniera el esplendor de dichos creadores con el de su pueblo, casi olvidado, soñando en que se le siguiera reconociendo como La Atenas de Sinaloa.
Alentado por el recuerdo de otra época de esplendor vivida por el Mocorito de la posrevolución, cuando albergó, entre otros, a Enrique González Martínez y Sixto Osuna y su espléndida obra poética y periodística, el doctor José Ley Domínguez invitó, en distintas fechas, a que visitaran su pueblo, entre otros, a doña Amalia Solórzano viuda del presidente Lázaro Cárdenas y a la gran antropóloga doña Eulalia Guzmán, quienes siempre guardaron
el grato recuerdo del señorío de la ciudad provinciana, fiel a sí misma, como lo dice en brillante verso el poeta zacatecano de la Suave Patria, Ramón López Velarde.
En los años 1979-1980, el doctor José Ley Domínguez alcanzó en interinato la presidencia municipal de Mocorito, estableciendo su impronta (señal o carácter peculiar) al frente de la alcaldía, organizando Ateneos de divulgación cultural, por medio de los cuales revivió en los habitantes de Mocorito el disfrute de las manifestaciones humanistas de la ciencia, el arte y la cultura universal.
Su decidido impulso contribuyó a crear condiciones de reconocimiento nacional a la patria chica, lo que valió, sin que alcanzara a verlo, que el presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, decidiera pernoctar en Mocorito en su última visita a Sinaloa como presidente.
Al paso de los años, otros mocoritenses orgullosos de su patrimonio cultural propio, decidieron crear la Asociación Civil Dr. José Ley Domínguez, con el apoyo del ingeniero Carlos Antonio Sosa Valencia, presidente de Grupo Anjor, S. A. de C. V., así como el Centro Cultural Dr. José Ley Domínguez, inspirados en el ejemplo de éste de contribuir permanentemente al rescate de los valores superiores de los habitantes de este entrañable pueblo.
Así, colocados en tal tesitura, el pasado sábado 21 de abril, convocados por los organismos mencionados, la Fundación Grupo Anjor A. C. y la participación del muralista Ernesto Ríos Rocha y la curadora maestra Adriana Sandoval, con nutrida y entusiasta asistencia, se inauguró, en el Centro Cultural Dr. José Ley Domínguez, la valiosa exposición de gráfica y dibujo Entre surcos y muros (Permanencia y legado de un quehacer creativo), del muralista, pintor y grabador, Arturo García Bustos, como homenaje, a un año de su fallecimiento. El magno evento giró en torno a la espléndida muestra, integrada por 16 grabados en linóleo (14 pzs.) y aguafuerte (2 pzs.), así como un dibujo y tres bocetos del mural: Oaxaca en la historia y en el mito y los grabados icónicos: Sembrador (1952), Desde el piso (1968), Guatemala nueva (1954) y Las fuerzas de la paz son más poderosas que las de la guerra, entre otros valiosos materiales expuestos.
El contenido temático de la muestra se vio enriquecido con la proyección de dos estupendos videos sobre pasajes de la vida y la obra de Arturo García Bustos, realizados por la Universidad
Nacional Autónoma de México, igualmente por la enaltecedora presencia de Rina Lazo, viuda de García Bustos, pintora, modelo y ayudante de Diego Rivera, quien emocionó y conmovió a la concurrencia con anécdotas sobre el homenajeado y sus días de gloria con Diego y Frida.
De Arturo García Bustos, falta que se conozca y difunda la totalidad de su obra, como muralista de la Escuela Mexicana de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda y grabador del Taller de Gráfica Popular a inicios de los años 40, siendo alumno de María Izquierdo, Feliciano Peña y Agustín Lazo.
“La Exposición Homenaje al maestro Arturo García Bustos”, se lee en el boletín de prensa, “puede entenderse como invitación al público que por primera vez se aproxima a su obra o, como es el caso, de los habitantes de Mocorito que tienen presentes los Ateneos organizados por el doctor José Ley Domínguez, al recuerdo de la obra del maestro Bustos”.
Entre los asistentes, se apreció la presencia de varios distinguidos cronistas e historiadores de Sinaloa, como el licenciado Gilberto Javier López Alanís, director del Archivo Histórico General del Estado de Sinaloa y del maestro Teodoso Navidad Salazar, presidente de la Academia de Historia de Sinaloa, A. C.. La semilla sembrada por el doctor José Ley Domínguez hace más de 50 años, sigue floreciendo, para bien de la cultura de los sinaloenses.
* Economista y compositor