“Mi casa la pago mi papay mi mamá pago los gastos de la casa.
primero nasio mí hermana qué era muy buena y después yo nasi y me yamo salvador y luego fuimos con
mis abuelos y colorín colorado este cuento se a acavado”.
SALVADOR ANTONIO ECHEAGARAY PICOS
Transcripción textual del primer cuento de mi nieto Salvador, de siete gallardos años cumplidos. Desde siempre, él y su bella hermanita Alma Rebeca, pasan los fines de semana en casa de nosotros, sus abuelos paternos.
Confiezo por más que me esfuerzo, que no logro describir todo lo que se nos ocurre hacer, durante las felices horas que con ellos compartimos y disfrutamos, que se lea o pueda parecer algo distinto o diferente, a lo que ustedes, abuelos, quienes dedican parte de su tiempo a leerme, acostumbran o inventan recrear cuando comparten con sus nietos, esos benditos fines de semana.
En esta ocasión, sólo contaré como se originó el mini cuento que Salvador, mi pequeño retoño, escribió en el pizarrín que su abuela Alma Divina tiene instalado en el comedor de la cocina, para admirar desde cualquier angulo de su trajinar, los dibujos que con bastante creatividad, nuestros incipientes artistas presumen a los comensales (padres y abuelos).
Esta vez, mi nieto utilizó el mencionado pizarrín para dibujar con letras, lo que ese fin de semana deseaba contarnos.
Y lo hizo en pocos minutos. Se acomodó en el taburete y enseguida procedió a redactar el texto tal y como ha quedado transcrito en el párrafo con el que se inicia esta breve narración, en la que orgullosamente presumo el talento de mi nieto Salvador.