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HIPERCONECTADO AL GOCE

By jueves 15 de marzo de 2018 No Comments

VERÓNICA HERNÁNDEZ JACOBO

En Freud resulta evidente. Incluso él se orientó de este modo, lo verdadero causa placer, y esto lo distingue de lo real. Lo real no produce forzosamente placer.
Está claro que en este punto distorsiono algo de Freud. Intento hacer notar que el goce pertenece a lo real. (Lacan, Seminario 23).
Lo infantil siempre se desarrolla desde el juego, de hecho es el juego, la crianza y el lenguaje promueven el nacimiento de lo infantil, si uno de estos dispositivos falla, su salud queda en entredicho. Lo dulce del alimento, el juego, sus avatares y el necesario baño del lenguaje inventan lo infantil y lo deletrean. Frente al avance de la tecnología es importante decir que nuestros hijos se encuentran sometidos y regulados a un tipo de goce que esta tecnología les ofrece, el goce como un más allá del placer somete y esclaviza lo infantil desbordándolo. Se puede afirmar que el niño y la niña viven interconectados a un goce que los maquiniza, los hace que se instalen en una realidad virtual deshumanizándolo con el otro.
Es por eso que los niños quedan encarcelados en una pantalla que los esclaviza a una pulsión escópica, donde se les arrebata su mirada, en este sentido los niños quedan ciegos ante el mundo y sus problemas y sólo jugar es parte de su exigencia superyoica. Ser capturados por la realidad virtual es un poco el mito de las cavernas de Platón quien decía que los encarcelados amarrados en la caverna no podían ver el mundo real como él lo interpretaba, sino que estaban esos esclavos sometidos a las imágenes, si miraban la luz quedaban ciegos, un poco para igualar al niño y al esclavo de las cavernas.
Ese mundo virtual convierte a nuestros hijos en pequeños usuarios que sólo estructuran un lazo de placer con la máquina virtual sometiendo su comportamiento y convirtiéndolo en un epifenómeno de esa realidad que lo reconstruye. Además en la red virtual existen merodeadores pedófilos que están a la espera de capturar la inocencia de nuestros hijos convirtiendo ese mundo virtual en una jungla nada segura. Desde que se introdujeron computadoras y teléfonos celulares, los lazos familiares se tensaron, el placer del juego virtual instaló una barrera de comunicación entre padre e hijo y en esa lógica la función paterna saca la peor parte, hijos exiliados en nuestras propias casas, encarcelados en la caverna que enceguece hacia el mundo de la castración, los padres quedan totalmente inhabilitados frente a la ley que deberían instrumentar, que no se les olvide a los padres que somos padres y tenemos que ejercer la autoridad, ya que somos el poder dentro de nuestra propia casa, no comprender esto es el comienzo de la afánisis paterna.
Sancionar, aplicando la ley sin caer en la brutalidad siniestra de cualquier emperador sádico, aplicando la ley e intentando civilizar al goce ya que éste se mantiene en aumento, sin taponarlo, porque si se intenta hacer ese taponamiento surge siempre lo peor, ya que el poder hipnótico de las pantallas es más fuerte que la función de autoridad paterna y materna, si se pretende sancionar salvajemente se produce el efecto contrario al buscado.
Los padres en ningún momento deben tener miedo de poner ciertos límites para excarcelar al niño del efecto hipnótico de la pantalla virtual, siempre y cuando, estos adultos siempre prediquen con el ejemplo y sobretodo argumentando sus decisiones.
Lo que no podemos dejar es que ese tipo de tecnología suplante la función paterna en tanto moción que instala la ley, de lo contrario se pierde la autoridad que regula el goce, y si no hay regulación quedan niños y niñas convertidos en pequeños Ciborg hiperconectados, retroalimentándose de placer en esa Matrix que los fagocita, los incorpora, los somete, y los convierte en un circuito eléctrico que les genera alguna dosis de placer, se puede decir que convierte a los niños y niñas en puro goce autista imposibilitados de ver otro tipo de realidades organizadas por la castración.
Por lo tanto, estar atrapados en la red no sólo es un intento de los usuarios de escapar a la castración, sino que se producen consecuencias que afectan incluso la salud como sobrepeso, hipertensión, problemas en sus dedos, algunos tipos de artritis, insomnio, y sobre todo se van perdiendo los lazos libidinales con la madre y con el padre dirigiéndose directamente a la máquina quién es ella ahora quien lo goza.

*Doctora en educación

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