MARÍA TRINIDAD LÓPEZ LARA
Mientras una música alegre suena de fondo, Alma comienza quitándose el maquillaje y su cara se comienza a transformar, empiezan a aparecer moretones oscuros en su piel.
La desigualdad entre los géneros persiste en todo el mundo, privando a mujeres y niñas de derechos y oportunidades fundamentales. El logro de esa igualdad y el empoderamiento de las mujeres y niñas requiere esfuerzos más enérgicos, incluso en los marcos jurídicos, para combatir la discriminación profundamente enraizada, que a menudo es consecuencia de actitudes patriarcales y de las normas sociales que estas conllevan. Bajo el lema “Ahora es el momento: las activistas rurales y urbanas transforman la vida de las mujeres”, se enmarca esta conmemoración 2018 y se suma a un movimiento mundial sin precedentes por los derechos, la igualdad y la justicia de las mujeres, sin embargo, el acoso sexual, la violencia y la discriminación contra las mujeres han acaparado los titulares y el discurso público, con una creciente determinación a favor del cambio. El Día Internacional de la Mujer nos brinda la oportunidad de transformar el impulso en acción, de empoderar a las mujeres en todos los contextos, y rendir homenaje a las activistas que trabajan sin descanso defendiendo los derechos de las mujeres y animando a las mujeres a que se desarrollen plenamente, pero hay que ver que las desigualdades y la discriminación de género, en casi todas las medidas de desarrollo a que se refiera este cambio, a las mujeres de las zonas rurales les va peor que a los hombres de las zonas rurales o a las mujeres de las zonas urbanas. Si revisamos las diferentes épocas, es en la época contemporánea cuando la mujer juega un papel preponderante en diferentes esferas; familiar, social, política, cultural, como líder, investigadora, científica, en fin; sin embargo la desigualdad social sigue marcada aún, entre los estratos bajos, rurales, étnicos, la mujer es relegada a un segundo plano, aún sufre la violencia por el hombre, el sufrimiento de la guerra, el desplazamiento, el rol de padre-madre y de trabajadora a la vez, las niñas que desde temprana edad asumen el rol de madre frente a sus hermanos menores; la explotación laboral, violencia y el desempeño en quehaceres poco dignos como ser humano y como mujer. Por ello es necesario enfrentar la desigualdad de género a través de acciones que concienticen y generen un cambio importante y colocar en el centro del debate, la participación política de las mujeres, no sólo desde lo que impone el acuerdo sino también desde la deuda pendiente que tiene el país con la participación de las mujeres. Se debe avanzar en propuestas que vayan más allá de las cuotas y que se hable más de la igualdad política, no sólo en los escenarios institucionales sino en las contiendas electorales. Fuente: Mujeres al Frente. Conferencia “Mujeres y Cultura Política”. Fueron engañadas por las risas bellas, genuina mentira. ¿Y cómo es posible que quien dice amarte te pueda dañar? Miedo que consume, tras un puño rudo o arma que causa dolor. Terror tras los gritos y agresión que escupe tan solo terror. Amenaza infame que cierra tus puertas y tira la llave. Que corta ilusiones, deseos, la vida…
* Directora U de O, Campus Guamuchil