Mocorito, Sinaloa.15 de Enero, 2018. LOCALMUJERES EN LA CIENCIAPag. 18ESTATALEL CULIACÁN FESTIVO ARRABALERO Y POPULAR 1905-1910Pag. 4NACIONALABRAZADO DE UN POSTE O LOS RECURSOS POÉTICOS DE LA LÍRICA POPULARPag. 9 www.lavozdelnorte.com.mx313HYPATIAPRIMER MUJER CIENTÍFICA DE LA HISTORIA02DIRECTORIOCarlos Antonio Sosa ValenciaDirector GeneralJosé Sabás de la MoraA.C José Ley DomínguezDirector FundadorMario Arturo RamosDirector EditorialUbaldo González OsunaCoordinaciónDistribuidores Solidarios:Jugissimos / Culiacán Más café / Ciudad de MéxicoCECUT / TijuanaColaboradores:· Juan Cervera Sanchis· America Piña· Gilberto López Alanis· Carlos Valera Nájera· Ándres Garrido del Toral· Faustino López Osuna· Juan Diego González· Alberto Ángel "El Cuervo"· Sofía Mireles Gavito· Francisco Tomás González· Teodoso Navidad· Carlos Lavín FigueroaCrédito en portada: Diseño editorialSuscripción y comentarios:redaccion@lavozdelnorte.com.mxRegistro ante la SEP-Derechos Reserva-dos-04-2009-120918501000-101ONLINE!FACEBOOKLa Voz del NorteTWITTER@LaVozdelNorteINSTAGRAM@lavozdelnorteLa creación, apoyo y difusión de la cultura en el Pueblo Mágico de Mocorito, es una tarea que día a día marca su destino. El Centro Cultural Doctor José Ley Domínguez, ubicado en el Centro Histórico de esta población centenaria, es el principal motor de que la sociedad civil mocoritense y de la región del Évora, asuman la responsabilidad que se tiene con la rica historia que distingue a la capital del municipio sinaloense. Patrocinada y encauzada por la asociación que lleva el nombre del ilustre galeno, bajo sus techos y protegida por los muros de la casona que habitó hasta su final el doctor Ley, convoca y reúne a conferencistas, expositores, autores, compositores, músicos y toda clase de personajes que creen y son activistas culturales en sus vertientes artísticas y científicas para mostrar el otro lado de la barbarie, el que enriquece la vida. El trece de enero del presente año, comenzaron las actividades del centro Cultural con una magna conferencia de la integrante del Seminario de Cultura Mexicana, la doctora en Astronomía, Silvia Torres. En colaboración con la corresponsalía Mocorito del SDCM, presidida por Juan Avilés- primer director de este informativo en su cuarta etapa-, el evento titulado: “Mujeres en la ciencia” permitió a los asistentes ser conducidos por la astrónoma en un breve y sustancioso viaje invernal por la labor – poco reconocida como señaló la expositora- científica que las mujeres han realizado en beneficio de la humanidad. La asistencia masiva fue una muestra fehaciente de como la sociedad civil del Pueblo Mágico, cumple el compromiso ancestral de continuar lo que sus ilustres antecesores sembraron para hacer que esta ciudad fuera nombrada “La Atenas de Sinaloa”.Fue el segundo sábado del nuevo año, el fresco de la tarde daba paso a las primeras luces nocturnas y a la interacción del público con la doctora para que se realizara un vaso comunicante que sólo la cultura logra. Al terminar la conferencia, este editorialista en el portón del recinto, salió a fumarse un cigarrillo y a decir enhorabuena!, què bueno que existes cultura, què bueno que floreces en Mocorito! EDITORIALLO GITANOGitanos, los de Sevilla, de París y Nueva York.Gitanos son los gitanos, porque los gitanos son.Son gitanos los gitanos como el sol es el sol.Gitanos los de Granada, los de Méxi-co y Japón,Gitanos los invisibles que, sin tener, tienen voz.Que la alegría es gitana y es gitano el dolorY Dios ya era gitano mucho antes de ser Dios.Dios gitano de gitanos. ¡Qué gitana es la Creación!La herejía es tan gitana y aún más que la devoción.Gitano es el pensamiento y es gita-no el corazón,Y es la vida una gitana y enigmática canción.Gitanos, los de Sevilla, de París y Nueva York.En Roma, una noche eterna, una gitana me diode beber el néctar lúcido y gitano del amor.Lo gitano y lo andaluz son una JUAN CERVERA SANCHISPOETA Y PERIODISTA ANDALUZmisma pasión,donde el vino del espíritu, ebrio de sueños en flor,reinventa la realidad, que es su mayor ilusión,y huye herido de si mismo por el aire de un adiós.La cultura y la sociedadcivil en Mocorito03*Maestra jubilada, Ciudad Obregòn, Sonora AMÉRICA PINA PALACIOSHay años en nuestras vidas, especialmente difíciles. De pronto nos encontramos con situaciones dolorosas y angustiantes.En esos momentos de mi existencia, conocí a Ramón Iñiguez Franco. Mi amiga la Lic. Trini Ruiz, amablemente me llevó con Ramón, me presentó con él y le entregó algo que yo había escrito. Si, dijo de inmediato, el domingo la publicaremos en el Quehacer Cultural. En mi casa tengo algunos otros escritos, dije con timidez, pero son más largos. Tráelos, los publicaremos en entregas.Su risa era fácil, así que me sentí a gusto en su presencia, la segunda vez que fui a llevarle el escrito: EL PLACER DE VIAJAR, por primera vez escuché, lo florido de su lenguaje. Decía mi suegro el Profr. Ramón Quezada: Hablaba muy buen “francés”.Enseguida le pregunté si podía llevarle algunos poemas, y cortesmente me contestó: tú trae todo lo que tengas. A partir de ahí, se me hizo costumbre, semana a semana, llevar aunque sólo fueran unas cuantas líneas; y a través de ellas relatar los sucesos importantes de mi familia y crónicas de mis viajes. Ramón se fue enterando de mis ires y venires, de mis penas y mis alegrías, y adivinó que la escritura había sido mi salvavidas.Durante mis visitas a la Biblioteca, para entregar mis escritos, (todavía no manejaba internet) se iniciaron las pláticas que fueron el principio de una sólida amistad de casi 18 años; ahí me di cuenta que para él todos los escritos eran valiosos, porque en ellos cada quien iba entregando sus experiencias de vida y eso es un tesoro.Su labor en Biblioteca Pública, no se limitó sólo a los libros, dio también una gran importancia a la apreciación cinematográfica a través del foro del Cine Club de los miércoles, donde muchos aprendimos a conocer los detalles que convierten un simple film, en una gran película.RAMÓN, UN AMIGO QUE NO SE OLVIDAUn día nos avisó que se jubilaba, pero sólo en biblioteca, su trabajo en el Diario continuaba y por lo mismo, nuestra oportunidad de seguir publicando en el Quehacer Cultural. Cabe decir: a esas fechas, difícilmente hubiera concebido mi vida sin escribir periódicamente; escribir se convirtió en un modo de vida, que me ayudaba a sanar mis heridas emocionales y me permitía relatar todo lo que consideraba interesante de mi entorno, conversando así con el público lector. Con Don Ramón aprendí también lo que era disciplina, el material para publicar el domingo, se entregaba a más tardar el martes, porque si no, no alcanzaban a formar la página sólo en casos excepcionales, como estar esperando un evento en especial, se nos reservaba el espacio hasta el jueves a más tardar y regaño de por medio. Arduo trabajo que no nos imaginábamos siquiera, hasta que faltó Ramón y hoy, casi un año después de su fallecimiento, la página de Quehacer Cultural, ha desaparecido.En alguna ocasión le pregunté a su secretaria en biblioteca: Zoila ¿qué tratamiento debo darle? Pues se trataba de enviarle una invitación, sencillamente me contestó que el Sr. Iñiguez no tenía ningún título. Un motivo más para que mi admiración por él creciera, Ramón fue autodidacta, nunca lo negó y hasta se molestaba cuando le llamaban maestro, aunque diariamente ejercía ésta labor con quienes éramos sus colaboradores.Deseo citar finalmente: uno de los mejores recuerdos de Ramón nos queda en el Concurso Anual del Libro Sonorense, en cuya institución participó activamente, dejando así establecida una actividad cultural que difícilmente se iguala en otras entidades.Cada vez que vengo a biblioteca, miro la escalera que asciende al primer piso y siento una gran nostalgia, de los días en que tanto disfrutábamos de sus anécdotas, sus consejos, sus comentarios a nuestros escritos, pero indudablemente lo que más extraño, es su mano amiga, siempre dispuesta para ayudarme a salir de cualquier hoyo emocional en el que me encontrara caída. Nunca tuve hermanos pero seguramente si hubiera podido elegir, hubiera elegido a Ramón.El día en que Ramón murió, se nos fue un gran ser humano, amigo como pocos. Ese día los pájaros guardaron silencio, en señal de luto.04*Director del Archivo Histórico del Estado de SinaloaEL CULIACÁN FESTIVOARRABALERO Y POPULAR1905-1910GILBERTO LÓPEZ ALANÍSFueron famosas las fiestas de Tierra Blanca, pueblo al norte de la ciudad, dedicadas al santo patrono de San Antonio de Padua; el llamado obrador de prodigios, que era muy astuto para predicar, destacándose como el primer conferencista en teología; fue colega de San Francisco, ese patrono de los viajeros, que se le invoca en las hambrunas, lo es también de las mujeres estériles y de las que buscan novio, llegando estas últimas en su desesperado ardor a voltearlo de cabeza, para que con ese martirio el pobre santo les consiga el galán añorado.Pero también fueron famosas estas fiestas terroblanquinas, por los lances a duelo personal entre los valientes del lugar y los serranos, no faltando los de otros pueblos cercanos como Mojolo, Paredones, Bacurimí, Tepuche, Imala y los vecinos de los pequeños ranchos de los alrededores.Por lo regular eran cuestiones de celos, ya que les gustaba bailar con las bellas de la localidad, acompañados de los fierros, luciendo las puntas brillantes de los verdugillos, en una clara reminiscencia española de corte toledana, otros portaban truchas y machetes que los identificaban como peones de los ingenios o campesinos temporaleros que andaban siempre en el desmonte. Los más urbanos, vecinos e los barrios de Culiacán usaban navajas y algún desesperado lucía algún trinche, lo importante era no presentarse desarmado. El arma blanca fue parte importante de la cultura mestiza. Los duelos con esta arma fueron una práctica común y evento espectacular de intensidades vitales que llegaron al género del corrido en el medio rural de la provincia mexicana.En el año de 1905, hubo abundantes lluvias y lo crecido del río no impidió la celebración de las fiestas antonianas que empezaban el 11 de junio y terminaban el 13, el mero día del santo patrono, con la consabida presencia de los genízaros o las guardias rurales, que recogían un arsenal en cada baile. No faltaban las carreras de caballos y al grito de ¡Uno, dos, tres, Santiago!, salían disparados los briosos corceles hechos la mocha con los flacuchos jinetes; en este 1905 que estamos comentando rifaron “El Arroz” y “Media Noche” de Navolato. Fue un año sumamente conflictivo, el precio internacional de la plata bajó considerablemente y el peso mexicano sufrió una devaluación del 50% con respecto al dólar. La neoliberalidad porfiriana hegemonizada por el ministro de hacienda Joaquín Yves Limantour Marquet, supo que la especulación en los mercados de las materias primas y de las inversiones ya eran parte del sistema financiero.Porfirio Díaz, sólo pudo aguantar 6 años más para que se le derrumbara el aparato de poder y llegaran la plebada de barbaros del noroeste con su cauda de innovaciones a conquistar el México decimonónico de levita, calesa y ferrocarril .En este 1905, florecieron los rateros como una tremenda plaga, sobre todo en la Plazuela Rosales y la Constitución, esta última hoy conocida con el nombre del caudillo de los 8,000 kilómetros de campaña revolucionaria, el general Álvaro Obregón.Los amantes de lo ajeno se refugiaron en los prostíbulos y billares. Robaron en boticas, comercios y domicilios particulares, como las residencias de los Redo, los Zambada y los Zazueta. Mención especial mereció el ratero conocido como “El Cananea”, por sus habilidades y persistente constancia en el arte del dos de bastos. Las orquestas de Sabino Escobar, Feliciano López y algunos acordeones salían de gallo a dar serenatas, siguiéndose de frente en una francachela interminable, hasta llegar hechos un fiasco a sus casas; uno que otro amanecido, con el Sol ya muy alto y todavía con la aviada deambulaba por las calles de la ciudad recitando incoherencias, hasta que algún compadecido lo introducía a las sombras o tendajones del mercado para devorar un menudo para curar la cruel y espantosa resaca, cruda se le denomina por estas tierras. Los consumos etílicos de la época eran muy radicales, los mezcales, los guarapos y los changuirongos, que junto con el local whisky “Kentoqui” de los Redo, hacían estragos en los bebedores contumaces de aquellos tiempos, por eso fueron famosas las boticas y las cantinas como medio de reanimar a tan sufridos ciudadanos de incipiente clase media. Dos o tres bandas se disputaban los espacios públicos para ofrecer audiciones, el director y los filarmónicos de la Banda de la Escuela Industrial y Militar, ya conocida como de Los Azulitos, se quejaron porque el estirado ayuntamiento no les alumbraba convenientemente la Plaza de Armas Constitución, cuando ellos participaban y si lo hacían cuando otros grupos musicales de más caché en la localidad, las artes siempre han estado sujetas a las diferencias sociales. Hoy existen arquitectos diocesanos, otros de asociación cívica profesional, algunos más de servicio social universitario, sólo para señalar un caso de estratificación cultural y social en esta disciplina.Aparte de la plaga de rateros que azotó la ciudad, hubo una de perros, lo que obligó a la policía a emprender una campaña de envenenamiento y en un solo día 48 canes pasaron a mejor vida, esto no fue bien visto por la población de escasos recursos; el perro, es parte importante de los hogares de Culiacán, y el mote de cuicos mata perros, se hizo lugar común en la ciudad. Ya existían los striker, esos bañistas desnudos del río Tamazula, que hacían musarañas a las viejas gasmochas que se asomaban con la esperanza de sólo ver; y se quejaron por las soeces manifestaciones de la plebada desde la otra banda. Siempre existe la necesidad de llamar la atención para que el público demande ciertos productos o asista a ciertos espectáculos, por ello en 1905 una bola de fingidos apaches apareció de repente corriendo por las calles del Comercio (hoy Ángel Flores) y Rosales, lanzando estridentes gritos con ademanes y contorsiones que alarmaron a la población, pero todo quedó en claro, era un circo que en esa forma anunciaba su pronta presencia, sin embargo a cierto columnista del periódico El Mefistófeles, le pareció aquello como de mal gusto, para una “ciudad culta como Culiacán”, recomendando que esa forma de promoción se hiciera en los ranchos y lugares apartados de la misma. 1era. Parte05* Doctor en educación, Licenciado en psicologíaLa prisión de CirceLa prisión de Circe en Homero lleva al sujeto a su defenestración a partir del consumo, el placer, los goces, la sangre derramada, la satisfacción en la tortura, es esto en lo que el capitalismo ha convertido al ciudadano común. Un consumidor de vacíos que nunca se satisface ya que requiere más y más, lo que en la experiencia de la orientación lacaniana implica goce y pulsión de muerte. El capitalismo vende todo lo que se pueda consumir para que el sujeto lo pierda en poco tiempo. Sus mercados expenden nadas, a precios desorbitantes, esas nadas son semblantes que conforman al sujeto, lo postran ante la prisión de Cirse, para que siga la función esclavizante en nombre de la civilización y la posmodernidad, sujetos abrochados a sus goces, que cada vez cuando el goce no toca su a puerta se irritan. El sujeto vive violentando a causa de sus goces perdidos, extraviados, que pretende recuperar mediante el odio al otro, al semejante, la explotación o el sometimiento en nombre de cualquier ideología, somos odios caminando en función del goce extraviado.El capitalismo como discurso somete al sujeto a máximos goces que nos llevarán a la tumba por el grado de frustración que generan, y al no poder acceder a todo lo que éste nos ofrece en el mercado, el grado de frustración se incrementa, “consumo luego existo”, será la máxima del capitalismo con sus excedentes de goce, plusvalía sintomátizada. El saber en este discurso se vuelve mercancía, se venden cursos para ser feliz, ser eficiente, ser buena persona, en fin los ideales se traducen en cursos con costos, pensando que basta con saber para crecer, de esto se ríe la pulsión.La pulsión es el pilón indeseable en toda mercancía que la hace rancia en todos los sentidos, exceso de costos que frustran, deudas impagables que cancerizan a la sociedad, regulación del espectáculo. Cada curso se encuentra velado por lo pulsional que lo enrarece, le quita su eficacia, lo pulsional al degradar al sujeto que ofrece el curso degrada a su vez la curseria, en ese sentido la sociedad de conocimiento tiene su reverso que es la sociedad de mercado que sería su verdadero frente.La cárcel de Circe inicia con el hechizo de la mercancía, en el discurso capitalista, esos objetos que se ofrecen a la mirada, sometiendo al sujeto a un principio del placer inocuo donde toda mercancía obtenida se transforma en mierda, es ese brillo agalmático que ofrecido en oropel incrementa la necesidad humana por obtenerla, en el brillo queda el hechizo haciendo su tarea. El narco por otro lado también encarcela al sujeto en esa mercancía que se transmuta en nada, un goce efímero que idiotiza a su consumidor, el goce “extático” efímero lo deja cada vez más agujereado, feminizado por su efecto que lo penetra y lo hace berrear.La droga amputa la virilidad en el sujeto, y ya compensado no requiere de nada, dar la droga es la trampa del capitalismo a condición de convertir al sujeto en un zombie que no piensa, no critica, sólo espera su dosis para seguirla pasando, recordando que Circe ofrece la hospitalidad untando a los hombres un brebaje, eso sería hoy la nueva droga que somete cada vez más al sujeto a su extravío, la droga es la sugestión más convincente que roba la conciencia, el placer que ella promete hace alucinar a sus consumidores, esta espera que desespera se traduce en una larga espera esperada, que lo atrapa deshistorizándolo y transformándolo en un gozador eterno, salir de ese paraíso le afecta por eso nunca renuncia a su lathouses. En el capitalismo el Dios del consumo hace existir al sujeto, no puede ser de otra manera, así como el consumo a un drogadicto lo hace sentir vivo, sólo vive por ese objeto que lo sujeta al goce, aunque hay que decirlo que esa droga es en todo caso el comienzo de la pulsión de muerte, que ha empezado a dejar una marca, un tatuaje donde el placer es el comienzo de lo que conocemos como muerte en ciernes.Para nada les estoy diciendo que el discurso capitalista sea feo, al contrario, es algo locamente astuto. Locamente astuto pero destinado a estallar (Lacan, 1972).CARLOS VARELA NÁJERA06EL QUERÉTAROLÚDICOANDRÉS GARRIDO DEL TORALConozco a un tipejo audaz, con poco sentido de la moral, de apellido Pellegrini y que, en pocas palabras, es un hijo de la lada y no es pariente de Carlos Slim precisamente. Siempre lo admiré en secreto y no pude ser como él, mi carrera académica y mi trayectoria política me lo impedían, aunque por dentro le guardaba envidia. Resulta pues que ese caón se enamoró perdidamente allá por 1985 de una hermosísima y distinguida joven de los rumbos de la hacienda de Callejas. Lógico que esa aristocrática Dulcinea nunca le iba a corresponder en sus amores y él tampoco se atrevió a pedírselos siquiera, guardando en su plebeyo pecho ese gran amor que jamás lo abandonaría, como una maldición. El locuaz mozuelo se refugió en la bebida, la bohemia y sus estudios –indejo no era- y finalmente se casó con una virtuosa jovencita, que a la postre le resultó una muy buena esposa.Pasaron los años y la herida en carne viva que aún sangraba en el tunante aquél se abrió de par en par cuando se enteró que la damisela encantadora se iba a matrimoniar con un tal “Narigón”, muchacho de la oligarquía queretana. ¡El plebeyo lloró noches enteras y pensó en hacer una travesura! ¡Ideó llevar una serenata donde moraba la altísima estrellita aquella e interpretarle las más sentidas canciones que le había cantado en sus mocedades! La decisión ya estaba tomada pero había que llevarla a la práctica y eso no era tan fácil, porque el despechado ya era el príncipe de la ciudad y, si lo cachaban, su honra se iría por el caño. Puso manos a la obra y le comunicó su sueño a un gran amigo de nombre Paco Robelo –vecino de Callejas-, acordando ese mes de marzo llevar la ronda un día antes de la boda mencionada, ya que el novio andaría de borracho en su despedida de soltero y no tendría tiempo para rondar la esquina de su prometida. El plebeyo no quiso usar un coche oficial ni tampoco su elegante carro particular para no dejar evidencias, así que se transportaron toda la noche en el modesto Chevy de Paco Robelo para pasar desapercibidos, como dijera Itzcalli Rubio. En esa época la policía y el tránsito eran exclusivamente estatales y había que tener cuidado, sobre todo que la familia de la Dulcinea era muy pero muy influyente.Para agarrar valor, el par de caones se instaló en el bar “El Ángel”, ubicado en la hoy plaza de la Constitución, mejor dicho plaza del Ovni de Garrido Patrón, donde se aventó cada uno tres cubas de Bacardi Blanco techador, al mismo tiempo que hicieron la lista de las canciones que quedaban para la ocasión y se dispusieron a contratar al trío en cuestión, el que parecía más bien un dos y medio porque al excelente requintista le faltaba una pierna. Sabiendo el plebeyo que la serenata podía ser interrumpida en cualquier momento por la policía o por la familia dizque agraviada, hizo la lista de canciones -en una servilleta- dándole prioridad a las que consideraba más “llegadoras” y adecuadas para la ocasión. Dieron las doce de la noche y la ronda organizada se dispuso a trasladarse al sur citadino, encabezando el cortejo el Chevy azulito, seguido del vocho jodidísimo de los músicos. Temiendo los filarmónicos que los dos caones solicitantes se escaparan sin pagar, le exigieron al enamorado furtivo el pago por adelantado: ¡dos millones de pesos de antiguos pesos por seis canciones sin contar las pinchísimas “Mañanitas”! Claro que el enamoradizo galancete los mandó mucho a la lingada con “Las Mañanitas” y les pidió tocaran otra en lugar de ese bodrio tan ilógico: a ver lectores, yo aquí coincido con el furtivo Romeo en La recipiendaria de la serenata07* Doctor en derecho, Cronista de QuerétaroLuis Pérez Sabido en la Cueva de Andréscuanto que esa chinche canción es ilógica y falsa, porque el Rey David nunca cantó, solamente fornicó y si no me creen lean Historia Universal y se darán cuenta que tuvo chorrocientos hijos; ¡Qué tiempo iba a tener de andar cantando cursilerías!Regresando a la historia de amor despechado, los músicos sospechaban que en algo peligraba su libertad o integridad física al ver la actitud de sus clientes, quienes se limitaron a señalar el domicilio en cuestión, cubierto de flores y enredaderas, alejándose hasta la carretera Panamericana observando y oyendo desde lo lejos a los musicantes. Medrosos y cobardes, los ejecutantes interpretaron una a una las bellísimas piezas musicales: “Peregrina”, “La Malagueña”, “Ojos Tapatíos”, “El día que me quieras” (la de Manuel Esperón, no la de Gardel), “Estrellita”, “Alborada” y “Te vas a casar, queriéndome a mí…”. En la elegante casa todas las bellas hermanas y la distinguidísima mamá se preguntaban el consabido “¿a quién se la trajeron?”. La preciosa matrona prefirió –por salud espiritual- echarle la responsabilidad a su rubia y encantadora hija tercera, aunque su corazón de madre le dictaba otra cosa: ¡el plebeyo andaba rondando nuevamente a su hija mayor en tiempos no muy decentes para hacerlo! 28 años más tarde Paco Robelo y el plebeyo todavía se ríen de su puntada y las cuatro hermanas se echan furtivas miradas entre sí, como confidentes, cada vez que estando en una fiesta se oye alguna de esas coplillas. Les vendo un puerco hecho canción.LAS SIRENAS DE TILACO: Decidí escapar de mi ciudad estrangulada en la semana de Pascua del mes de abril de 2017 en compañía de los maestros Luis Pérez Sabido y Guillermo Muñoz Gutiérrez, bardos y compositores de altos vuelos, para que se instalaran en la Quinta Las Conchas en el ruiseño poblado de Bernal y compusieran algo. Pérez Sabido me mata con “Yo sé que volverás” y Memo Muñoz con “Quisiera estar contigo”, así que bien sabía que ese par de días no me iba a aburrir para nada. Rondaba el crepúsculo atrás del cerro de “El Picacho” y la Peña de Bernal se cubría con un manto rojo cuando el Cronista del Mayab, Pérez Sabido nos empieza a contar una conocidísima fábula china que te ordena a ti, ser humano, cuando menos sembrar un árbol, escribir un libro y tener un hijo. Entonces, el bardo yucateco cambia el contexto de la conversación y lo traslada a Mérida, en que un paisano suyo se afanaba, sin lograrlo, en cumplir con lo recomendado por la cultura de la China, notándose ya la amargura en aquel singular peninsular. Terminó su sabroso relato el Maestro del Mayab con estas palabras: “Y lo consiguió el amigo, después de larga jornada: un árbol seco y torcido, un libro muy aburrido y un hijo de la chingada”. Máare, les vendo un puerco chino, un matorral de la plaza del Estudiante, un libro de la historia de la CNC y un hijo malagradecido. 08El sociólogo canadiense Herbert Marchall Mc Luhan, una autoridad de autoridades en la ciencia de la comunicación (“el medio es el mensaje”), hasta 1980 de su fallecimiento en Toronto, sostuvo que “los medios de comunicación audiovisual modernos (televisión, radio, etc.) cuestionan la supremacía de la escritura”. Yo tuve la gran oportunidad de conocerlo y asistir a una magna conferencia de prensa que vino a ofrecer en la ciudad de México, a principios de la década de los años 70. Lo cito por la celeridad de la comunicación de los acontecimientos actuales y por la velocidad de su conocimiento masivo a través de las redes sociales derivadas del internet, cosa que no conoció en su dimensión asombrosa el mismo Mc Luhan.Un asunto que aparentaba estar bien guardado como todos los asuntos de la Biblia, parecía ser el de la capital de Israel, hasta que de manera inopinada lo sacó a la luz (para variar) el racista antimexicano Donald Trump, declarando que cambiará la embajada norteamericana de Tel Aviv a Jerusalén, sin importar consecuencias geográficas ni políticas mundiales, ni la desaprobación, de entrada, de Alemania, Francia e Inglaterra. Va solo. Y de inmediato se empezó a incendiar el Medio Oriente, que ha estado a raya de los israelitas, sobre todo después de la “Guerra de los 6 días” con Egipto y el casi sometimiento militar de los palestinos. El frágil equilibrio de la zona en el que tienen metidas las manos los mismos rusos, amigos de unos árabes y enemigos de otros, no garantiza por mucho tiempo la no desestabilización de los judíos expansionistas.Y aunque este tema saltó a la primera plana de la prensa mundial de la noche a la mañana, no habían transcurrido ni quince días en que el mismo fascista de la Casa Blanca había amenazado con desaparecer a Corea del Norte por continuar con sus ensayos de misiles militares, sin los cuales resulta inoperante su armamento nuclear. Que sin la aprobación de su propia nación un líder cualquiera anuncie al mundo que va a desaparecer a un pueblo entero de la tierra, a eso se le llama de alguna forma en alguna parte del planeta, pero como se le llame no es nada bueno, decente ni edificante. Esto es más grave que lo del cambio de facto de la capital de Israel. ¿O esto es solamente un ardid para atenuar la balandronada de la desaparición de Corea del Norte? Pareciera ser que estamos ante un aprendiz de brujo. O que nos encontramos de nuevo viendo cómo se maneja Goliat urgido de encontrar a un David para desquitarse del trauma de su antiquísima derrota. ¿De veras no aprendió nada de su derrota en Indochina, con todo y el Premio Nobel de la Paz concedido al alemán-norteamericano artífice de la paz con Vietnam del Norte? De acuerdo a la teoría de Mc Luhan, las imágenes de esos dos momentos críticos para la humanidad, imponen su supremacía sobre la literatura.Otro asunto que se ha vuelto viral ya, a nivel local, es al que me refiero a continuación.Como otros paisanos, recibí con agrado la promoción estatal “Puro Sinaloa”, destacando lo positivo de nuestra tierra. Sin mucho pensar, di por hecho que se trataba de algo original, hasta que conocí una crítica de Ernesto Villanueva (Noroeste, 13 noviembre, 2017) en la que da cuenta que la marca “Calidad Puro Sinaloa” orienta los recursos de los sinaloenses, dice, “a labores de distracción”, que ha resultado, agrega, todo un problema “de forma y fondo”.En concreto, y sin entrar a los detalles de la crítica, Villanueva señala que “la marca apenas fue registrada el 12 de octubre de 2017 después de ser rechazada por el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) por semejanzas con otras registradas anteriormente, de ahí que hubo de registrarse con la palabra “Calidad” antes de “Puro Sinaloa” que era el producto que –se supone—tenía como propósito “unir” a los sinaloenses…” Esto, obviamente, me hizo saber que la frase de la campaña que nos promociona no es original. Y que igual como me pasó a mí, también a la Banda El Recodo la llevaron al baile. Y más al letrista, que por ningún lado menciona lo de “Calidad”.Aún así, sin dejar de darle valor a la crítica en cuestión, en plan optimista me quedo con lo positivo de destacar lo nuestro. Pero tengo que advertir y cuestionar que se ha descuidado que no se pase dicha promoción justo cuando en los noticieros radiofónicos se informa de duras o tristes realidades sinaloenses. En Radio Fórmula, por ejemplo, en el noticiero matutino, inmediatamente después de que se informa que Sinaloa ocupa el segundo lugar nacional en corrupción en los funcionarios públicos o del lugar en el número de desapariciones, entra el promocional “puro Sinaloa”, con un efecto devastador en el radioescucha. Lo mismo ocurre al pasar las noticias de la nota roja: “Matan a 30 en la semana. Culiacán. Con 30 personas asesinadas en tres municipios del estado, cerró la semana comprendida del 20 al 26 de noviembre”. Sigue el corte. Y entra el promocional “Puro Sinaloa”. Aunque en la radio actúen de buena fe, no premeditadamente, ¿le han informado de esto al gobernador Quirino Ordaz Coppel? Conforme pasan los días, ¿tendrá razón Herbert Marchall Mc Luhan? CONFORME PASAN LOS DÍASFAUSTINO LÓPEZ OSUNA08* Economista y compositor09* Autor, docente, Sonora/ BCS Conversamos le dije su nombre, dirección y la casa en que vives…” El compositor es José Peralta Sánchez y el intérprete -para mí- de forma magistral Lorenzo de Monteclaro. Una de mis piezas favoritas de la música norteña popular. La puedo escuchar todo el día y el día siguiente y el siguiente también.El gusto por la música norteña me viene porque desde pequeño escuchaba la radio antes de salir a la primaria. Ahora, si me detengo a mirar con detalle, canciones así despliegan un abanico de recursos poéticos que ponen de manifiesto la riqueza de la lírica popular mexicana. Veamos:Me dejaste abrazado de un poste/ esperándote y nunca llegaste,/ me dijiste que ahí te esperara/ bien recuerdo que me lo juraste./ Ya muy noche me fui de la esquina/ y a tomar me metí a una cantina. El primer verso es una metáfora bastante bien elaborada. El amante, se vería ridículo si literalmente rodeara con sus brazos el poste en una esquina. Después aparece la reiteración cuando la amada le pide esperarla y además, para darle certeza, le jura volver. El paso del tiempo agota la paciencia del amado, quien derrotado, va a curarse las penas de amor en el lugar por antonomasia para el mexicano: la cantina. El ambiente idealizado del locus amoenus de los latinos como sinónimo del paraíso, es para el mexicano la cantina. Espacio de encuentro, diálogo, apertura, reflexión, llanto, alegría, compromiso, traición, música y decepción. En la cantina todos somos iguales, hermanos, compañeros, familia. Me senté y le pedí al cantinero/ una copa y después la botella./ Junto a mí se arrimó un compañero/ que muy triste me dijo su pena./ Él también se quedó en una esquina/ a la cita tampoco fue ella. El poeta usa en los dos primeros versos la enumeración al describir la cotidianidad del amante decepcionado: cantinero, copa, botella. ¡Salud! Por supuesto que sí. Y entonces, después de unos “tragos de amargo licor”, un desconocido “se arrima”. La expresión es genial. El desconocido que de inmediato es compañero, compa, hermano, compadre, no sólo se acerca y toma asiento, “se arrima”, abre su corazón y le cuenta su propia decepción.En este momento de la canción, la historia de estos dos amantes decepcionados es parecida: los dejaron esperando en una esquina, la amada no apareció y el dolor llevó sus pasos a buscar consuelo en la copa de vino. El climax inicia. Conversamos le dije tú nombre/ dirección y la casa en que vives./ Un cigarro me pidió aquel hombre/ ¡Cantinero!, otra copa nos sirve…/ Ya no sigas me dijo llorando/ es la misma que estuve esperando. El acto confesional revela el tamaño del dolor. La puñalada realizada por la amada apenas penetró a la mitad del corazón de aquellos “compañeros”, ahora unidos por el abandono. El puñal entra hasta la cacha para partir el alma en dos de los amantes. “Es la misma que estuve esperando”, sentencia uno de ellos. Con el efecto más depurado del drama griego, el poeta primero hace una pausa, con lo cual eleva la tensión dramática: pide un cigarro.Si hasta me parece ver sus temblorosos dedos sostener el cigarro para colocarlo en los labios resecos. Encenderlo con una calma como si el tiempo no existiera, como si el universo se quedara quieto mientras las volutas de humo se elevan y cubren las alas del sombrero. Aspira una, dos, tres veces.El cigarro abre sus pétalos de fuego y le da valor al amante, quien para no volverse estatua de sal, deja rodar unas lágrimas: Ya no sigas me dijo llorando…En la cantina, la sentencia “los hombres no lloran” es inútil. Al contrario, el llanto masculino es la prueba de la hombría porque se reconoce que se está sufriendo, y el sufrimiento se comparte con los compañeros, lo mismo que botella. Después de eso, fulminante como rayo, los golpea el verso es la misma que estuve esperando. A partir de ese momento, estos hombres quedan marcados por el desamor y se vuelven hermanos. Su amor por la misma mujer los une. ¿En cuántos universos dos hombres qué habían sido desconocidos toda la vida, se encuentran a la misma hora, el mismo día, en la misma cantina para saber que han besado los mismos labios traicioneros? Como dije, al puro estilo de las tragedias griegas, sólo que esta es la lírica popular mexicana. Conversamos le dije tú nombre/ dirección y la casa en que vives./ Un cigarro me pidió aquel hombre/ ¡Cantinero!, otra copa nos sirve…/ Ya no sigas me dijo llorando/ es la misma que estuve esperando. La repetición de la última estrofa que la convierte en estribillo, es la moraleja, la advertencia, la sabiduría popular: Ten cuidado a quién entregas tu corazón.ABRAZADO DE UN POSTE O LOS RECURSOS POÉTICOS DE LA LÍRICA POPULARJUAN DIEGO GONZÁLEZ Next >