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DE MI ENCUENTRO CON DAVID ALFARO SIQUEIROS

Por viernes 15 de diciembre de 2017 Sin Comentarios

FAUSTINO LÓPEZ OSUNA

Recientemente, charlando en un desayuno en el puerto con los estimados amigos Joaquín Hernández López, escritor y cronista de Teacapán y Yajaira Villarreal, periodista y reportera de El Debate de Mazatlán, salió a colación el nombre del gran muralista David Alfaro Siqueiros, trayendo a mi memoria recuerdos de él cuando yo cursaba la carrera de Economía en el Instituto Politécnico Nacional, que compartí con ellos. Quien no vivió aquellos años al tanto de lo que ocurría en la “Guerra Fría” (EUA-URSS), no dará crédito a la persecución de las ideas en el país por parte del supremo gobierno alineado al anticomunismo norteamericano, utilizando para ello el fascista Artículo 145 Bis de disolución social, del que ya hemos hablado hasta el infinito, cuya derogación fue una de las demandas del Movimiento Estudiantil de 1968. Así que invocando tal bodrio, Siqueiros fue detenido, sentenciado y confinado en el Palacio negro de Lecumberri, y con él su obra. Así lo dijo entonces en su poema en el aeropuerto de la ciudad de México el Premio Nobel de Literatura chileno Pablo Neruda, cuando improvisó A Siqueiros al partir: “He visto tu pintura encarcelada/ que es como encarcelar la llamarada”.

Al conocerse en el extranjero su injusto encarcelamiento, existentestimonios de cómo en muchos países hubo protestas frente a las embajadas de México (Francia, Alemania, Inglaterra, EUA, Japón, Italia, España, Brasil, Chile, Argentina, etc.), exigiendo su libertad.
En México, a los reclamos por la liberación de los presos políticos, se sumó el de la protesta por la infamia cometida contra el genial muralista, apodado “El Coronelazo” por su participación en hechos de la Revolución Mexicana. Intelectuales, estudiantes y maestros del IPN y la UNAM, no cejábamos reclamando su liberación en mítines y manifestaciones de protesta contra la invasión de Estados Unidos a Cuba o su guerra de intervención en Vietnam.
En nuestro periódico estudiantil “El Colmillo atinado”, lo defendimos y publicamos en primera plana dos sonetos titulados A Siqueiros en prisión, que yo le escribí a raíz de una exposición de su pintura de caballete en las instalaciones de la Escuela Superior de Medicina del IPN. Cuando fue liberado, le solicitamos una entrevista y nos recibió en su casa de Tres Picos, a un costado del Bosque de Chapultepec.
Al saludarlo, compañeros del periódico le entregaron el número donde aparecían mis sonetos. Y nos sorprendió al decirnos que ya lo conocía, que alguien se lo había llevado a Lecumberri.
Aprovecharon mis colegas para informarle que yo era el autor.

Siqueiros volteó a verme y me dijo: “Joven poeta, su poesía tiene muy buena factura.
Su poema no desmerece junto al de Pablo (Neruda). Muchas gracias. Estoy pensando reunir todos los poemas que me escribieron estando preso, como el de Nicolás Guillén, que lo tengo en cuadro, aquí, en la pared, e ilustrarlos yo mismo”, dijo.
El estimado y distinguido cronista Joaquín Hernández, cuando le dije los versos me pidió una copia y hoy, agradeciéndole que me haya motivado a recordarlos, se los envío:

A SIQUEIROS EN PRISIÓN
I
Por tu mano la sangre baja
y aspavienta crispante enojo,
golpe en marro, certero, raja
la esperanza que astilla el ojo.
Bruscamente descuella y taja
la ignominia del cruel abrojo:
todo pueblo que así trabaja
se liberta en un tinte rojo.
Gladiador del pincel: la fusta
encabrita al corcel que ajusta
pero vence, aunque cause enojo.
Por tu mano la sangre baja,
golpe en marro, certero, raja
y libértate en tinte rojo.

II
El volcán empinado y frío
guarda doble razón de anhelo:
es sereno en su lava-río
pero brusco en la paz del hielo.
Así tú, vendaval bravío,
aparentas sereno al cielo
que al mirar al abyecto impío
estremece en un rayo el suelo.
Tu alma-genio cultiva el arte,
la justicia volvió estandarte
y confía en un doble anhelo:
el volcán empinado y frío
es sereno en su lava-río
pero brusco en la paz del hielo.

1964.

*Economista y compositor

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