Por: SYLVIA TERESA MANRÍQUEZ
El sol de los buenos tiempos
El sol nace para todos
y se entrega con amor
no distingue las fronteras
ni las razas, ni el color
cuando la noche se aleja
para todos nace el sol
Yo quisiera,
que un puñado de humanidad
todos tuvieran
y que nadie niegue a nadie
un rayo de sol en primavera
porque vivir es como un sol de oro
– Ricardo Ceratto
“E l sol nace para todos” del argentino Ricardo Ceratto es una canción que desde niña me hace pensar en la paz, quizá porque cuando la escuchaba el sol de mi cielo era de oro y un abrazo cálido representaba el puñado de humanidad requerida en la infancia. Por entonces no oía hablar de personas secuestradas, desparecidas o ejecutadas con la escalofriante frecuencia que escucho hoy. Había guerras, siempre las ha habido, pero para una niña eran batallas lejanas. No me sentía viviendo en una gran zona de conflicto, como siento hoy a mi país. No, yo podía sentirme segura en casa. Recién se presentó la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública (ENVIPE) 2017. Habla de delitos que se ejecutan y que se padecen, víctimas y victimarios; de lo que los expertos llaman “fenómeno de la victimización delictiva”. La ENVIPE trata de hacer un retrato de cómo convivimos con la ciertos tipos de violencia y como sentimos o percibimos seguridad pública y el trabajo de las autoridades. Cuando era niña se metieron a robar a la casa, en la madrugada todos dormíamos, revisaron los bolsillos del pantalón de papá y se llevaron el dinero que encontraron. Fue extraño, porque nadie sintió la presencia del ladrón. Mi padre dijo que él había sido descuidado pues la tarde anterior estuvo contando el dinero de su sueldo en la puerta de la casa. Sospechaba que alguien que pasó no resistió la tentación de robarlo. Nadie fue herido y nunca supimos quien nos robó. La ironía radica en que esos fueron los buenos tiempos. Porque la ciudad creció pero no la capacidad de las autoridades para hacernos sentir protegidos, protegidas. Según la ENVIPE menciona una cifra negra de casi 94%, significa que en 2016, 95 de cada 100 delitos no fueron denunciados o no llegaron a averiguación previa.
Los principales motivos para no denunciar tienen que ver con la autoridad. El 33% de las víctimas de delitos cree que es pérdida de tiempo y el 16% siente desconfianza en la autoridad. Esta información genera la sensación de que hasta las niñas y los niños se sienten inseguros, ya que la encuesta menciona que el 74% de las personas en el territorio nacional se sienten inseguras. Significa que la mayor parte de la gente que vive en México teme ser víctima de algún delito. En este estudio se habla de delitos como robo de autos, en casa habitación, en la calle, en el transporte público, abigeato, extorsión, amenazas verbales, lesiones, secuestros y delitos sexuales.
No se incluyeron delitos como narcotráfico, delincuencia organizada, robo de combustible y trata de personas, porque, dicen los expertos, no son susceptibles de medirse en una encuesta de victimización.
Si fuese posible incluir dos sencillas preguntas: ¿Ha detectado la venta de estupefacientes al menudeo cerca de su casa? ¿Ha sentido miedo de denunciar este delito? Sería interesante conocer el grado de victimización que arrojarían las respuestas.
No sé porqué la ENVIPE me hizo pensar en la paz que me genera la canción de Ceratto. Quizá sea la sensación de desprotección que me que dejan tantos datos sobre victimas e inseguridad, cifras sobre delitos, aunque no todos a los que estamos expuestos. Quizá sea el deseo de que cuando la noche de la incertidumbre se aleje, el sol que nos alumbre sea el de la confianza en las autoridades, el sol de los buenos tiempos, el que recordamos de cuando fuimos niñas y niños.
*Autora y productora de Radio Sonora.