El Señor hizo que un gran
pez se tragara a Jonás,
y este permaneció en el
vientre del pez tres días y
tres noches.
Libro de Jonás Cap. 2, 1.
Por: JUAN DIEGO GONZÁLEZ
Todos Santos, BCS. Del 7 al 12 de octubre son las fiestas patronales de la iglesia de nuestra Señora del Pilar de Todos Santos. Al terminar la misa de 7:00 pm que resultó especial al estar concelebrada por 5 sacerdotes, quienes en diferentes épocas habían realizado labor pastoral en esta esquinita de México, la plaza Madero se vistió de fiesta al recibir a la Banda Sinfónica del estado de Baja California Sur. Con un ambiente totalmente familiar y una tarde fresca, la música recorrió los puestos de comida, de artesanías, de juegos de azar y hasta decidió dar una vuelta por la rueda de la fortuna instalada en el corral anexo a la parroquia.
El director de la banda, Marco Antonio Hernández Avilés lucía una camiseta negra con la frase “Tributo a The Beatles”. Y precisamente con este legendario grupo de Liverpool inició el programa musical. Piezas como “All you need is love”; “Let it be”, “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band” entre otras, de inmediato pusieron al auditorio a mover los pies. El entusiasmo de los músicos y la pasión del director
hicieron armonía para deleitarnos con una interpretación instrumental de gran nivel.
Después siguieron los éxitos de Abba emsamblados en un popurrí. Lo mismo fue con Queen ¿Quién podría dejar de reconocer “We will rock you”, Bohemian rhapsody”, “Another one bites the dust”; We are the champions”? Poco a poco algunas parejas se animaron a partir plaza e incluso, el infaltable personaje típico de los pueblos, hizo una dupla perfecta con uno de sus perros y ofrecieron los mejores pasos de baile de la noche.
Una probadita de algunas piezas de Ray Charles nos condujeron a la máquina del tiempo y de pronto, las notas cobraron cuerpo y color. El final del concierto fue una “acuarela de mambos”.
El sabor latino en explosión multicolor: “Tequila”, “Oye como va” del insuperable Santana y por supuestísimo “La Bamba”. Los bravos y aplausos no se hicieron esperar.
El coro de otra, otra, otra termino por sacarle una reverencia al maestro director y el encore fue una pieza a ritmo de “charleston”.
Creo que el jesuita Jaime Bravo jamás imaginó siquiera que la sencilla capilla de palma levantada aquel año de nuestro Señor de 1723, nombrada Nuestra Señora del Pilar de La Paz de Airapí, tuviera tan larga vida y se convirtiera en una misión para dar refugio a las tribus nómadas de guaycuras.
¿Cuántas noches han pasado
desde entonces?
La música se elevó a las estrellas, las mismas estrellas que ahora iluminan el regreso de las ballenas y sus crías al norte, más allá del frío y los hielos. Todos Santos, pueblo mágico, lleno de artistas, música y fiesta.
*Docente y autor BCS/ Sonora