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Energías Causas y efectos

By miércoles 4 de octubre de 2017 No Comments

Por: Carlos Lavín Figueroa

energia causa y efectoPara algunas personas hay cosas que no tienen lógica ni sentido, para otros si lo tienen; es común que escuchemos pedir una cadena de oración o de energía para sanar a un familiar o para solucionar tal problema generalizado; y muchos se suman a la causa aportando energía positiva, que acumulada tiene fuerza y efecto. También existe la energía negativa, que también tiene consecuencias; se transmite a los allegados afectando sus vidas; provocan enfermedades que vienen de una baja en las defensas biológicas, y estas -a su vez- son atribuidas al estrés, a las malas vibras, a los malos pensamientos, a la angustia, envidia, venganza, depresión, represión, todo eso es energía que se junta y actúa negativamente sobre el cuerpo humano.

Hay filósofos y pensadores que aseguran que la mala energía generada por las masas humanas, se acumula como una nube negra, y estimula un efecto sobre los pueblos y la tierra. Muchos ponen de ejemplo lo que sucede en La Española una exuberante y pródiga isla que comparten Haití y República Dominicana, con una diferencia abismal entre esos países, tanto en ecología, como en salud y en lo social, que en Haití redunda en pobreza extrema, en cambio, la Dominicana es abundante y prospera; un contraste atribuido a la práctica del vudú entre los haitianos.

Otros, van más allá; sostienen que las energías negativas generadas por él hombre, son las que desatan la furia de la naturaleza convirtiéndola en catástrofes; sólo en los últimos años -que yo recuerde- se han visto hasta seis huracanes simultáneos, tres el Atlántico y otros tres en el Pacifico y cada vez más devastadores por su estatismo o lentitud de translación. Hay que recordar al Diluvio: a Sodoma y Gomorra; a Pompeya y Herculano, que siempre se ha dicho fueron eventos de limpieza. Pero los desastres son también asunto del Universo como las llamaradas solares que afectan a la Tierra.

Los humanos vivimos en dos mundos, el mundo físico donde se manifiestan las acciones, y el mundo mental con nuestros pensamientos y creencias, que cuando son nocivos mandamos energías negativas al universo, y ninguna energía se pierde, sólo se transforma, y esta, en desastres como huracanes y temblores que son, entre otras razones, la suma de todas aquellas malas energías generadas por la humanidad, y la tierra así se limpia de ellas, es una secuela natural de causa y efecto que llama a recapacitar.

Toda acción tiene su reacción, todo, bueno o malo, se revierte. Toda causa tiene su efecto, y toda elección y actividad tiene su consecuencia y resultado, pero culpamos a los gobernantes que nosotros mismo elegimos; causa y efecto. Nuestra vida actual no es más que el conjunto de consecuencias de nuestras elecciones pasadas. La casualidad, para muchos, es una manera de explicar las consecuencias. Para otros, los sucesos son consecuencia de las acciones. Muchos se inclinan hacia la creencia de un destino previamente establecido, y adjudican las bonanzas y carencias a otros sucesos con fenómenos casuales.Pero no hay casualidades, sino atracciones de lo semejante. Ello no quiere decir que, si obramos de buena fe, no estemos expuestos a la posibilidad de sufrir percances.

La ley de causa y efecto no es una ciencia exacta, ni un principio matemático ni estricto, y menos mecánico. Se trata de aceptar que mucho de lo que nos sucede ha sido provocado por nosotros mismos, ya sea intencional o no. Por ello, debemos analizar fríamente y unir los puntos que nos han llevado a tal o cual situación. Antes de reclamar a los dioses y a la suerte, hay que tener en cuenta ciertas cosas. En nuestras vidas hay sucesos de azar lejanos de nuestro alcance. SI entramos a un casino con la mejor de las actitudes y perdemos, no tendrá nada que ver con nuestra actitud. Y es que no somos amos del universo, sino solamente de nuestras acciones.

energia causa y efecto 2Pero los desastres también se atribuyen al cambio climático, que finalmente son causa y efecto de las acciones del hombre, o a los eléctricos centelleos azules que han aparecido en los últimos años antes y después de grandes temblores y precisamente en temporadas de lluvias y huracanes, que también se imputan al sistema HAARP -Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia- ideado en base a la tecnología de Nikola Tesla de 1907 y desarrollada por los EEUU, que consiste en radiar energía electromagnética hacia la ionosfera rebotando al mar, evaporando grandes cantidades de agua que causan huracanes; o modificar y controlar el clima llevando lluvias, nubes extrañas y neblina incluso a los áridos desiertos, pero también con fines militares, creando artificialmente sequias y altas temperaturas en ciertos puntos al grado de destruir la vida. Su todavía incontrolado sistema pudo haber generado los últimos huracanes que afectaron a los propios EEUU, o los temblores con cientos de réplicas en Chiapas; causa y efecto.

HAARP, está situado en Gakona, Alaska. Allí, se está desarrollando este proyecto, consiste en 180 antenas funcionando como una sola, emitiendo 1 GW =1.000.000.000 W, es decir un billón de ondas de radio de alta frecuencia las cuales penetran en la atmósfera inferior. Pero para mejor comprender se explica de manera gráfica y con pruebas físicas en la estupenda exposición –traída desde España- de Nikola Tesla en el Parque Chapultepec -en Cuernavaca- él, es el inventor de una impresionante diversidad de aplicaciones de la energía eléctrica, como transportarla sin cables, esta, y otras que se veían absurdas son ya una realidad; estará hasta enero.
P. D. Hasta la próxima.

* Historiador y Cronista de Cuernavaca

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