Por: Sofía Mireles Gavito
El pasado miércoles 29 de marzo del presente año falleció en la ciudad de México el poeta chiapaneco Juan Bañuelos por complicaciones respiratorias.
Él había nacido el 6 de octubre de 1932 en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez. Hizo sus primeros estudios en su tierra natal, luego hizo estudios de derecho, ciencias políticas y letras en la UNAM, en la capital mexicana.
Fue maestro por muchos años, destacado coordinador de talleres literarios en la UNAM y las universidades de Guerrero, Querétaro, Sinaloa y Chiapas; editor, cuentista y poeta. En 1994, defendió el levantamiento zapatista, lo que le valió el nombramiento como miembro de la CONAI (Comisión Nacional de Intermediación) durante los años de 1995 al 2004.
Colaboró en las revistas Estaciones y Literatura Mexicana. Perteneció al grupo cultural El Ateneo de Ciencias y Artes en su primera época (1951-1957), y luego, formó parte del grupo literario La Espiga Amotinada, junto con Óscar Oliva, Jaime Augusto Shelley, Eraclio Zepeda y Jaime Labastida. Ellos participaron en dos libros colectivos: La Espiga Amotinada (1960) y Ocupación de la Palabra (1965), aportando una nueva propuesta estética sobre la poesía.
La Espiga Amotinada tuvo un punto de partida eminentemente social. “La palabra como gatillo. El ejercicio poético no al servicio de la denuncia, sino como denuncia misma. (…) Dividido entre la injusticia de la opresión social y el cuerpo del mundo como cuerpo de mujer, Juan Bañuelos opta por la música y la imagen como tránsito y puente entre la realidad y el poeta”. (Flores, Malva, 1994:20). Se considera a Juan
Bañuelos como uno de los poetas más comprometidos con la política de izquierda.
Algunos de sus poemas han sido publicados en los libros: Puertas del Mundo en el colect
ivo “La Espiga Amotinada” (1960); Escribo en las Paredes en el colectivo “Ocupación de la Palabra” (1965), Espejo Humeante (1968), No Consta en Actas (1981), Destino Arbitrario (1982), Juan Bañuelos (1987), Donde muere la lluvia (1992), Estelas de Confines (1994), Telar de la Neblina (1997), Nudo de Tres Vientos (1999) y El Traje que vestí mañana (2000).
Los textos que se relacionan de alguna manera con la rebelión zapatista de 1994, se encuentran en la parte final del libro “A Paso de Hierba: Poemas sobre Chiapas”, publicado en el año 2002 y que recoge todos los poemas que Bañuelos le dedicó a su tierra natal. Su última obra fue: Vivo, eso sucede (2012). Sus poemas han sido traducidos al: alemán, búlgaro, checo, francés, húngaro, noruego, ruso, inglés, italiano, polaco, rumano y sueco.
Desde la aparición de sus primeros poemas en 1960, el maestro Bañuelos es una de las presencias más influyentes de la lírica mexicana contemporánea; autor de una poesía que se caracterizó por conjuntar la reflexión filosófica, la crítica social y la exigencia formal.
El día martes 4 de abril del 2017, el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (CONECULTA) en Chiapas le hizo un homenaje al poeta Juan Bañuelos en el Centro Cultural “Jaime Sabines” a las 18 horas, estando presentes personalidades como su compañero de la Espiga Amotinada, el poeta Óscar Oliva, el Director General de Coneculta, el Lic. Juan Carlos Cal y Mayor Franco, los poetas: Chary Gumeta, Clara Guillén, Violeta Pinto, Uvel Vázquez, y familiares de Juan Bañuelos, como su tía y su sobrina Natalia Bañuelos Toledo. Fue una noche especial al recordar el poeta Oliva los momentos que pasaron juntos en la Comisión Nacional de Intermediación junto con el Obispo Samuel Ruíz.
Además el joven Pepe Natarén Aquino leyó un ensayo de Óscar Wong, en su representación, por no poder asistir; Wong analiza con mucha profundidad la poesía de Bañuelos, y nos dice: “…el mejor Bañuelos es el que canta el sentimiento mismo del hombre, el que observa a la humanidad desde su perspectiva amorosa. Bañuelos es un ser sensible que busca reflejar la realidad a partir de las herramientas que tiene a la mano: su conciencia de hombre y su voz de rapsoda. También, Bañuelos es un cronista que va describiendo ritmos y sensaciones, circunstancias y acontecimientos”.
RECONOCIMIENTOS:
1.- Premio Nacional de Poesía Aguascalientes en 1968, por su libro Espejo Humeante;
2.- Premio Chiapas en Artes en 1984;
3.- Premio Nacional de Literatura Carlos Pellicer en el 2001; y
4.- Premio José Lezama Lima en el 2005. Como muestra de su poesía, les comparto el soneto Contra la Soledad, de su libro Espejo humeante:
Estoy a boca y llanto sometido, A abismos silenciosos como peces, Y tú, mi hora y señal, sólo enterneces
El polvo que ya tengo compartido. ¿Qué diente hambriento, agudo, se me ha hundido Que repite su hazaña tantas veces Como minutos, días, años, meses, Mi piel a dentelladas la han tejido?
Colgando de mis huesos van las horas.
Sólo amando a mi pueblo he de perderte, Oh soledad, que fiel, todo coloras.
Señas me dejarás, mas no en tus redes He de dormir herido. Si he de verte, Fuera de ti he de estar aunque te quedes.
* Cronista de Tonalá, Chiapas
