Por: Jorge Alberto Soria Lugo
En la vida de mi pueblo del llamado Valle del Eucatan, en el que hoy vivo y que me ha cobijado por más de tres décadas, ha habido hechos y personajes que han dejado huella en la memoria de la colectividad de sus habitantes, acciones que por su trascendencia dejaron marcada toda una época como fueron “Los Llamados Barriqueros de Pericos”.
Estos personajes jugaron un papel importante en el desarrollo social de Pericos, cuando no existía red alguna de agua potable, como la que hoy afortunadamente existe y que traslada este vital líquido a los hogares nuestros. Estos vecinos que vieron en el servicio de venta de agua, un modo honesto de vivir además de brindar una solución al abastecimiento de agua en toda nuestra comunidad. Por ello improvisaron unas carretas con tambos de 200 lts. de aquellos donde se expendían el diesel o aceite, los cuales se limpiaban y se adaptaban con mangueras de 2” para trasladar el agua potable a las viviendas del Pericos rural de la décadas de los años, cuarentas, cincuentas y principios de los sesentas hasta que se
inicio la introducción del agua potable en tuberías con lo que iniciaba la modernidad en el sistema de la conducción del vital liquido.
Los barriqueros de Pericos eran hombres y también mujeres que a partir de un servicio buscaban ganar pesos que les permitía llevar el sustento a sus familias, como lo comentan el señor Temo Sarmiento, el Prof. Arnoldo López Reyes, Micaela Peiro y Rosario Chavira, gente que se gano el reconocimiento y cariño de toda una época de nostalgia de aquel Pericos que añoran nuestros mayores, nos comenta la Sra. Leonila Lugo quien fue Barriquera que las norias donde se surtían de agua se encontraban cerca del arroyo de Pericos entre chicuras y guachapores por el rumbo de los álamos, por el camino viejo de las fabricas henequeneras en dicha noria aparecen sus inolvidables encargados como lo eran: Don Isidro Monzón mejor conocido como “Chicho monzón” y el Don Prudencio Reyes mejor conocido como “El Pule” dichos motes con el que se le conocían a estos viejos periqueños, donde hacían largas colas los barriqueros como lo fueron: el famoso “Chapo Reyes”, los Hnos. Álvarez Emilio, Samuel, Francisco y Santana, Miguel Payan, Francisco López esposo de doña Tomasita, Guadalupe Vega “El Pato”, Leonila Lugo “La Nila del Pato”, el “El Roncho de Capirato”, Mencho Payan, Héctor Manuel Gastelum López “Cristales” entre otros que agenciaban este negocio de poca ganancia pero de muchas satisfacciones.
Una Barrica era elaborada con madera de vara de gato, donde se le montaban dos tanques de 200 lts, a una carreta de caballos o mulas con el burriquete y el cinto que el animal portaba, cada viaje valía .50
ctvos., los barriqueros se dividían la comunidad para surtir de agua a los vecinos de Pericos, dentro de los beneficiarios encontramos a: a la Sra. Dora Navidad, la Sra. Piri de Simón Fierro, Gilberto Navidad, la Manuela Sánchez, Guadalupe Sánchez, la Cornelia, Juanita Vega, La Lupe del Chulca, María de Luciano entre muchas familias más que requerían de los servicios de estos barriqueros quienes se dividían a Pericos en cuadrantes para poder llevar el esencial liquido, nuestros personajes también contaban con un horario de servicio de siete de la mañana a las doce del dia y regresaban a las tres de la tarde hasta las siete de la noche o mientras hubiera demanda.
Dentro de las muy varias anécdotas que se vivieron entre los barriqueros de Pericos, hay una de una apuesta entre el Sr. Pancho López y la Sra. Nila del Pato, la cual queriendo hacer valer su agilidad en la entrega de su servicio hicieron correr una apuesta de $50.00 pesos de aquellos ayeres y fue por la Ave.
Rayón en el barrio bajo de Pericos, donde sesucito dicho acontecimiento, cuando el Sr. Pancho López apostó que su caballo era más ligero, cosa que no soportó la Nila del Pato y jalándose parejo se enfilaron hacia la meta que se habían marcado, pero cuál sería la sorpresa de la Nila que al llegar a la ultima cuadra su barrica salió volando por los cielos y por ende ella también estampándose en la casa de la Sra. Rafaela Madrid que para suerte de ella cayó en blando debido a que un cuarto de aquella casa era de lámina negra por lo que su caída no fue tan estrepitosa sólo se llevo los golpes naturales de cualquier caída, pero para el asombro de quienes vieron dicho suceso algunos se espantaron y otros tantos pensaron que la Nila se había matado, lo que por fortuna no sucedió hoy lo comenta como un anécdota más de su vida recordando ese pasaje de su vida que con orgullo dice fui barriquera, otro de los anécdotas muy mentadas es la que propicio el Sr. Chayo Reyes, cuando habiendo tomándose el día inicio la ingesta de las refrescantes ambarinas más temprano que de costumbre en la cantina del pueblo su padre preocupado porque no llegaba a realizar sus entregas tuvo que ir a buscarlo encontrándolo ya con los estragos del alcohol un poco avanzado, para lo cual molesto su padre le dijo que si no pensaba seguir trabajando a lo que Chayo Reyes con su característico humor negro le dijo padre no iré y si no le gusta ahí están las llaves de carro, dicen los que estuvieron presentes en ese lugar que la gente soltó tremenda risa ya que las llaves a las que hacía referencia era el chicote con el que le pegaban al caballo lo cual en lugar de enfurecer a su progenitor sólo se concreto a reír.
Hoy los barriqueros de Pericos son parte de la historia de mi pueblo, que jugaron un papel muy importante en el desarrollo social de una comunidad a todos ellos gracias por servirle a su pueblo y ser ejemplo de cuando un pueblo se lo propone no hay obstáculo que detenga su crecimiento.
* cronista adjunto de pericos, Sinaloa.