Por: José Carlos Ibarra
“Todos los escritores son ladrones, unos más finos que otros. Naturalmente los que no lo son son los escritores pobres”. (Una conversación con Augusto Monterroso, de Graciela Carminati, del libro “Las ilusiones perdidas” Antología personal).
Como es sabido, el escritor guatematelco Augusto Monterroso, residió en México durante largos años, hasta su muerte en 2003, sus allegados, lo llamaban por el apelativo afectuoso y familiar de “Tito”. Alcanzó fama como fabulista pero, ante todo, por la concisión y brevedad de sus textos, como el célebre microrrelato “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”, fueron traducidos al inglés, alemán y polaco “La oveja negra y demás fábulas”, “Lo demás es silencio”, “Las ilusiones perdidas” Antología personal, “Obras completas y otros cuentos”.
Obtuvo los premios Magda Donato, Xavier Villaurrutia, así como el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo. Cuando publico la fábula “El Zorro es más sabio”, no faltaron suspicaces que dedujeron, que estaba pintando de cuerpo entero a Juan Rulfo,un verdadero fenómeno de la literatura, quien alcanzara las cumbres de la celebridad, con sólo dos libros: “El llano en llamas” en el género de cuento, y la novela “Pedro Páramo”, cuya trama sería llevada al cine, con la figura estelar del actor norteamericano John Gavin, en el papel del protagonista.
He aqui la fábula:
“Un DIA que el Zorro estaba muy aburrido y hasta cierto punto melancólico y sin dinero, decidió convertirse en escritor, cosa a la cual se dedicó inmediatamente, pues odiaba ese tipo de personas que dicen voy a hacer esto o lo otro y nunca lo hacen”.
Su primer libro resultó muy bueno, un éxito, todo el mundo lo aplaudió, pronto fue traducido (a veces no muy bien) a los más diversos idiomas. “El segundo fue todavía mejor que el primero, y varios profesores norteamericanos de lo más granado del mundo académico de aque llos remotos días lo comentaron con entusiasmo y aun escribieron libros sobre los libros que hablaban de los libros del Zorro.
“Desde ese momento el Zorro se dio con razón por satisfecho y pasaron los años y no publicaba otra cosa”. Pero los demás empezaron a murmurar y a repetir “Qué pasa con el Zorro”, y cuando lo encontraban en los cocteles puntualmente se le acercaban a decirle tiene usted que publicar más”.
-Pero si ya he publicado dos libros- respondía él con cansancio.
“-Y muy buenos- le contestaban-por eso mismo tiene usted que publicar otro.
“El Zorro no lo decía, pero pensaba: “En realidad lo que estos quieren es que yo publique un libro malo; pero como soy el Zorro, no lo voy a hacer”.
Y no lo hizo.
En cuanto a la referencia real o supuesta a Juan Rulfo, en la mencionada fábula, queda para el anecdotario del receloso e hipersensible mundo de la literatura, o en todo caso, indagar sobre las motivaciones en que se inspiró Monterroso, y que diera lugar a la asombrosa coincidencia,con el famoso escritor Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rubio Vizcaíno, oriundo de Sayula, Jalisco.
Como colofón habría que agregar, que la fábula como género literario, ha sido cultivado desde el griego Esopo, el latino Fedro, el francés La Fontaine, y los españoles Tomás de Iriarte, Félix María Samaniego y Ramón de Campoamor, entre los más renombrados.
* Escritor sinaloense