Por: Juan Manuel Véliz Fonseca
Cantante de música popular norteña, que por su estilo de voz se convirtió en un ídolo, llamándole el “Indio Grande de Sinaloa”.
Su nombre verdadero era Jesús Octavio López Norzagaray. Nació el 22 de marzo de 1949, en la comunidad de San Pedro, Guasave, mejor conocido como el “Rincón del Burro”. Hijo de Joaquín López y María del Rosario Norzagaray. Desde niño tuvo inclinaciones por el canto, ya siendo adolescente se integró como cantante a un grupo musical de Mariachi de la ciudad de Guasave donde tocaba la vihuela.
Fue en la época de 1970, cuando el locutor de la Radio XEOROS, José “El Chitole” Torres, organizó con éxito en Guasave y Sinaloa de Leyva, los programas “de aficionados” en los cines, los cuales tuvieron un atractivo y una oportunidad para aquellos jóvenes que tuvieran cualidades para el canto.
A los ganadores de este concurso se les otorgaría como premio la oportunidad de grabar un disco sencillo con Los Noreños de Mazatlán.
Pues Octavio Norzagaray, ya con su nombre artístico, ganó un primer lugar lo cual le permitió grabar primero un disco sencillo con Los Noreños de Mazatlán, con las canciones: “Sufro Porque te Quiero y Me Voy Cantándole al Cielo”. Un segundo disco sencillo fue “Me siento culpable y Sólo un Beso” El estilo de voz de Octavio tuvo mucho éxito y su fama como vocalista empezó a crecer en la región.
Nos comenta Roque Cervantes Vea, fundador del grupo musical y el hermano mayor: “Fue en el año de 1971, cuando Octavio vio la oportunidad de crecer, al escucharnos en un programa de radio que se llamaba “La Voz de Los Cervantes” a cargo del locutor Juan Contreras Arellano, era cada miércoles de 11:00 a 12:00 horas.Este programa tuvo mucho éxito y las solicitudes de canciones era a través de cartas. Allí se incorporó al grupo musical Los Cervantes de Sinaloa de Leyva, ya que su estilo e instrumentos musicales eran el mismo que el de Los Noreños de Mazatlán”.
Eran, la trompeta, clarinete, vihuela, guitarra, bajo y acordeón. Continua la entrevista con Roque Cervantes: “La primera vez que grabamos nos llevó Octavio con discos “Tambora”, propiedad de Juan José Laviaga, la grabación serian 10 canciones les gustaron y grabamos otras 10.
De allí en adelante fueron muchas satisfacciones y éxitos, nos pagaron cada canción a $150.00 pesos nos dieron hotel y comida, mientras que aquí en tocada la canción la cobrábamos a $5.00”. Luego su segunda grabación con Los Cervantes, la realizo en un disco LP 45 revoluciones, con 6 canciones por un lado y otras 6 por el otro, con la Compañía: Discos Tambora
de Mazatlán.
De aquí se desprendió un disco sencillo. Por el lado A, venía la canción “Mi pienso es”, autor don Agustín Cervantes y por el lado B, venia la canción, “En mi Pecho”, compuesta por su hermano José Norzagaray y así sucesivamente fue creciendo la fama del cantante Octavio Norzagaray, marcando época en el noroeste de México como fueron los estados de Sonora, Chihuahua y las Bajas Californias.
Luego Octavio Norzagaray fue contratado de manera personal con la Compañía Falcón Record, del DF., donde grabó dos LP. Destacaron dos éxitos: “Que te hizo Olvidarme” y “La Trenzuda”, canción que, adecuó, con permiso del autor a Sinaloa, ya que esta canción hace alusión a Atizapán de Zaragoza, del estado de México.
Allí mismo grabó unos boleros de María Griver. Luego se regresa a Sinaloa de Leyva y vuelve a tener grabaciones con los Cervantes, donde surgen un sinfín de canciones grabadas, entre ellas destaca la canción: “Sangre de Indio”, cuyo autor es Josué Rodríguez, quien se la regaló por su amistad y porque las características físicas de color y él sería un buen interprete ya que en el intermedio de la canción hay una parte que Octavio declama: “La piel de bronce que traigo es herencia de mi padre y este corazón que tengo es el que me dio mi madre; los dos me dieron la vida, los dos me dieron sus sangre y gracias a ellos me siento un indio También grabó El Carbonero, En tus Brazos, me siento Culpable, Si me quisieras, Corrido a Sinaloa de Leyva, El Alazán Tostado, Destino Cruel, Que te hizo Olvidarme, Sólo Una Cruz, Una Tarde, Jesús Cadena, Quejas de mi Alma y muchas grabaciones más. Octavio Norzagaray, para estas fechas era un ídolo que nunca perdió el piso ya que cantaba en bailes populares, en 
cantinas y bares, Plaza México.
Luego, me dice Roque Cervantes: “Realizamos giras en un camioncito que fue el primero que compramos y le decíamos “El Pesero” por su parecido con los urbanos invitados por la Compañía Modelo al lado de Lorenzo de Montesclaros, Eleazar García “El Chelelo”, Eulalio González “El Piporro”, Gerardo Reyes, José “Pepe” Cabrera, en Guadalajara alterno con banda Sonora Santanera, Cuco Sánchez, Manolo Muñoz y “Mantequilla” y otros artistas que recorrían el país, haciendo lo que les gustaba cantar”. Roque, alguna otra cosa o anécdota que quieras agregar: “Te voy a contar el enojo o celos de los Noreños con Octavio.
Resulta que él primero había grabado con ellos la canción “Sufro porque te quiero” luego lo hizo con nosotros y tuvo mejor éxito con los Cervantes, de allí sus celos o enojo”, termina diciéndonos Roque. Octavio no quiso quedarse con la ganas de grabar con la tambora y lo hizo con los Chacales de Sinaloa de Leyva, interpretando canciones como El Costeño, Belén, Linda Morena, Torres de Puebla, Soy Como Soy, El Ranchero Afamado, Los Amores de Julia, Paloma Azul y La Vida del Hombre.
1981; Octavio tuvo un accidente por la carretera Internacional México 15 que pudo ser de grandes consecuencias, pero sólo sacó unos rasguños, el vehículo que iba manejando quedó de no servir.
La relación de Octavio Norzagaray con los Cervantes no solo fue musical, ya que tuvo una relación sentimental con una hija de don Agustín y de doña Trinidad “Chata” Ve:, Alba Luz Cervantes Vea, con la que procreó los siguientes hijos: Octavio, siguió los pasos de su padre, actualmente canta sólo canciones cristianas; Vinicio, también es cantante como su padre canta de todo, Daniel no le gusto cantar, lo mismo ocurrió con Lorena. Cuando Octavio se enfermó era por segunda vez.
Se la llevaba aquí, en Sinaloa de Leyva, no guardando reposo, mucho menos haciendo cama sino conviviendo con sus amigos que tuvo muchos. Había veces que cantaba una o dos canciones en el desaparecido bar la “Ceiba” de su compadre Roberto Sandoval Peña. A Octavio lo visitaban mucho sus amigos como por ejemplo José “El Chitole” Torres, que le tenía mucho aprecio ya que fue uno de tantos que descubrió su talento y lo miraba como si fuera su hijo; de igual manera el locutor Julián Castro García, José Trinidad “El Maguito” Obeso (Roque dice que fue el que descubrió su voz).
También por la cantante guasavense de música ranchera Rosario “Chayito” Valdez, que ya contaba con grandes éxitos y haber participado en varias películas. La enfermedad de Octavio Norzagaray se fue agravando fue internado de urgencia en el hospital Fátima de la ciudad de Los Mochis, donde falleció un 18 de enero de 1981, siendo sepultado en esa misma ciudad, en el panteón municipal del “Cerro de la Memoria”. “Se fue cantándole al cielo”. A pesar del tiempo que ha pasado, las canciones de Octavio Norzagaray se siguen cantado y alegrando corazones.
Ultimas noticias el 20 de junio de este año fallece la cantante de música ranchera Rosario “Chayito” Valdez, en San Diego, California mejor conocida como la “Alondra de Orba” donde después de rendirle un homenaje en el estadio Carranza Limón es sepultada en la tierra que la vio nacer acompañada de su familia y de miles de seguidores. Seguramente hará dueto con Octavio.
Entrevistas a: José Ángel Gómez Mora, periodista y cronista vitalicio de Sinaloa de Leyva; Roberto Sandoval Peña, amigo y compadre de Octavio Norzagaray; Miguel Solano, amigo y compañero de música; Roque Cervantes Vea, Fundador eintegrante del grupo musical de Los Cervantes. Fotografías proporcionadas por Alba Luz Cervantes Vea esposa de Octavio.
* Cronista de Sinaloa de Leyva
