Jorge Luis Borges
Treinta años sin Jorge Francisco Isidoro Borges Acevedo, se cumplieron el catorce de este sexto mes del año que trascurre. Su deceso acaecido en la ciudad de Ginebra, Suiza, fue epilogo de una historia literaria que dejó obras connotadas que continúan presentes, más allá de los empalagosos divinizadores y las críticas extra/ literatura ocasionadas- en buena a parte.-por los deslices políticos del ganador del Premio Cervantes 1980.
Fue un invierno de Buenos Aires cuando nació el Premio Jerusalén, 1971; era un veinticuatro de agosto de 1899, el siglo XIX vivía sus últimos días, y en su agonía veía el nacimiento de un artista que enriqueció al mundo de las letras con su universo “Borgiano” que continua cautivando a lectores. Conmemorar la fecha mortuoria, debería – al juicio de este editorialista- , motivar a la lectura de la obra de Jorge Luis Borges. Así vencen los escritores a la muerte.
Sylvia Teresa Manríquez
Durante los seis años de existencia de La Voz del Norte, en su nueva época, el periódico cultural originario del Pueblo Mágico de Mocorito, Sinaloa, nos ha permitido a los que colaboramos en su edición, formar un puente de unión entre amigos, solidificado por intereses culturales. Esta condición nos lleva a festejar con los compañeros, sus logro. La comunicadora, autora, productora de radio sonorense, y colaboradora de
este informativo, Sylvia Teresa Manríquez, el 22 de junio de 2016, en el Patio del Federalismo de la H. Cámara de Senadores, recibirá un reconocimiento “por su trabajo periodístico desarrollado, que representa una importante aportación a la sociedad mexicana,” otorgado por la organización “Comunicadores por la unidad. A. C.” Felicitamos a Sylvia por este merecido reconocimiento y nos felicitamos por contar en nuestras páginas con sus artículos.
El inicio del séptimo
La edición que tiene en sus manos, es la primera de un séptimo año, que con las mismas ganas y con mayor experiencia, continuamos en el camino. El recorrido transitado nos hace conscientes de que, hay que redoblar esfuerzos para mejorar en la tarea de la información cultural, tan necesaria, tan vital. ¡Claro! eso sólo se logra con la participación de los lectores, ellos son receptores y por lo tanto, los mejores promotores de La Voz del Norte.