Por: María Flora Chong
Quizá no resultó de gran interés popular, pero el 9 de mayo se pudo disfrutar del tránsito de Mercurio por delante del Sol. Un tránsito es un fenómeno interesante, que se repite de vez en cuando y que es fruto de las particularidades de las órbitas de Mercurio y de la Tierra, desde donde observamos.
Las fases.- El tránsito comenzó cuando el disco del planeta tocó el disco solar y comienza a “entrar” en él. A este momento se denomina Contacto I y define el principio del tránsito y fue a las 5:34 am. tiempo de Sonora. Poco a poco el planeta fue entrando en el disco solar y unos pocos minutos más tarde (algo más de tres minutos) entró completamente, este es el Contacto II.
Después, el negro disco de Mercurio se paseó por la superficie del Sol. El punto medio de este viaje se denomina Máximo y ocurrió sobre las 7:58 de la mañana, hora local en Sonora.
El tránsito finalizó un poco como inició, cuando el disco de Mercurio tocó de nuevo el borde del disco solar por su parte derecha (Contacto III) a las 11:39 hrs. y, tras otros tres minutos aproximadamente, salió completamente (Contacto IV) y desapareció de nuestra vista.
El camino de Mercurio por delante del Sol.- Observamos desde la superficie terrestre y esto modifica el aspecto del camino seguido por Mercurio sobre la superficie solar. Se debe a que el tránsito dura muchas horas (6 hrs.) y en ese período, debido a la rotación de la Tierra, cualquier observador va a cambiar su posición de observación notablemente. De hecho, como el eje de rotación está inclinado, nuestro movimiento respecto de la eclíptica es curvo.
Si tomamos como referencia el horizonte, a lo largo del tránsito y debido a la rotación de la Tierra (y de nuestro punto de observación) el camino aparente de Mercurio será muy distinto a una línea recta. El camino será como el que se muestra con los puntos negros en la figura.
Movimiento aparente de Mercurio tomando como referencia el horizonte.- Es decir, tras entrar en el disco solar, Mercurio parecerá que sube respecto del Sol, a la vez que avanza. Llegado un momento comenzará a bajar y finalmente saldrá por un punto situado prácticamente en la parte derecha del Sol.
El Tránsito de Mercurio.- Antiguamente, fue de gran valor científico, porque permitió medir, su diámetro, distancias, inclinación de la órbita, masa, densidad. Hoy día, utilizado en enseñanza y difusión.
¿Cómo observarlo? Primero y los más importante: Jamás se debe observar el sol en forma directa y menos, con instrumentos, ya que pueden causar daños a la vista, incluso ceguera, en forma irreversible.
El método más seguro y práctico, si no se cuenta con el equipo adecuado, es la proyección solar. Podemos decir que se observa un pequeñísimo punto negro, desplazarse lentamente frente al disco del Sol.
Los tránsitos se producen unas 13 veces por siglo, con intervalos variables de 3, 7, 10 y 13 años y ocurren el 8 ó 9 de mayo y 10 u 11 de noviembre, momento en que Mercurio está cruzando los nodos (ascendente o descendente), pero que a su vez, tiene que coincidir con la línea de visión de la Tierra, por ejemplo, que esté pasando por “delante” del Sol y no por “detrás”.
El último que se vio desde nuestro país, ocurrió el 7 de mayo del 2003, luego hubo uno el 8 de noviembre de 2006, éste de mayo 2016, para luego reiterarse al 11 de noviembre de 2019, será visible en ese caso, desde el extremo Sur de América y la Antártida.
Recordemos que Mercurio, posee la órbita más próxima al Sol y se trata de uno de los cuatro planetas rocosos, junto a Venus, la Tierra y Marte, con un diámetro de casi 4.900 km, carece de lunas, atmósfera y agua líquida, tendiendo temperaturas que oscilan entre 350ºC de día y 200ºC bajo cero, en su noche.
*Lic. en Letras Hispánicas y directora del Planetario de Cajeme